En Chichicastenango, donde la mayor parte de la población es indígena, celebraron ayer desde las 5 de la mañana a los muertos en sus tumbas decoradas con los colores de las flores y pino, en el Día de los Fieles Difuntos.
Los hombres bailaron con trajes brillantes y máscaras de las danzas típicas del “Torito” y “Los Conquistadores”, mientras se vendían comida, frutos y artículos tradicionales de la fiesta y la cultura indígena.
Después de adornar las tumbas de los familiares y amigos, se formaron grupos para desayunar tamales dulces y atole de maíz, al mismo tiempo que la melodía de la marimba, instrumento nacional del país, sonó por todo el lugar.
Las oraciones en idioma quiché también fueron comunes en el cementerio, extenuando el fervor a la muerte que para los indígenas significa una transición que mezcla las tradiciones mayas y católicas.
Con información de agencias