Hipo-Tesis: ¿por qué no hay (aún) un estallido social en la Argentina?

Javier Antonio Elías*

*Universidad Trashumante

Hemos decidido partir de esta pregunta, mirando y asistiendo atónitos a los distintos levantamientos o “movimientos espontáneos” que se están sucediendo en Nuestramérica. Boaventura de Sousa Santos distingue entre Partidos Políticos, Movimientos Sociales y Movimientos Espontáneos, refiriéndose a éstos últimos como “la indignación que sale a la plaza o a los espacios públicos”. Desde ésta óptica han sucedido en Chile, Ecuador, Colombia, Brasil, y han puesto en el tapete cuestiones a observar. Intentaremos plantear supuestos de por qué no sucede en Argentina, siendo uno de los países más desiguales de la región y, si se quiere, quien ha sufrido el Gobierno que aplicó las recetas más (neo)liberales, que aún continúan.

Una de las hipótesis que nos hemos planteado observar es el manejo de las “Políticas Sociales” por los distintos gobiernos constitucionales desde la vuelta de la democracia luego de la dictadura militar, esto es, desde el año 1983 hasta hoy.

Breve historia de los planes sociales

El primer plan alimentario masivo que se realizó en el país tuvo fuerza de ley. Se trató del Plan Alimentario Nacional (PAN), presentado al Congreso Nacional, apenas asumió Raúl Alfonsin, en diciembre de 1983. Las negociaciones con la oposición, que giraban sobre el manejo de las Cajas PAN, hicieron que su aprobación se demorara cuatro meses. La ley fue aprobada el 15 de marzo de 1984, y establecía que esta ayuda se mantendría solamente por dos años. Era el tiempo que las autoridades de entonces imaginaban que demorarían en terminar con la extrema pobreza. Sin embargo, las cajas PAN tuvieron vigencia hasta el final del gobierno de Alfonsín.

Carlos Menem, a partir de 1989, puso en práctica el programa llamado “Bono solidario”, destinado a reemplazar las cajas PAN. Consistía en la entrega de bonos, distribuidos por la CGT, a familias seleccionadas. Bonos que podían ser canjeados por alimentos y prendas de vestir. Para recibirlos era necesaria una declaración jurada que constatase el estado de necesidad alimentaria. Trámite que había que realizar en municipalidades u organismos específicos. El Bono solidario fracasó rápidamente por la forma de distribución discrecional del mismo a través de diputados y senadores. Un fracaso que llevó a que algunas provincias desarrollen planes propios.

En 1990 por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires puso en marcha el Programa Alimentario Integral y Solidario reconocido bajo la sigla PAIS. Estaba focalizado hacia personas que, además de tener las necesidades básicas insatisfechas, no estuvieran cubiertas por otro programa similar. Según datos oficiales, éste plan tuvo 770.000 beneficiarios, que además de ayuda alimentaria, eran alentados a la realización de micro emprendimientos productivos. El programa Pais se mantuvo con un funcionamiento dispar hasta 1994, para ese entonces el gobierno nacional ya había lanzado el Plan Trabajar, para reemplazar al fracasado Bono Solidario. No fue el único. Desde distintas áreas se lanzaron planes de ayuda con características propias.

El gobierno de De la Rúa apuntó a centralizar los programas sociales que existían al momento de asumir. Eran 65 en total y devoraban, anualmente, 3700 millones de pesos de los cuales unos 680 provenían de acuerdos suscriptos con el Banco Mundial y el BID. La caída de Fernando De la Rua terminó de correr el telón que dejó ver un país empobrecido como nunca. Ahora también la poderosa clase media, con cacerolas en sus manos y estafada en sus ahorros, lo veía. La hambruna llevó a los saqueos. En 2002 se puso en marcha un plan de emergencia social y alimentaria. Entre el 4 de abril y el 17 de mayo de ese año, dos millones de personas se inscribieron en el programa Jefes y Jefas de Hogar Desocupados para ser asistidos con 150 pesos por mes. Una radiografía argentina de aquel entonces mostraba, según un relevamiento de UNICEF, que más del 60% de los chicos argentinos estaban por debajo de la línea de la pobreza, y 3 de cada 10, directamente en la indigencia. El Plan Jefes y Jefas de Hogar representó para el presupuesto anual del 2004 una erogación de 2.472 millones de pesos, 570 millones más de lo invertido en el 2003. En octubre de 2004 Néstor Kirchner formalizó un cambio en los planes sociales mediante la firma del decreto que reformuló el programa Jefas y Jefes de Hogar. Luego durante la presidencia de Cristina Kirchner se creó en el 2009 el “Argentina Trabaja” y la Asignación Universal por Hijos (AUH), ambos por decreto presidencial.

En la Argentina de Duhalde, a nivel nación, existía un solo Plan Social que, como dijimos arriba, benefició a 2 millones de personas, llegando a la Argentina de los Fernández a 141 planes sociales que alcanzan a 22 millones de personas y aún así, con números similares de pobreza e indigencia. 

