Foto: Cuartoscuro
México y AL enfrentan un retroceso de 10 años en su desarrollo, derivado de la pandemia por la Covid-19.
La emergencia sanitaria generada por el virus del SARS-CoV-2 es uno de los acontecimientos que han marcado la historia económica de México y el mundo. Implicó el colapso de los sistemas de salud, tuvo efectos en lo social y ambiental, “una repercusión sólo vista en el periodo de la Gran Depresión”, consideró Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM.
Refirió que los meses de confinamiento ocasionaron la reducción de las actividades económicas, lo cual tuvo efectos en el Producto Interno Bruto, los empleos y en los niveles de vida y pobreza.
“No podemos seguir creciendo a costa de los ecosistemas, de la invasión de los hábitats de especies en peligro de extinción; hay que reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y la sociedad, buscar estilos de crecimientos y estrategias de desarrollo más incluyentes que permitan superar los estragos sociales y le den viabilidad al planeta y a la especie. El gran reto es lograr un crecimiento equilibrado”, añadió Lomelí Vanegas.
Durante la inauguración del Primer Congreso Internacional de Análisis Económico: La Recuperación Económica Post Covid-19, 2021-2022 en Países Desarrollados y de América Latina, organizado por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, a través de su Centro de Estudios Hacendarios, Carlos Loeza Manzanero, coordinador del centro, explicó que el año 2020 se ha convertido en un referente de la historia económica mundial, es el año de las crisis, las cuales causaron el cierre de empresas de todos los sectores y la pérdida de millones de empleos.
“Hay que fortalecer los apoyos a micro y medianas empresas, recuperar los empleos perdidos y generar los que el país necesita, combatir la pobreza, mejorar apoyos a la agricultura y el sector pecuario, construcción de caminos y otras estrategias para estabilizar el crecimiento de la inflación y mantener la estabilidad cambiara”, dijo el catedrático.
Retos estructurales de crecimiento
El mundo entero está en un cambio de época y se enfrenta a desafíos estructurales de crecimiento deficiente, desigualdad, crisis del multilateralismo, descontento social por las crisis y retos globales previos, como el cambio climático, pérdida de biodiversidad, migración y revolución tecnológica.
Afectación desigual
Hay un retroceso de al menos 10 años en América Latina derivada por la crisis sanitaria; la Covid-19 agravó los problemas estructurales de la región en lo social, económico y ambiental, expuso Juan Carlos Rivas Valdivia, egresado de la Facultad de Economía y Oficial de Asuntos Económicos de la Sede Subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en México.
Durante la primera mesa de análisis del congreso, el experto precisó que hay crecientes asimetrías entre naciones, diferencias en los avances de las vacunas, crisis de pobreza y desigualdad. “Los retos fiscales serán mantener las transferencias monetarias entre los países, en México no se dieron apoyos adicionales para superar la pobreza y la desigualdad que enfrentamos”.
Asimismo, mencionó que la pandemia afectó de manera desigual a la región de Latinoamérica y profundizó los nudos estructurales de la inequidad e impactó en gran medida la economía de las mujeres ahondando los problemas de división sexual del trabajo y concentración del poder.
Comentó que América Latina es una las regiones más afectadas por la Covid-19, “casi un tercio de las muertes en el mundo han sucedido allí, por la falta de acceso a los servicios de salud integrales y de calidad”.
Esta crisis, apuntó, agudizó los problemas de baja inversión, productividad y la permanencia de la alta informalidad en el país, tasas altas de desempleo y de empleo de bajos ingresos, lo que hace más difícil alcanzar una trayectoria sostenible e inclusive en el largo y mediano plazos.
En ese contexto, los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible serán muy difícil de lograr, opinó Rivas Valdivia.
Si bien, ha habido un rebote en la economía no será suficiente para recuperar la caída que se experimentó en el 2020. “No se alcanzarán niveles anteriores a la crisis de 2020 sino hasta 2025-2028, lo que representa una problemática palpable para las familias mexicanas”.
Por tanto, finalizó el economista, se requiere de una estrategia para recuperar la inversión y el empleo, políticas fiscales que incentiven la inversión pública y atraer y complementar la privada, ya que en los últimos 15 años la primera ha disminuido y la segunda no ha tenido la capacidad para sustituir esa inversión perdida, lo cual pospone el crecimiento de México a largo y mediano plazos.
Publicado originalmente en Gaceta UNAM