Jóvenes desdeñan seguridad con tal de ser «populares» en Internet( La Jornada, 4 de noviembre)

Fernando Camacho Servín

Con tal de ser «populares», muchos adolescentes están dispuestos a dar a conocer fotos o información a través de Internet, sin pensar que esos datos alcanzan a caer en manos de gente que puede usarlos para hacerles daño, extorsionarlos o demandarles favores sexuales, lo cual deja ver la inexistencia de una cultura sana del uso de la tecnología.

Aunque entre muchos jóvenes sí hay conciencia sobre los riesgos que implica Internet, hay muchos otros que no tienen la debida precaución, o no tienen claro el alcance de sus comentarios sobre otros usuarios de la red –sobre todo cuando son negativos–, advirtieron estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad en un sondeo hecho por La Jornada.

La fascinación de ser conocido

La infinidad de posibilidades que brinda la red mundial, coincidieron los jóvenes entrevistados, puede generar una cantidad de reacciones igualmente variadas y sacar a relucir algunos rasgos de la personalidad, la idiosincracia o hasta las carencias personales: algunos las utilizan para divertirse, otros las toman con mucha reserva y otros se vuelcan en ellas en busca de reconocimiento.

«Cuando recién te inicias en el Facebook, estás tan maravillada con todo lo que puedes hacer, que te vale. Después te van pasando cosas no tan agradables que hacen que digas aguas. No falta la adolescente que se quiere sentir estrella y sube fotos medio grotescas, pero la experiencia es la que te da más madurez para usar las redes sociales», afirmó Metztli Carrasco, estudiante de sicología de 21 años de edad.

“Hace menos de un año tenía mi perfil libre, cualquiera podía ver mis fotos, pero empecé a bloquearlas porque me dí cuenta de que algunas personas que ni conocía tenían fotos mías en su teléfono, o me agregaban al messenger porque habían visto mi correo en el Face, y eso me empezó a molestar”, recordó.

Édgar Morales, también de 21 años y alumno de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidió en que Internet es un «arma de doble filo», y un ejemplo de ello es que en su búsqueda de ser conocidos por la mayor cantidad de gente, muchos jóvenes se exponen de forma innecesaria.

«Muchos usuarios de Twitter tienen la idea de querer ser famosos. Hacen hasta lo imposible por tener más seguidores, y creo que a veces no son conscientes de lo que puede llegar a pasar. Somos irresponsables al usar este tipo de cosas, porque básicamente le abres tu intimidad a muchas personas sin saber qué pasa. La información muchas veces se te sale de las manos», advirtió.

Luis Alexis Cabrera, 15 años de edad y ex alumno de la secundaria diurna 256, en la delegación Coyoacán, indicó que «en Facebook me ha tocado ver chicas que se toman fotos en ropa interior, muy atrevidas, o que en su información personal ponen mi trabajo es conquistar chicos. Creo que para la gente sí es muy importante ser popular, y con tal de tener 2 mil o 3 mil contactos, ponen fotos bien zafadas, no miden».

Control compartido

La vastedad de Internet y las nuevas tecnologías de información y comunicación, que permiten documentar la vida cotidiana y compartirla con millones de personas casi en tiempo real, hacen muy difícil controlar lo que se dice en la red de una persona, e incluso lo que esa persona deja saber a los demás sobre sí misma, afirmó por su parte Luis Angel Soto, de 19 años, estudiante del CCH Sur.

«En Internet hay un dominio compartido de la información: tanto las personas pueden usar la información como ellos quieran, como yo trato de no darles información a ellos. Es muy raro que la gente tenga cuidado; la mayoría es muy abierta con tal de agradar, de hacer nuevos amigos», indicó.

En el mismo sentido, Francisco Romo, de 22 años y estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, coincidió en que «no hay un control certero de qué tan conocido eres, y eso me causa un poco de inseguridad, y por eso no revelo tanta información personal».

Por una cultura sana del uso de la tecnología

Ante dicho panorama, aseveraron muchos jóvenes, lo importante es saber cómo utilizar Internet y las redes sociales en particular, y tener sentido común para saber qué elementos pueden ser utilizados por los demás para lastimar a través de la red.

«Tienes que crear una cultura de cómo usar las redes sociales. No puedes controlar a una masa de gente en Facebook, pero sí puedes tener una cultura sana del uso de la tecnología. Si tú pones una foto tuya en traje de baño, obviamente te expones a que te digan mamasota o estás celulítica», apuntó Liset, estudiante de sicología de 21 años de edad.

Laura Ariadne, alumna de segundo año de secundaria, de 14 años, sostuvo que «es una cuestión de ética y de moral que te enseñan. A esta edad una ya tiene que saber lo que está bien y lo que está mal. A mí no me importa si soy o no soy popular, lo que me interesa es tener a mis amigos cerca, no poner a medio mundo que luego ni voy a conocer».

Miedo de padres a la violencia

La mayoría de los padres consultados por este diario afirmó estar al pendiente de lo que ven sus hijos en Internet, sobre todo por precaución ante las noticias sobre los secuestros y abusos que se comenten a través de la red.

Aunque admite no navegar con mucha frecuencia ni tener cuenta de Facebook, Sonia Pérez González aseguró que siempre acompaña a su hija de 14 años cuando ésta ve Internet. «Hay mucho secuestro, desaparición y violación de niñas, por eso les tengo estrictamente prohibido que pongan datos personales».

Marina Hernández González, por su parte, sostuvo que no deja que su hija de 14 años ponga información personal o fotos en su página de Facebook. «Muchas veces los papás nos confiamos, pero sí tenemos que estar al pendiente de ver que páginas checan, aunque de todas formas hay cosas que ven en la escuela, con los amigos».

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