Irma, el viejo y el mar

Cuba Debate

Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Así quedó el muelle de Cojímar luego del paso de Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Cojímar es conocido por sus historias de mar, inmortalizadas en uno de los mejores textos de Ernest Hemingway. Irma, con sus olas de huracán, añade otro cuento a la épica. Llevó el agua unos 400-500 metros hacia dentro. “Subió la loma, eso nunca se había visto… si quieres pregúntale a los cojimeros viejos”, así lo resumen los vecinos.

Otro viejo, el mismo mar

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El Club La Costa quedó destruido por el embate de las olas y algunos postes que estaban almacenado dentro impactaron contra viviendas aledañas. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Fue aproximadamente a las tres de la mañana. Estaba acostado y sentía fuertes estruendos a las afueras de su casa, “boom, boom… parecían cañonazos”. Sentía como si su vida estuviera atada a un trozo de colchón. Volvía a repasar su territorio. Dos sillas, un refrigerador Haier y un montón de objetos que estarían ahí antes, durante y después. No más que tres metros cuadrados de salita, comedor, o recibidor. Justo a continuación, misma estructura. Una cama vetusta y un sanitario en la oscuridad.

Volvía a imaginar el tiempo. Corrían las 3:30 de la mañana y el mar entraba bajo su puerta. Estaba a salvo, pensaba. El agua había levantado la cama tres o cuatro cuartas del suelo, con troncos, piedras, objetos impensables. Las olas daban contra el muro que rodea el Club “La Costa”, o eso pensaba. Un estruendo perforó la morada al tiempo que una marejada de sal marcaba una línea de casi un metro entre las cuatro paredes.

Un poste partió la puerta en dos pedazos iguales. El Haier llegó hasta el baño. Dos tablas flotaban en medio de lo que fuera sala, comedor, o recibidor. No le quedaba más remedio que pernoctar de pie la tempestad, como aquella de El viejo y el mar.

Horas antes, un transporte intentaba evacuar lo más importante en Cojímar (del lenguaje Arauco: “entrada de agua en tierra fértil”). La voz no llegó a todas partes, decían. Tal vez el eco del mar furioso ensordecía las ganas de vivir. Tal vez, las evacuaciones debieron comenzar antes y con más rigor. Lo cierto es que el viejo, todavía estaba ahí. Lo cierto es que el resto de los vecinos de “La Costa”, estaban ahí.

Entonces fue la radio el único sonido que acompañó los golpes, el ruido, en fin, el mar.

Al alba se juntaron brazos y piernas a abrir paso en tierra maldita. El ecuador que marcaba la sal y su insistente resaca dejaba un rastro de postes, que debieron no ser. Un carpintero golpeaba madera mordida por el tiempo. Un grupo de vecinos despojaba sus dominios de cuanto desperdicio se olvidó quien fuera cualquier cosa, menos Corazón.

Testimonio de César Antonio Herrera Hernández, Ing Eléctrico.

Tristeza de verdad

Más de mil viviendas sufrieron daños en Cojímar, no se lamentó la pérdida de nunca vida humana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Más de mil viviendas sufrieron daños en Cojímar, no se lamentó la pérdida de ninguna vida humana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Pasé dos noches sin dormir, llegué y comprobé lo peor. Mira donde está la ventana, esa es la ventana de atrás, mira donde cayó. Esto es triste de verdad. Me tumbó la casa, el techo, las puertas… todo. Mi casa es (o era) de mampostería, pero el mar la arrasó. Mira como está, destruida totalmente.

Yo tenía un muro nuevo alrededor y se lo llevó completo, el techo es (o casi era) de placa y mira lo que le hizo. Tenía un tanque en la azotea grandísimo de fibrocemento y desapareció.

Esa parte ahí donde se ven los azulejitos era la cocina y lo otro el baño. Desbarató la casa -mira aquello de allá- se la llevó completa.

Mira esa era la de Rolando, allí también se cayó todo. Le arrancó la casa y dice que no encuentra el refrigerador.

Sal de ahí abajo que aunque tú no lo creas eso está agarrado por este pedazo de pared nada más.

Lo que te iba diciendo, así de esta magnitud, primera vez que pasa esto en Cojímar ni cuando la Tormenta del Siglo. Parece que cayeron misiles aquí. Dicen que las olas pasaban por encima de las casas y rompían contra la calle.

Menos mal que aquí evacuaron a todo el mundo. Esto el sábado temprano lo llenaron de guaguas. Sinceramente la atención fue muy buena, nos están dando agua y merienda para seguir recogiendo. Desde el primer día la gente del gobierno no ha salido de aquí, míralos allí en la esquina. La vicepresidenta que se llama… se me olvidó el nombre… Yanet creo, bueno ella sigue aquí atendiendo a los evacuados.

Hoy (lunes 11/09) fue que regresé y vi mi casa.

Testimonio de Juan Carlos Cordero, gastronómico.

¡Ay mijo!

