Una veintena de localidades en los más diversos rincones de la Argentina que han sido obligadas a convivir con explotaciones mega-mineras, aunaron esfuerzos en rechazo a la actividad extractiva, durante este jueves 12 de noviembre.
Las marchas se sucedieron en localidades como Andalgalá, donde se instaló la primera explotación megaminera del país, hace más de 15 años y San Fernando y Santa María, provincia de Catamarca; en Comodoro Rivadavia, Rawson y Trelew, provincia de Chubut; Junín de los Andes, provincia de Neuquén; San Martín, provincia de Jujuy; Villa Mercedes, provincia de San Luis, Paraná, provincia de Ente Ríos
También en las ciudades de Córdoba, Mendoza (capital y San Rafael), La Plata, Buenos Aires, Rosario, Salta y San Miguel de Tucumán.
El fuerte de las movilizaciones estuvo en las localidades de Jáchal, Iglesias y San Juan, provincia de San Juan, en dónde una subsidiaria de la Barrick Gold, Argentina Gold, derramó un millón de litros de solución cianurada a los cauces de los ríos Las Taguas, La Palca, Blanco y Jáchal. La población está movilizada desde el 13 de Setiembre pasado, siguiendo de cerca el estado de la causa judicial en manos del juez Pablo Ortija – que confirmó el daño ambiental ocasionado y decretó el cierre del valle de lixiviación, donde se produjo el derrame – y lisa y llanamente exigen que la empresa se vaya de sus territorios.
La convocatoria se expandió a través de las redes sociales, sobre todo en aquellos pueblos que se han visto afectados.
En Argentina hay 30 empresas transnacionales, entre ellas Meridian Gold, Tenke Mining Corporation, Barrick Gold, Xstrata Plc, Northern Orion Resources, AngloGold Ashanti y Silver Standard Resources, “que llevan a cabo proyectos de exploración y extracción de minerales en nuestro país, todas utilizando en su mayoría personal tercerizado. Utilizan por día alrededor de 9 toneladas de explosivos para volar las montañas, grandes cantidades de químicos como el cianuro de sodio, el arsénico y el ácido sulfúrico para separar los metales de la roca, y millones de litros de agua potable, generando la contaminación de los suelos, ríos, arroyos y acuíferos, empobrecimiento y enfermedad de los habitantes”, según relataron los promotores de la iniciativa a la Cooperativa de comunicación 8300 web.
La mega minería a gran escala viene levantando resistencias que a partir de la voluntad de los pueblos en lucha, pretenden empezar a unirse.
“No podemos seguir permitiendo esto, debemos estar aunados en esta lucha hoy más que nunca y demostrar que no estamos de acuerdo con la economía basada en el saqueo de nuestros bienes comunes, en la generación de riquezas para muy pocos, sin importar la devastación y desempleo que estas generan”, sentenciaron.
Foto: No a la mina, Salta