Dentro de las ocupaciones laborales con muy baja remuneración y con altos riesgos, el de jornaleros agrícolas es uno de los trabajos más numerosos, sin derechos sociales y con salarios muy precarios. De acuerdo con diferentes fuentes (como La Jornada), se calcula en cerca de 3 millones la cifra de personas que, en alarmantes condiciones de pobreza y marginación, trabajan en este tipo de ocupaciones laborales en México; y, gran parte de ellos procedentes del sur del país (Guerrero, Oaxaca, Chiapas), y originarios de contextos indígenas. En este contexto, recientemente se publicó y se presentó el libro Jornaleros Agrícolas, Explotación Trasnacional (2021), del periodista Kau Sirenio.
En el marco de la producción agroindustrial empresarial de hortalizas y otros cultivos en México y Estados Unidos, este trabajo de periodismo de investigación aborda, desde la propia experiencia de este periodista como trabajador en los campos de cultivo, los procesos de explotación laboral y sufrimiento de los jornaleros de procedencia rural campesina (muchos de ellos de origen y ascendencia indígena, y procedentes del sur de México). Este libro, recogiendo las voces jornaleras, tiene tres méritos relevantes y muy vigentes.
(1) Por un lado, da cuenta de las intensas y drásticas dinámicas de cambio del campo mexicano, en relación a cómo el deterioro de las economías y localidades campesinos (debido a las políticas neoliberales y el consecuente deterioro del aparato productivo rural), se vincula con el auge de los campos agroindustriales, en tanto los campesinos pauperizados se convirtieron en jornaleros precarizados y muy mal pagados. Los jornaleros fueron y son, de manera forzada, los productores de la riqueza empresarial, mediante la explotación en la que se basa el abaratamiento de los costos de producción y las dinámicas de acumulación de capital.
(2) Por otra parte, este trabajo a través del conocimiento de varios jornaleros y de sus organizaciones, muestra de forma clara y documentada las demandas de estos trabajadores. Dichos reclamos van, desde salarios más justos (mejor remunerados), jornadas laborales de 8 horas con las prestaciones de ley (aguinaldo, vacaciones entre otras) y condiciones de seguridad (no exposición a agroquímicos), hasta la propia organización de sindicatos, el cese al maltrato y la erradicación del estructural y generalizado acoso y abuso sexual a las jornaleras.
(3) Finalmente, y desde una apuesta deliberadamente política y posicionada desde y con los jornaleros, este texto no sólo muestra los procesos de explotación, maltrato, racismo y violencia que padecen los jornaleros y jornaleras. También, y fundamentalmente, narra y pone en el centro sus demandas, luchas y procesos organizativos desde sus propias voces y vivencias.
Este es un libro escrito desde los surcos y la experiencia directa de la explotación y los salarios de miseria, que, mediante la denuncia y la memoria de las resistencias, apuesta por mejores condiciones de trabajo y vida para los jornaleros y jornaleras.
En memoria de los 56 migrantes que murieron el 9 de diciembre de 2021 en Chiapas. Ellos, como millones de personas en diferentes regiones del mundo, dejaron sus hogares y comunidades en la búsqueda de mejores condiciones de existencia. Su muerte, innecesaria e e injustamente cruel, es resultado, tanto de las redes de tráfico de personas (con su cínica sed de ganancias a costa de vidas humanas), como de las políticas regionales de control de la movilidad transfronteriza (con su explícito propósito de criminalización de los migrantes).