Así quedó la calle 21 de Cojímar, una de las localidades habaneras más afectadas por el huracám Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Así quedó la calle 21 de Cojímar, una de las localidades habaneras más afectadas por el huracám Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

La evacuación y todo fue temprano el sábado. Más de 10 o 12 guaguas ahí, pero lo que podíamos llevar era un maletín o una mochila. Todo lo dejamos aquí, lo encaramamos, todo lo elevamos, pero fue por gusto. Todo se rompió, se destruyó.

Las guaguas suficientes, todo aquí, pero no podíamos sacar más nada. Incluso mi esposo estaba enfermo y no podíamos hacer nada. Con mis hijas aquí sacamos alguna ropa o algo, todo lo demás se perdió. Incluso guardamos cosas al frente y también se metió el agua… se acabó, se rompió, todo se destruyó aquí.

Imáginate, mi esposo padece de presión y cuando vimos esto hablamos primero con él hasta que lo trajimos por la tarde. Antier lo llevamos al hospital casi muertecito a hacerle placas y todo. Él se inyecta todos los días penicilina. Nosotras somos cuatro mujeres solas con él.

Pero esto fue deprimente, esto fue el caos, esto ya… ¡ay mijo!

La ayuda del gobierno sí ha sido buena, no nos podemos quejar. Ellos han cooperado con traer agua y comida, se han preocupado. Yo espero que nos den alguna ayuda, porque nosotros perdimos todos. A ver cómo se va solucionar el problema, no de inmediato, pero sí debe haber un arreglo porque perdimos todo.

No sabemos cómo vamos a pasar el tiempo, será entre familia y amistades. Así estamos. Eso sí ha tenido esta cuadra que nos hemos ayudado con vecinos, nadie se ha ido a albergar ni nada, lo hemos resuelto así, permanentes aquí.

Testimonios de la madre María Florimel Guerra Páez y la hija Reivy Luques Guerra.

Lo más importante

Siete derrumbes totales en Cojímar por el embate de Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Siete derrumbes totales en Cojímar por el embate de Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Antes de salir de Cojímar hablamos con Vanelis Marzo Cabrera, miembro del Buró Municpal del Partido Comunista de Cuba en Habana del Este,  al frente del Consejo Popular Cojímar, uno de los territorios más afectados por el huracán Irma.

La zona más afectada: Los problemas mayores fueron en calle 21 en las esquinas con I, J y K. La población de acá sufrió un impacto grandísimo, los cojimeros nunca habíamos pasado lo que hoy estamos viviendo.

Inundaciones: El agua nunca había subido de 21 para arriba y el sábado a las 11:30 de la noche subió hasta 24, subió una loma. El mar llegó cuatro cuadras hacia arriba.

Atención: Por el gobierno, por el Partido, por todas las organizaciones se le está dando el tratamiento que llevan todos nuestros vecinos. Se le está dando toda la ayuda necesaria, se le está atendiendo individualmente. Muchos tienen cisternas que se contaminaron con el agua salada y ya les pusimos agua y alimentación, leche para los niños. Nosotros con el agua hasta las cintura rescatamos refrigeradores, hasta animales. Lo más importante es que no se perdió ninguna vida humana.

Medidas preventivas: Se activó el Consejo Popular, se activó el Consejo de Defensa Municipal, la Comisión de Evacuación… todos los factores y las organizaciones de masas sabíamos, porque conocemos Cojímar, que el mar penetraría en este lugar.

 ¿Alguien no se enteró de las evacuaciones?: Eso lo puede decir la población, pero es totalmente incierto. Por aquí estuvimos evaluando todos los cuadros de las organizaciones, los propios vecionos ayudaron. Una semana antes de que el fenómeno pasara por aquí por La Habana, se le fue dando información casa por casa, morador por morador y dos días antes estuvimos acá al frente atendiendo todo el tema de evacuación. La Comisión de Evacuación tocando casa a casa. Ubicamos guaguas por las ocho bocacalles y hasta los choferes y los propios vecinos tocaron las puertas.

Postes almacenados en el Club La Costa: Eso es un centro de Recreatur. Con todos los centros también tuvimos una reunión previa, cinco días antes que llegara el fenómeno. Se le alertó a la administradora y a los trabajadores de los postes prefabricados que tenían, que no eran de luz, sino que los tenían ahí para hacer un muro. Se tomó la medida de que tenían que amarrarlos bien o trasladarlos para otro lugar porque con el oleaje se convierten en proyectiles.

Pérdidas: Realmente es una pena que a pesar de todo el trabajo preventimos que hicimos, algunos hayan perdidos sus bienes y sus casas.

  • 72 viviendas con daños
  • 21 derrumbes parciales
  • 7 derrumbes totales
  • 1 272 personas viven en las casas dañadas
  • Más de 100 evacuados
  • Más de mil 200 autoevacuados
  • Ningún herido ni muerto

 Ayuda a los vecinos: Todas esas cosas se están trabajando para llegar a la población que ha sido afectada. Desde ya les estamos trayendo ayuda para levantar lo que se pueda.

Cojímar tras Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.Cojímar tras Irma. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Más de 20 viviendas sufrieron derrumbes parciales. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate

Más de 20 viviendas sufrieron derrumbes parciales. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

La calle que bordeaba la playa

La calle que bordeaba la playa “El Cachón” quedó destruida y borrada por basura y mar. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

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