Foto: Mausoleo para María del Sol Cruz Jarquín, Pamela Terán y Adelfo Guerra. (Sonia Gerth/CIMAC)
A más de un año y cuatro meses de ocurrido el feminicidio de la fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín, acontecido el 2 de junio de 2018, en el municipio de Juchitán de Zaragoza, en el estado de Oaxaca, su madre, la periodista y defensora de Derechos Humanos Soledad Jarquín Edgar sigue reclamando justicia.
El 17 de octubre, en el marco de la misión de observadoras y observadores de Derechos Humanos al Istmo de Tehuantepec, la defensora por primera vez encontró el valor de visitar el lugar del crimen, en pleno centro de la ciudad. Aquí, enfrente del bar “Jardín”, María del Sol fue asesinada junto a la entonces candidata a segunda concejal del ayuntamiento de Juchitán, Pamela Terán Pineda, y su primo y chofer, Adelfo Guerra.
En la orilla de la calle, junto a un lote baldío, hay un pequeño mausoleo con fotos de él y las difuntas, montado por familiares de Terán Pineda. Jarquín Edgar y otras defensoras colocan flores y velas y luego recuerdan a María del Sol en un abrazo colectivo.
La periodista, como muchas defensoras que buscan justicia para víctimas de feminicidio, se ha hecho una experta en todos los detalles de la investigación. Lejos del Bar Jardín, en un momento menos emotivo, narra que en el lugar del mausoleo estaba estacionado el coche en el que ellos viajaban y al cual estaban a punto de subirse en el momento del ataque.
Sin embargo, el grupo alrededor de la excandidata a segunda concejala era más grande que las tres personas asesinadas. Momentos antes, en el bar, todavía eran cinco. También estuvo ahí Jehú “G.L.”, primo de Francisco Montero López, Secretario de Asuntos Indígenas en Oaxaca, y Hageo Montero López, candidato por la municipalidad de Juchitán por la coalición PRI-PVEM-PANAL, ambos implicados en el caso. Jehú se fue del bar minutos antes del ataque, alegando que le habían llamado, que su mamá lo estaba buscando. Las sabanas de sus llamadas telefónicas evidenciaron que fueron los Montero López quienes lo habían llamado.
Jehú fue detenido por su presunta participación en agosto 2018, sin embargo, tuvo que ser liberado en septiembre del mismo año, por inconsistencias en las pruebas. La quinta persona que integró el grupo fue el fotógrafo José Eduardo “L.C.”. Aparece en las imágenes que capturó una videocámara instalada enfrente de un restaurante chino, adjunto al bar “Jardín”.
Soledad Jarquín narró que se observa al grupo pasando por enfrente del restaurante chino, rumbo al coche. En las últimas imágenes, se ve a José Eduardo caminando detrás de ellas, “y un segundo antes del ataque les pone las manos encima.” Pudo haber sido la señal para atacar, presumió la periodista.
José Eduardo salió ileso del ataque, y desapareció justo después, por lo que se convirtió en sospechoso. Pero no fue detenido hasta mayo del 2019. Fue vinculado a proceso como co-partícipe en el homicidio el 2 de junio, a un año del asesinato. Actualmente se encuentra en prisión preventiva, y el proceso está en etapa inicial.
Pocos días después del crimen, la madre de Maria del Sol empezó a recibir amenazas, por lo que fue incorporada al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. La familia de Pamela Terán pidió que la defensora “deje de politizar”. Sin embargo, Jarquín Edgar sigue señalando falencias e irregularidades en la investigación.
En entrevista con Cimacnoticias, se preguntó por qué las pruebas del Ministerio Público (MP) contra Jehú fueron echadas abajo, por qué no se han investigado las o los autores intelectuales del crimen, y por qué el MP no investiga la muerte de su hija como un feminicidio. “Después de la sentencia de la Suprema Corte en el caso Mariana Lima, deberían investigar todas las muertes violentas de mujeres como feminicidio”, insistió.
En el intento de ubicar las pertenencias de María del Sol, el 2 de junio 2018 en la tarde, el personal del hotel declaró que un hombre, empleado cercano del Secretario de Asuntos Indígenas según Jarquín, llegó a las ocho de la mañana y se llevó la cámara y la computadora. Esta persona, dijo la periodista, nunca fue entrevistada por la Fiscalía. A la familia, sólo se entregó la mochila vacía y una maleta de María del Sol.
Cabe destacar que el hecho de que la fotoperiodista, una servidora pública, se encontraba en Juchitán como parte del grupo de Pamela Terán Pineda, candidata a Segunda Concejal del Ayuntamiento de Juchitán, constituyó un delito electoral.
En diciembre de 2017, María del Sol Cruz Jarquín había obtenido un puesto como Jefa de Comunicación Social de la Subsecretaría de Desarrollo Indígena, adscrita a la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI). Sin embargo, rumbo a las elecciones 2018, el entonces titular de la dependencia, Francisco Montero López, la comisionó para cubrir las actividades proselitistas de su hermano, Hageo Montero López, entonces candidato a Primer Concejal del Ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza.
La Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación estableció el 16 de marzo 2019, que fue una conducta grave especial por parte del ex candidato Hageo Montero López, implicar a la servidora pública María del Sol en actividades de diseño, eslóganes y propaganda electoral, y determinó una multa de más de 90 mil pesos. A pesar de los cargos en su contra, Hageo Montero López es el actual regidor de energía renovable del ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza.
El caso de María del Sol Cruz Jarquín y la impunidad que se siguió es emblemático de la dramática situación de violencia feminicida en Oaxaca. 40 municipios tienen una Alerta de Violencia de Género. La organización GESMujer indicó, el 26 de julio, que entre enero y junio del 2019 habían sido asesinadas 78 mujeres en la entidad, y que sólo 29 casos habían sido investigados como feminicidio.
Por su parte, Consorcio Oaxaca ha documentado cinco asesinatos de personas defensoras de Derechos Humanos en lo que va del 2019, tres de ellas en el Istmo de Tehuantepec.
Publicado originalmente en Cimac Noticias