En 2015, María de los Ángeles Higonet, senadora nacional por el PJ, provincia de La Pampa, propuso que la Asignación Universal por Hijo se convirtiera en Ley Nacional.

Finalmente, con el apoyo de todos los bloques políticos, la AUH se convirtió en Ley y entró en vigencia en marzo de 2016, durante el gobierno del presidente Macri.

En 2016 el Presidente de la Nación Mauricio Macri incorporó, con el decreto 593/16, a los trabajadores que pagaban monotributo al régimen de Asignaciones Familiares, con lo cual tendrían derecho a percibir la AUH con Discapacidad, Prenatal y Ayuda Escolar.​

En 2016, el gobierno de Mauricio Macri aumentó la cantidad de beneficiarios de la AUH, al integrar a los monotributistas, y los montos pagados a los beneficiarios, además crearon por decreto presidencial los programas Plan Nacional de Primera Infancia, Creer y Crear y la Pensión Universal por Adulto Mayor con un ingreso del 80% de la jubilación mínima para personas mayores de 65 años y que no cuentan con la cantidad de años de aportes necesarios para poder jubilarse. Por otra parte existe el Ingreso Social con Trabajo dividido en Argentina Trabaja que pasó a llamarse Hacemos Futuro y en Ellas Hacen, que son otros planes sociales.

Las prestaciones varían según sean para Asignación Familiar por Prenatal, la Asignación Familiar por Nacimiento y Adopción, la Ayuda Escolar Anual, la Asignación por Embarazo para Protección Social, la Asignación Familiar por Hijo, la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Familiar por matrimonio, la Asignación Familiar por Maternidad, la Asignación Familiar por Cónyuge, la Pensión Universal por Adulto Mayor, Programas de Transferencias Condicionadas (PTCs), Hacemos Futuro y Becas Progresar. ​En la Argentina de 2018, 3 de cada 10 familias argentinas eran beneficiarias de la asistencia de un plan social.

Intentaremos mirar en qué momentos esos planes sociales pensados e ideados por los organismos de poder (BID, Banco Interanmericano de Desarrollo y Banco Mundial), son hoy “administrados” por quienes se presentan como “cuestionadores”. 

A partir de nuestras búsquedas de cómo aportar (desde la Red Trashumante) a las articulaciones por su innegable “necesariedad”, llegamos en el año 2001 a ser parte de la C.O.P.A. (Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas), situación que nos permitió conocer de muy adentro la experiencia de las organizaciones piqueteras o MTD (Movimiento de Trabajadores de Desocupados). En esa interacción con los compañeros pudimos entender el proceso y grado de organización que habían alcanzado. El movimiento todo, fue capaz de aglutinar y movilizar más de 10.000 familias. 

Durante los gobiernos de Menem, desde su creación, los planes sociales instaurados en ese momento (Plan Trabajar) eran manejados a discreción por los punteros políticos que reproducían la lógica partidaria, capitalista y verticalista. A través de haberse organizado, cuestionado y hacer explícita la formación, al asumir Fernando De La Rua la presidencia del país, y luego de diversas luchas, los compañero/as lograron cambiar la lógica del manejo de los planes. Comenzaron a usar el plan, como recurso de la organización, que venía con la experiencia y la formación de asamblea participativa y democracia deliberativa, en oposición al verticalismo y liderazgos despóticos. Y esos recursos, a la par de la sobrevivencia, los transformaron en prácticas formativas, productivas, educativas realmente No Capitalistas, como reflejo de la organización de lucha y sobrevivencia que venían acumulando.  

Todo esto a partir de la coordinación de los distintos referentes de los movimientos de desocupados. Era tal la rotación de la “representatividad” a la hora de las negociaciones, tanto en el momento de los cortes, como y cuanto iban a transferir los funcionarios los planes, que la frase de aquellos (funcionarios) era, “siempre tenemos un interlocutor distinto”, sin comprender la lógica en cuestión. 

Las Asambleas Barriales que se constituyeron luego del estallido de 2001, por un tiempo interesante siguieron el ejemplo de las organizaciones sociales que habían surgido en la década de los 90, en cuanto intento de organización. Al tener presente y latente la consigna hacia lo “político” del “Que se vayan todos”. Esta manera de hacer política, de entender la vida, prefigurar el mundo soñado, se mantuvo por unos años más. El primer gran golpe o primera “cooptación” la podemos ubicar a finales del año 2.003 cuando el presidente recién asumido Nestor Kirchner derogó las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, atrayendo la simpatía de las organizaciones de Derechos Humanos. El segundo gran quiebre o “paso” de las organizaciones que pasaron de pensar la Autonomía a disputar espacio en el peronismo o en la cuestión electoral, puede ser ubicado en el llamado conflicto campo-gobierno en el año 2008, el Movimiento Campesino comenzó a tener algunos militantes como funcionarios de Cristina Kirchner. Y un tercer momento, lo podríamos ubicar en el 2015 con la asunción de Mauricio Macri donde las organizaciones sociales (por suerte no todas) leen que la única manera de enfrentar al Neoliberalismo es con el peronismo.

