Huayacocotla: la primera radio comunitaria en México cuya voz alcanza lejos

Mariana Domínguez Batis

¿Cómo aparejar una vida espiritual con un profundo compromiso social? Ejemplo de ello es la trayectoria de Alfredo Zepeda González, S.J., quien durante décadas ha sido parte del proyecto Sierra Norte de Veracruz, que acompaña a los pueblos náhuatl, otomí y tepehua, y ha formado parte del equipo de la estación de radio comunitaria Radio Huayacocotla, La Voz Campesina, que en 2025 cumplirá 60 años.

En un emotivo encuentro, el sacerdote jesuita presentó en nuestra IBERO su libro La palabra alcanza lejosun testimonio de esas décadas de comprometida labor, pero también una pieza de memoria histórica, que reúne casos de defensa del territorio, de las resistencias indígenas y de las dinámicas migratorias que arrasan la región.

Durante su participación, resaltó el papel del proyecto Radio Huaya, que ha dado voz a las comunidades más vulneradas en sus casi seis décadas de vida, con un enfoque en la defensa de los derechos humanos, en la consecución de paz y en la reivindicación de comunidades indígenas.

Como parte de las y los presentadores del volumen, la Mtra. María de los Ángeles Hernández Alvarado, del Programa sobre Asuntos Migratorios de la IBERO (Prami), recordó que Radio Huaya es la radio comunitaria más antigua del país y ha resistido todos los embates contra este tipo de iniciativas; pese a viento y marea, sigue creciendo y llega cada vez a más personas. Su labor, forma parte de la Red Jesuita con Migrantes, a favor de la justicia social y los derechos humanos.

El Dr. Carlos Hernández Dávila, profesor del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO, resaltó el “servicio valiosísimo” que da Radio Huaya a las comunidades nahuas, tepehuas y otomíes que habitan una de las regiones más apartadas e incomunicadas del país.

El etnólogo y doctor en Antropología Social narró cómo el 23 de marzo de 1995, el gobierno en turno canceló el permiso de Radio Huayacocotla, por transmitir supuestos “mensajes cifrados”, lo que mostró una “alarmante combinación de paranoia e ignorancia del Estado mexicano”, porque más bien se trataba de mensajes en lenguas indígenas de comunidades de la Sierra Madre Oriental, como nahua u otomí.

La visión del estudiantado de nuestra IBERO fue representada por Lilian Paulina Trujillo Santoyo, estudiante de Administración de Negocios Internacionales (Hoy Licenciatura en Negocios Globales), quien fue voluntaria en Huayacocotla, una experiencia que le “cambió la perspectiva”. Durante su estancia en la sierra, la joven pudo conocer cómo la radio comunitaria genera lazos de comunicación entre los habitantes de la zona con sus familiares migrantes en Estados Unidos, en un contexto de desintegración social.

Foto: Mariana Domínguez Batis
A la presentación del libro asistieron dos mujeres del pueblo de Santa Rosa Xochiac, quienes presenciaron la primera misa del padre Alfredo hace 57 años en su comunidad. En un emotivo encuentro con el sacerdote jesuita, recordaron cómo ofició sus bodas, el bautizo de sus hijas e hijos y cómo trabajó en favor de su poblado que “aún lo guarda en su corazón”.

El religioso invitó a adquirir el libro, cuyos ingresos totales serán destinados a levantar la torre de Radio Huaya, que fue tumbada por un árbol. “Le vamos a meter 10 metros más de altura para que, aprovechando que se cayó, se oiga un poco más lejos y tengamos más alcance”, dijo entre risas y con la determinación de alguien que ha pasado su vida sirviendo a los demás.

Ilustración: Jesuitas México

Publicado originalmente en la IBERO

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