Homenaje a Rosa Luxemburgo y a Liebknecht en Berlín en el aniversario de su asesinato

Agencias

Cientos de personas, según el partido La Izquierda, recordaron hoy ante sus tumbas en Berlín a los líderes comunistas Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en el 101 aniversario de su asesinato el 15 de enero de 1919 por paramilitares de extrema derecha, que puso fin a la «revolución espartaquista».

Entre los asistentes al tradicional homenaje a Luxemburgo y Liebknecht en el cementerio berlínes de Friedrichsfelde, se encontraba la cúpula de La Izquierda, formación que aglutina a poscomunistas y disidentes socialdemócratas, informaron los medios.

Así, acudieron al cementerio los líderes federales del partido, Katja Kipping y Bernd Riexinger; los jefes del grupo parlamentario, Amira Mohamed Ali y Dietmar Barsch, y el último jefe de Gobierno comunista de la extinta República Democrática Alemana (RDA), Hans Modrow.

El portavoz de La Izquierda, Marcus Boës, afirmó que las cuestiones que preocupaban a Luxemburgo y Liebknecht -«la justicia social, los derechos humanos, la lucha contra el racismo y una política de paz activa»- son hoy en día «más actuales que nunca».

«Las palabras de Rosa Luxemburgo son todavía hoy un referente de nuestra política», escribió Kipping en la red social Twitter, al recordar la afirmación de la líder comunista de que el desprecio a la vida y la brutalidad contra las personas muestran la capacidad del ser humano ante la barbarie.

Desde la Puerta de Fráncfort, en el barrio berlinés de Friedrichshain, partió rumbo al cementerio la tradicional marcha en homenaje a Luxemburgo y Liebknecht en la que participaron representantes de diferentes corrientes de izquierda.

«Si queremos ser fieles al legado de Rosa y Karl tenemos que ser fuertes como ellos, fuertes y estar organizados en la lucha contra la represión, la explotación, la guerra y el fascismo. La amenaza fascista no deja de crecer», alertaron los organizadores de la marcha en su convocatoria.

Se mostraron «firmes» en su convicción de que «el capitalismo no tiene la última palabra en la historia» y en su «solidaridad internacionalista».

Por su parte, la presidenta de la fundación que estudia los crímenes de la dictadura del Partido Socialista Unificado (SED, en sus siglas en alemán), Anna Kaminsky, recordó que «la violencia del Estado y las violaciones de los derechos humanos son parte intrínseca de la historia del comunismo».

«Millones de personas fueron perseguidas, desposeídas de sus derechos y asesinadas en nombre del comunismo», recordó en un comunicado

Agregó que los participantes en la manifestación han mostrado en el pasado una y otra vez que idealizan y trivializan la historia del comunismo.

«El que con pancartas se identifica aún hoy con Stalin, Lenin o Mao hace muestra sobre todo de su propia ceguera histórica», lamentó.

La fundación recordó con una corona de flores en el cementerio de Friedrichsfelde a las víctimas de la dictadura comunista.

La «revuelta espartaquista» fue el colofón de un movimiento liderado por Luxemburgo y Liebknecht con el que al término de la I Guerra Mundial (1914-1918) los marxistas e izquierdistas alemanes trataron de derribar la recién nacida República de Weimar e implantar un sistema comunista semejante al establecido en Rusia tras la Revolución de Octubre de 1917.

El movimiento, cuyos líderes fundaron el Partido Comunista de Alemania (KPD), fracasó tras la reacción de las fuerzas conservadoras que movilizaron al Ejército y a los denominados «Freikorps» (milicias paramilitares derechistas) para sofocarlo.

Publicado originalmente en EFE

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