Coordinadora de la Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Honduras
El pasado 9 de septiembre se realizó el Foro-Taller Palma Aceitera y su efectos en la Soberanía Alimentaria, efectuado en el departamento de La Ceiba, Honduras. Los equipos de Biodiversidad, sustento y culturas, y de Radio Mundo Real tuvieron la oportunidad de conversar con la referente del COPINH, Berta Cáceres, sobre el avance de los monocultivos y los mega-proyectos en el país centroamericano. Ofrecemos un extracto de esta entrevista.
¿Cuál es la situación vivida en Honduras en torno a los monocultivos?
BC: En Honduras se ha impulsado muchísimo el monocultivo, la producción y comercialización transgénica y en un extremo realmente alarmante el cultivo de palma, principalmente desde la aprobación de los Tratados de Libre Comercio, que les dio mucha libertad a las transnacionales de operar y producir transgénicos que nos dañan de una manera brutal nuestra salud, provocando la pérdida de biodiversidad y soberanía en todos los sentidos: la soberanía económica y política; la soberanía de nuestros cuerpos, la soberanía alimentaria y la soberanía territorial. También la pérdida de nuestra producción. En el caso del pueblo lenca que somos custodios del maíz estamos viendo la pérdida de gran diversidad por la siembra de maíz transgénico para producir agrocombustibles.
Ahora nos amenazan también con otro cultivo además de la palma que es el piñón [Jatropha curcas]. Los relacionados con la palma, es decir el palmero de la muerte [Miguel Facusse] y otros, son los mismos que quieren la energía, quieren los bancos, tienen todo y además dieron el golpe de Estado.
El impacto en la vida no sólo es en Honduras sino en todo Centroamérica. Debemos incrementar el trabajo relacionado con los agrocombustibles para enfrentarlo. En la Mosquitia tienen previsto la siembra de miles de hectáreas de palma africana, así como en Comayagua y en el centro del país.
Además del desplazamiento y los daños a la biodiversidad ¿qué impacto tiene la palma para la soberanía alimentaria?
BC: Es grave porque la priorización que hace el gobierno es la producción de palma africana, los monocultivos para agrocombustibles, y no para alimentos. Esto impacta mucho a los productores campesinos e indígenas. Ahora en Honduras es dramática la carencia de granos básicos y el daño a los pueblos campesinos e indígenas.
La palma tiene impacto en la alimentación también porque estamos comiendo basura. Nosotros decimos que un hospital de Honduras refleja la realidad de este país de enormes carencias y empobrecimiento brutal. Mientras tanto, vemos que se van equipando la policía y el ejército; uno mira la desproporción. Esas políticas no están encaminadas a alimentar a los seres humanos sino a la militarización y a las ganancias de los grandes capitales.
¿Cuál es la situación en términos de prosecución y criminalización de la protesta social en Honduras luego del golpe de Estado?
BC: Los monocultivos, la palma, la imposición de todo tipo de megaproyectos están muy vinculados con el golpe de Estado y significan para nosotros muerte. La lucha contra el narcotráfico es una completa mentira porque está más que comprobado que el narcotráfico está ligado con el poder político. Está comprobado que transnacionales mineras operan con el narcotráfico.
En Honduras la policía y el ejército están para brindar seguridad a las empresas y no a la población. En el Aguán están cuidando los centros donde se producen el aceite de palma, están cuidando las tierras que han usurpado los grandes terratenientes y banqueros de este país. Es una política que no es nueva. EUA tiene mucho que ver con eso. El ejército está entrenado por miembros del ejército de Israel, de la Mossad, y fue clara la participación de ellos en el golpe de Estado. En Honduras hay una política de terror, de criminalización, y lo vemos cada día. Matar a tanta gente aquí no es una cosa aislada, es un problema estructural, organizado y planificado para eso.
Hay una intención por impulsar el miedo. Primero estas empresas ofrecen sobornos y por supuesto al rechazarlos y denunciarlos, lo que le ofrecen a la gente son balas o cárcel. Acá en Honduras hay un incremento de la militarización y las políticas del terror.
Además de los monocultivos, ¿qué otros mega proyectos están causando daños a las comunidades?
BC: Desde la lógica del modelo energético que impulsa el capitalismo imponen el saqueo, el desplazamiento, la privatización de los bienes comunes y la naturaleza entre ellos los ríos y el agua. Esto significa que las comunidades hacemos una lucha de vida o muerte.
Acá en Honduras hay una guerra declarada contra el pueblo y los movimientos sociales.
Acá se piensan construir en lo inmediato más de 300 represas hidroeléctricas y eso significa la privatización de todos los ríos. Y a nadie le han consultado, lo que viola el Convenio 169. Ésta es una especie de dictadura democrática.
En Francisco Morazán hay grandes proyectos eólicos a gran escala que producen impactos ambientales y pérdida de territorio. En el tema petrolero BP es dueña de casi toda la plataforma marítima de la Mosquitia. Ellos van por todo. En el tema minero hay casi 800 proyectos mineros otorgados, eso implica más de 35 mil kilómetros cuadrados.
Además las Zonas Especiales de Desarrollo-Ciudades Modelos- significan la tercerización del la justicia. Van a tener su propio sistema migratorio, de justicia, de policía, van a poder firmar tratados de libre comercio con estructuras independientes a las decisiones del Congreso Nacional.