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Imágenes y revuelta: la gráfica del 68. Una exhibición virtual

CulturaUNAM

En un video que forma parte de la exposición, los integrantes de Grupo Mira exploran la historia de la producción de carteles y sus motivos para preservarlos como memoria artística y política de México. La exhibición inicia con una charla sobre la gráfica del 68, en la que participan Álvaro Vázquez Mantecón, investigador de la UAM, y Amanda de la Garza, directora general de Artes Visuales y del MUAC.

Carteles, pegotes, grabados y volantes fueron uno de los principales medios de agitación y propaganda del movimiento estudiantil de 1968 en México. Los artistas, profesores y estudiantes se organizaron en brigadas y pusieron a disposición del movimiento los talleres gráficos de las principales escuelas de arte (Antigua Academia de San Carlos/Escuela Nacional de Artes Plásticas y Escuela de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”) para contrarrestar el cerco informativo oficial. Una parte importante de esa gráfica fue compilada y conservada por los miembros de Grupo Mira. Arnulfo Aquino, uno de los integrantes del colectivo artístico, donó en 2002 este acervo a la UNAM y actualmente está en custodia en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

Del 2 de octubre al 1 de noviembre, Imágenes y revuelta: la gráfica del 68. Una exhibición virtual podrá apreciarse en MUAC. Está conformada por una selección de 34 piezas: 29 carteles, cuatro fotos de la colección del museo y un video. Esta selección parte de la exposición con que el MUAC conmemoró el cincuenta aniversario del movimiento estudiantil en 2018: Gráfica del 68. Imágenes rotundas.

La muestra destaca algunos de los carteles más emblemáticos de ese momento histórico: las imágenes se agrupan en ejes temáticos y se acompañan con comentarios analíticos que identifican su uso y función en la confrontación entre el movimiento estudiantil popular y el gobierno mexicano, que ocurrió al tiempo que se preparaba la XIX Olimpiada.

Este proyecto se realiza en colaboración con el Instituto Cervantes y la UNAM Chicago.

Actividad paralela

El 2 de octubre a las 12:30 horas se llevará a cabo una charla sobre la gráfica del 68. Participan Álvaro Vázquez Mantecón, investigador de la UAM, y Amanda de la Garza, directora general de Artes Visuales y del MUAC.

Se abordará el contexto de 1968, aquello que dio origen al movimiento estudiantil, su desarrollo y cómo la gráfica se ha configurado como un aspecto central de su memoria visual. La conversación abordará las especificidades de la producción gráfica, su  iconografía y características técnicas. De igual manera, se profundizará sobre el acervo de la colección Gráfica del 68, que pertenece al Museo Universitario Arte Contemporáneo, sus revisiones y procesos de investigación actuales.

Durante la charla se proyectará una entrevista que Amanda de la Garza y Sol Henaro realizaron a los miembros de Grupo Mira (responsables de la donación de esta colección gráfica al MUAC en 2002),  con motivo de la exposición Gráfica del 68. Imágenes rotundas de 2018.

Ejes temáticos

1. Comunicación

En un país donde el poder presidencial controlaba indirecta o subrepticiamente los medios de comunicación, la gráfica producida mediante técnicas como el grabado en linóleo y los volantes hechos con copiadoras manuales o mimeógrafos fueron indispensables para que los estudiantes pudieran transmitir a los ciudadanos sus demandas de democratización y la denuncia de la represión que ejercía sobre ellos el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1968). Junto con ellos, las mantas y las consignas de los estudiantes movilizados fueron una de las principales manifestaciones de la protesta que tomó las calles de la Ciudad de México en el verano de 1968.

2. Demandas

Los estudiantes en huelga definieron su lucha en torno a un pliego petitorio de seis puntos que planteaba demandas de democratización, derechos civiles y sobre todo el cese de la violencia represiva. Los carteles expresaban esos objetivos con imágenes-consigna. Entre las peticiones más urgentes estaban la libertad a los presos políticos, el diálogo público y la plena libertad de expresión.

3. El diálogo y la fuerza

Una de las principales demandas estudiantiles era emplazar un diálogo público con el gobierno mexicano. La exigencia principal era el diseño de otra clase de relación entre gobernantes y gobernados, fundada en la razón y el debate ciudadano y no en el principio de autoridad. El gobierno respondió con violencia y engaño a ese reclamo. Esa asimetría de poder está sintetizada en las imágenes de la gráfica del 68.

4. Símbolos y emblemas

La gráfica del 68 estuvo basada en la apropiación y subversión de los referentes oficiales y la propaganda del régimen. El sello promocional de la producción nacional certificaba la violencia como principal producto del gobierno. La paloma de la paz, que era uno de los símbolos de la Olimpiada a realizarse en México en 1968, aparecía agredida por una bayoneta ensangrentada.

