Con la novedad señor ministro, usted que es general, me cuadro desde aquí. Le enviamos un informe del estado de excepción y de todo lo que hemos hecho en este tiempo para que usted le informe al señor presidente toda la información que ahorita le estoy informando. Drogas, radares, armas y demás. En primer lugar, hay una preocupación de la tropa porque nunca se les explicó qué significa estado de excepción. Ellos piensan que eso es sacarles de turismo para que conozcan el país sin excepción alguna.

Por contarle, también, que hemos sufrido insultos y agravios de parte de la ciudadanía. Nos han gritado: vayan a trabajar, vagos. Eso les pasa por no estudiar. Platita botada. ¿Qué dizque hacen, nada hacen? Píntate las botas de rojo, oye. Entre otras perlas que no puedo reproducir por decencia, ya que siempre terminan insultando al señor presidente. Lo bueno es que la tropa no entiende lo que significa eso de ser evasor y paraísos fiscales. Lo que sí entendieron clarito es cuando en algunos barrios de Guayaquil decían: ese presidente es un inepto. Inepto sí entienden. Eso les gritan en el cuartel los coroneles antes del desayuno.

Le cuento, mi general que la delincuencia tampoco sabe lo que es estado de excepción, porque siguen haciendo de las suyas. Es más, se han incrementado más y más y más. Es como que cuando sale estado de excepción, los delincuentes se lo toman en serio, se emocionan los tipos y no hay quién los pare.

Encontramos unos cuatro gramos de marihuana en Guayaquil. La verdad mi general, en nuestras fiestas de amigos hay más que lo que hemos decomisado. Le cuento mi general, donde se puede encontrar harta droga, y de la cara, es en Samborondón, pero en sus fiestas aniñadas no nos permiten entrar. Ahí está la mata, mi general. Una sola redada un viernes por la noche y no le cuento la cantidad de cosas maravillosas que uno vería. En conclusión: consumen mucho más los que van en yate que los que van en bus.

Y lo del radar, mi general. Eso es cosa seria. Al principio pensábamos que era un atentado terrorista. No lo dudamos, o era ese Correa que dirigió el ataque por pura maldad o ese Iza que prefiere un satélite intercultural en el páramo. Después de los análisis respectivos se concluye, con absoluto pesar, que no fueron ellos. Solito explotó esa vaina, creo que no han instalado bien. Le ponen al frente de un satélite a los que limpian las cisternas del cuartel.

Eso mi general. En conclusión, el estado de excepción sirvió para aumentar los muertos, heridos y robos. Cualquier cosa le seguimos avisando, mi general. Siempre listos, siempre dispuestos.

¡Dios, patria y paraísos fiscales!

Le cuento mi general, donde se puede encontrar harta droga, y de la cara, es en Samborondón, pero en sus fiestas aniñadas no nos permiten entrar. Ahí está la mata, mi general. Una sola redada un viernes por la noche y no le cuento la cantidad de cosas maravillosas que uno vería. En conclusión: consumen mucho más los que van en yate que los que van en bus.

Publicado originalmente en La Línea de Fuego