Ciudad de México | Desinformémonos. Por el feminicidio de Daniela, cuyo esposo la asesinó en la comisaría de Peto, Yucatán, es “indispensable” investigar si hubo episodios previos de violencia y, en caso de que así sea, investigar si ante ellos hubo omisiones de autoridades, indicó el Equipo Indignación.
“Se ha divulgado información que sugiere que en diciembre pasado fue golpeada y el marido fue detenido por la Policía Municipal de Peto, pero no fue consignado”, explicó la agrupación, por lo que consideró que es urgente la investigación sobre ésta y otras posibles denuncias o episodios de violencia, así como la actuación de las instituciones a las que la víctima pudo acudir, “pues las omisiones de instituciones del Estado tienen fatales consecuencias”.
Indignación documentó las dificultades que enfrentan las mujeres para denunciar la violencia, la lenta actuación de las autoridades y las dilaciones para otorgar órdenes de protección. “Con frecuencia se desestima la gravedad de la situación y los riesgos que enfrenta una mujer que vive violencia”, lamentó.
Ante esto, enfatizó que las mujeres de muchos pueblos mayas de Yucatán son las que enfrentan mayores dificultades para denunciar la violencia y acceder a la justicia, puesto que el Juez de Paz o Comisario, que con frecuencia es la primera autoridad ante la que acuden, cuenta con “limitadas facultades”, mientras que los Ministerios Públicos suelen ser “espacios ajenos a su cultura” al no contar con intérprete o traductor e incurrir en dilaciones y actuaciones que retrasan la justicia, “contraviniendo la debida diligencia a la que están obligados”.
Por ello, resaltó la importancia de investigar también las omisiones en el terreno de la prevención y de las campañas y si éstas se adecúan a la lengua y a la cultura maya.
Agregó que, “lamentablemente, es común culpabilizar a la víctima, no sólo de la violencia, sino también de no denunciar o, en el caso de una denuncia, de otorgar perdón al agresor”. Además, acusó a los medios de comunicación de justificar, en sus notas periodísticas, la violencia, lo que fortalece “un pensamiento machista, patriarcal y violento”.