5. Referentes de lucha

Muchos carteles definían la identidad del movimiento en torno a referentes revolucionarios que trataban de equilibrar los símbolos locales e internacionales. La muerte del Che Guevara en 1967 en Bolivia lo convirtió en un modelo imprescindible de las luchas continentales. Los carteles también recuperaron la imagen de Demetrio Vallejo, líder del movimiento ferrocarrilero en 1958, cuya liberación fue una de las demandas del movimiento.

6. Signos olímpicos

Una táctica central de la gráfica del 68 fue reutilizar y subvertir el diseño publicitario de la XIX Olimpiada, que tendría lugar en octubre del mismo año. El famoso diseño “México 68” de Lance Wyman fue apropiado por los estudiantes para revelar que, detrás de la imagen pacifista y modernista del país, había emergido un régimen asesino.

7. Los gorilas

El movimiento utilizó como estrategia representar al gobierno de Díaz Ordaz y sus fuerzas armadas como un poder simiesco. Este estereotipo atribuía al gorila la degradación de la humanidad al uso de la fuerza bruta. Su uso fue también común en las dictaduras latinoamericanas de los sesenta y setenta, que se describían como “Gorilatos”.

8. El presidente y la bestia

La acusación de bestialidad de las fuerzas represivas también se extendió a la figura del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Los carteles lo muestran como el “alma” degradada de la expresión simiesca de la represión estatal. Esos carteles resultaron eficaces porque el público reconocía de inmediato al cuerpo de granaderos por su casco. Su disolución era uno de los puntos del pliego petitorio estudiantil.

9. Heterogeneidad

La gráfica del 68 se caracteriza por la enorme variedad de sus estilos visuales y formas retóricas. Algunos artistas que trabajaban el estilo realista y expresionista del Taller de Gráfica Popular de los años treinta también produjeron carteles. Otras imágenes remiten al pop porque recuperan imágenes de la publicidad y el cómic. Finalmente, muchos de los carteles tenían como referente y autores a caricaturistas políticos de la época.

10. Pasado y presente

Es sorprendente la complejidad de referentes históricos de la gráfica del 68. Aunque fue una producción visual de coyuntura, en ocasiones refirió a datos históricos remotos. Por ejemplo, cuando se hizo alusión a una frase que utilizó Porfirio Díaz en un telegrama de 1879: “Mátenlos en caliente”, símbolo del carácter sanguinario de su dictadura. Otras obras adoptaban formas y estrategias que evocaban el carácter anticapitalista del Mayo francés.

11. Contrainformación

La función de estos carteles fue romper el cerco informativo que se impuso al movimiento. Frecuentemente, los grabados son una crítica a la subordinación de la prensa ante el poder presidencial. A pesar de su carácter modesto y limitado, los carteles se ofrecían como un espacio de contrainformación: la documentación de aquello que ocultaba el dominio del gobierno sobre la opinión pública.

12. Circulación

Las fotografías que documentan el movimiento estudiantil evidencian que la gráfica no sólo se adhería a las paredes de escuelas y calles por donde pasaban los manifestantes, sino que se usaba para cubrir los autobuses tomados. En su modestia, estos grabados aspiraban a convertirse en un medio de comunicación de masas y son evidencia artística de uno de los principales movimientos populares del siglo XX.

13. Definir la historia

Díaz Ordaz derrotó al movimiento estudiantil por la fuerza al usar clandestinamente la guardia presidencial, ya que se acusó a los estudiantes de querer organizar una subversión armada. Esto definió el año de 1968 como un momento decisivo de la lucha democrática en México. Los carteles del movimiento contribuyeron a fijar en la memoria aquellos acontecimientos y actualmente son uno de los principales documentos de la historia reciente de México.

14. Preservación

Los carteles del 68 no estaban pensados para ser piezas de museo: se producían en condiciones de precariedad y su uso en la lucha ciudadana los hacía efímeros. Un conjunto de artistas que participaron en el movimiento estudiantil y que posteriormente se agruparon en el Grupo Mira rescató ejemplares de esta producción política para la posteridad. Les debemos también haber difundido esta obra en una variedad de libros y publicaciones. En un video incluido en esta muestra, los integrantes del grupo exploran la historia de esta producción y sus motivos para preservarla como memoria artística y política de México.

Imágenes y revuelta: la gráfica del 68. Una exhibición virtual podrá apreciarse en MUAC a partir de las 10:00 horas.

La transmisión en vivo se desarrollará en español y será por Zoom Meeting. Busca en el botón verde la liga de la transmisión.

Meeting ID: 955 7914 2603  

Transmisión en vivo

Este material se comparte con autorización de UNAM Global

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