San Cristóbal de las Casas, Chis. 4 de octubre. El repunte de los paramilitares en Chiapas viene acompañado por un sustrato de presuntos conflictos agrarios, la mayoría infundados pero atizados por los políticos de los partidos y funcionarios gubernamentales, y dirigidos contra las tierras recuperadas por las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la mayoría ocupadas y trabajadas por comunidades rebeldes hace 10 o 15 años. En particular grupos del PRI, y recientemente PVEM, usándolos como botín electoral, invaden o amagan con hacerlo, predios y hasta poblados zapatistas, aprovechando que éstos, al mantenerse en resistencia, no tramitan ninguna titulación agraria con el Estado, pues siguen sus leyes revolucionarias a través de las juntas de buen gobierno (JBG).
Un análisis al que tuvo acceso La Jornada documenta estos «conflictos» e identifica los grupos invasores o agresores: PRI, PVEM, PRD, PAN, o bien organizaciones como Paz y Justicia (y sus derivaciones: Uciaf, Opddic), Orcao, Cioac o Aric. En una muy reciente denuncia, Las Abejas confirmaron la reactivación en Chenalhó de «Máscara roja», como se ha identificado a los perpetradores de la masacre de Acteal en 1997. También son agredidas comunidades de la otra campaña (Jotolá, Mitzitón, San Sebastián Bachajón) mediante «conflictos» religiosos (Ejército de Dios) o diferencias ejidales.
Este es el escenario que hereda la alianza PVEM-PRI encabezada por Manuel Velasco Coello, que en breve gobernará la entidad. La mayor parte de grupos paramilitares, invasores agrarios y gobiernos municipales involucrados pertenecen a sus filas.
En un análisis del investigador Arturo Lomelí se identifican los principales lugares (no los únicos) donde se han presentado agravios y delitos no resueltos en años recientes, en especial de 2010 a 2012. Allí se apunta que a partir de 1994 fueron ocupadas entre 250 mil y 750 mil hectáreas (no hay datos concluyentes) en Ocosingo, Chilón, Sitalá, Yajalón, Tila, Tumbalá, Sabanilla, Salto de Agua, Palenque, Altamirano, Las Margaritas y Comitán, entre otros municipios. Al amparo de la rebelión zapatista, OCEZ, Cioac, ARIC, CNPA, OPEZ, Xinich, Orcao y Tsoblej, al lado de los zapatistas, «recuperaron» y fundaron nuevas localidades. En 2000, cuando dirigentes de dichas organizaciones fueron incorporados al gobierno estatal o municipal, «se dieron a la tarea de regularizar los predios y como los zapatistas no entraron en esas negociaciones, las organizaciones reclaman sus predios». Estas son base electoral de todos los partidos –sostiene Lomelí– y la dinámica de traición iniciada por Pablo Salazar Mendiguchía se mantuvo con Juan Sabines Guerrero.
Los conflictos involucran a las cinco JBG. Muy atareada ha estado la de Morelia: la comunidad Primero de Enero (municipio autónomo Lucio Cabañas) fue invadida en agosto de 2011 por miembros de Orcao, quienes ya habían obtenido tierras gracias al levantamiento; como en otros casos, después de 2000 abandonaron el acuerdo de «recuperar» y pactaron con el gobierno por programas y más tierras de los zapatistas. Orcao también ha avanzado contra Los Mártires (Lucio Cabañas).
Otras comunidades y predios zapatistas bajo asedio son Bolón Ajaw y Santa Rosalía. En Agua Clara (municipio autónomo Comandanta Ramona) operan «peligrosos delincuentes, asesorados por el ex militar Carlos Jiménez López». En 2010, pobladores de Nueva Virginia, Jalisco y Getzemaní, miembros de Cioac y PRD «entraron en el terreno recuperado Campo Alegre donde estamos trabajando los municipios autónomas Lucio Cabañas, Comandanta Ramona y 17 de Noviembre», según la misma JBG. Además, 33 familias zapatistas fueron despojadas de sus derechos en Aldama, y persisten las agresiones contra bases de apoyo de Olga Isabel y K’an Akil; han sido incluso baleados por «paramilitares de Opddic», que también ha agredido al nuevo poblado 21 de Abril.
La junta de La Garrucha denunció que el barrio Puerto Arturo y San José Las Flores buscan despojar a Nuevo Purísima (municipio autónomo Francisco Gómez) de un terreno recuperado de 178 hectáreas en Ocosingo. También, agresiones y detenciones de zapatistas por paramilitares en Peña Limonar, despojo en Laguna San Pedro, violencia en Casablanca, hostigamiento en Toniná. Grupos de Las Conchitas y P’ojcol (Chilón), así como Guadalupe Victoria, «paramilitares» según la JBG, miembros de Orcao y partidos políticos, ocuparon violentamente tierras recuperadas de Nuevo Paraíso (municipio autónomo Francisco Villa).
En la zona norte el panorama es alarmante, según ha venido reportando la JBG de Roberto Barrios. El año pasado se despojó de tierras a zapatistas de San Patricio (municipio autónomo La Dignidad) por pobladores de Ostealukum, El Paraíso, El Calvario y Rancho Guadalupe (Sabanilla). Los autónomos fundaron entonces Comandante Abel, pero este septiembre fueron expulsados, con apoyo de la policía y el gobierno estatal, así como de Unión Hidalgo. Hace pocos años, en Choles de Tumbalá (municipio autónomo El Trabajo) hubo casas quemadas y persecución por miembros de Xinich oficial.
La JBG de La Realidad documentó cómo en el ejido Monte Redondo (Frontera Comalapa), bases de apoyo del EZLN del municipio autónomo Tierra y Libertad fueron despojadas de milpas y cafetales por personas del PVEM, PRD y PRI que incluso vendieron predios a terceros. Otras agresiones provienen de la organización panista Aciac contra la comunidad Che Guevara, y en Espíritu Santo por gente del PRD, Cioac y PRI. Y en Veracruz contra el almacén del municipio autónomo San Pedro de Michoacán.
Por último la JBG de Oventic enfrenta una grave conflictiva en San Marcos Avilés (Chilón), donde sus bases han sido agredidas, expulsadas o despojadas por «verdes», perredistas y priístas. En El Pozo, Crustón y Ts’uluwits (municipio autónomo San Juan Apóstol Cancuc), así como en Zinacantán, priístas y perredistas no han dejado de hostigar a los zapatistas.