En ésta última etapa es donde se crea la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) donde confluyen tres grandes sectores y otros mas pequeños en cuanto a capacidad de movilización: CTEP (Movimiento Evita, MTE, Movimiento Nacional Campesino Indigena, La Dignidad, ETC), CCC y Barrios de Pie, organizaciones campesinas, pequeñas cooperativas, cartoneros, etc.

El rol de los movientos sociales que se acercaron al Kirchnerismo en el manejo de los planes sociales

El que alcanza mayor protagonismo durante el gobierno de Néstor kirchner fue Luis D´Elia, máximo referente de la Federación de Tierra y Vivienda. Organización había nacido en el seno de la CTA a principios de los años 2000. Casi igual protagonismo en incidencia o llegada al gobierno alcanza Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita. Estos dirigentes fueron los que concentran y distribuyen mayor cantidad de planes sociales durante la presidencia de Nestor Kirchner. No podemos dejar de mencionar a Hebe de Bonafini quien junto a Sergio y Pablo Schoklender, crearon la cooperativa “Sueños Compartidos”, manejando fondos públicos para la creación de viviendas sociales, terminando ellos junto a varios funcionarios de turno, procesados por defraudación al Estado Argentino.

Luego de la muerte de Nestor Kirchner y a finales de la primera presidencia de Cristina Fernandez, éstos principales aliados comenzaron a trabajar por la candidatura de Florencio Randazzo y ésto les valió el odio de Cristina Fernandez e hizo que ésta se “apoyara” en la creación y sostenimiento de La Campora, con Maximo Kirchner como principal referente.  

Los movimientos en el manejo actual de los planes sociales

Acordamos plenamente en la consigna zapatista que ningún gobierno surgido de las elecciones solucionará los reales problemas de la gente. Para muestra, sobran botones. Ni bien asumida la presidencia del empresario Mauricio Macri, el día 22 de diciembre de 2015 Juan Grabois ingresa al Ministerio de Desarrollo Social y acuerda con la ministra Carolina Stanley que los movimientos sociales a los cual él dirigía y representaba no realizarían cortes de calles ni grandes movilizaciones a cambio de que se les otorgue mayor manejo de los planes sociales. Dicho por el propio Juan Grabois, los pobres “solo tienen para negociar la paz social” y esto es lo que ha mantenido a la República Argentina sin grandes movilizaciones desde el año 2015.

Luego con la excusa de que no siga gobernando (excusa que aún se mantiene) el neoliberalismo, Grabois se acerca a Cristina Fernandez y se comienza a pensar el hoy “Frente de Todos” cuyo acercamiento de los demás dirigentes mencionados, llevan a la presidencia a Alberto Fernandez.

No conocemos a ciencia cierta el porcentaje real de cuánto administran estas políticas públicas los hoy mal llamados, por haber devenido en funcionarios, dirigentes sociales.

En la estructura actual del Gobierno hay varios líderes de movimientos sociales, ex piqueteros, que manejan la mayoría de esos planes a nivel nacional.

Fernando «Chino Navarro, nombrado por el presidente Alberto Fernández como secretario de Relaciones Políticas y Parlamentarias dentro de la Jefatura de Gabinete, a cargo de Santiago Cafiero y Emilio Pérsico, el secretario de Economía Social en el Ministerio de Desarrollo. Ambos pertenecen al Movimiento Evita.

El segundo de Pérsico en el ministerio es Daniel Menéndez que es el subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local y es el candidato 16 en la lista del Frente de Todos en PBA. Menéndez es el líder del Movimiento Somos Barrios de Pie, que se fusionó en los últimos días con el Movimiento Evita. En esa estructura dentro del ministerio trabaja Rafael Klejzer, que tiene el cargo de la Secretaría de Economía Social y es el líder del Movimiento Popular La Dignidad.

A estos se suma Esteban «El Gringo» Castro el Secretario General de la UTEP que recientemente logro la personería gremial y forma parte del Consejo Económico Social del Gobierno. Uno de los que quedó afuera de este reparto de cargos es Juan Grabois, (MTE) pero tiene gente suya trabajando en el Ministerio de Desarrollo Social y también en otros organismos del estado.

El diputado Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) es otro de los que forma parte del reparto.

Nombres y números que indignan y escandalizan. Otrora compañeros que levantaron banderas por un cambio social, hoy recibiendo las migajas de los gobiernos de turno, sosteniendo la indignación y hartazgo de la gente, haciendo de diques de contención. Esta manera de trabajar los hace ejecutores de las políticas pensadas en los centros de poder para los países dependientes, produciendo un letargo social, muy difícil de combatir. Estás breves reseñas nos permiten acercarnos aunque sea mínimamente a esbozar una hipo-Tesis de porqué no asistimos aún a un gran ESTALLIDO SOCIAL.

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