El cacique Raimundo Gloria Lopes, conjuntamente con Misael Seixas Reis y Everaldo Castro de Araújo, del pueblo Maraguá, denuncian que están siendo amenazados de muerte por ribereños y habitantes de comunidades cercanas a sus aldeas en el río Abacaxis, en el municipio de Nova Olinda do Norte, Estado de Amazonas. En la tarde de este lunes, 25 de agosto, ellos comparecieron a la Fundación Nacional del Indio (Funai), a la Policía Federal y al Ministerio Público Federal para denunciar invasión de sus comunidades y amenazas de muerte.
Según informaciones del Consejo Indigenista Misionero (Cimi) Regional Norte I, es tenso el clima en la región del río Abacaxis desde el último jueves 21, cuando los indígenas comenzaron a abordar lanchas de turistas y advertirles que, por tratarse de territorio del pueblo Maraguá, ellos no podían adentrarse por los ríos y canales. Los indígenas, en aquella ocasión, participaban en un curso de formación en la comunidad Terra Preta y tuvieron que retirarse del lugar para conversar con los dueños de las embarcaciones.
Everaldo Castro de Araújo y otros habrían dialogado con los pilotos de lanchas, que los atendieron y se retiraron del lugar. Otros, sin embargo, actuaron en forma agresiva y con amenazas de muerte a los indígenas. «Hubo hasta un señor que se presentó como Amauri Guerreiro, diciendo ser juez, exigiendo la presentación de un decreto de demarcación de la tierra e insistiendo que iba a hacer una presentación judicial, relata Araújo. En el Departamento de Personal del Tribunal de Justicia del Amazonas, los indígenas fueron informados que no consta en los cuadros de aquel órgano ningún juez de nombre Amauri Guerreiro.
Hace varios meses que los Maraguá vienen luchando en contra de la presencia de personas no autorizadas en sus territorios. Muchos son turistas llevados por empresas para la práctica de pesca deportiva en los ríos y lagos de la tierra de los indígenas, causando trastornos a las comunidades. Recientemente ellos denunciaron públicamente casos de amenazas de muerte realizadas por habitantes de las cercanías, supuestamente involucrados en el tráfico de drogas en la región.
