Mi nombre es Enrique Ávila Carrillo. Yo estudié para profesor de educación básica porque era una forma más rápida de empezar a obtener ingresos. Entrabas a esa carrera después de la secundaria, eran tres años y después ya podías hacer la Normal Superior. Ése fue el motivo, pero después ya me gustó la carrera. Me gusta dar clases.
Empecé a dar clases en 1964. Cuando entré al magisterio, estaba recién derrotado el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) de Othón Salazar, lo habían derrotado en 1960. Me tocó la cruda de la derrota; dicen que la victoria tiene mil progenitores y la derrota es huérfana. Todo mundo andaba buscando culpables en el magisterio.
Había un grupo incipiente formado en la corriente del estalinismo, que era el que daba más fuerza ahí, contrario al MRM, que era el chivo expiatorio por la derrota tremenda de los años sesenta: la Liga Espartaco. Empecé a tener contacto con los jóvenes maestros de la primaria que pertenecían a esa corriente y con ellos empecé a participar en pequeñas luchitas.
Recuerdo haber ido a algunas manifestaciones de apoyo a los médicos en 1965; en 1966 participé en Morelia en la Marcha de la Libertad, porque estaban en la cárcel Efrén Capiz y Aguilar Talamantes; en 1967, marché contra la guerra de Vietnam. Pero los movimientos fuertes empecé verlos a partir del movimiento estudiantil de 1968. Tuve algunos círculos de estudio, algunas veces me consideré militante, pero nunca milité abiertamente.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), corriente disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la fundamos hasta 1979.
Éramos muchas tendencias, corrientes y fracciones en contra del charrismo sindical. El SNTE siempre ha sido coto particular de poder del Estado. Dos eran las puntales del corporativismo: la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el SNTE. El SNTE lo controlaba el Politécnico, Jesús Robles Martín, pero en 1971 -con la entrada de Echeverría- le quitan al Politécnico y crean Vanguardia Revolucionaria con Jonguitud Barrios, quien dominó el sindicato de una forma brutal.
Al interior del sindicato había tendencias de todo tipo en cuanto a ideología, a posiciones pragmáticas y hasta religiosas; maoístas, trotskistas, estalinistas, hasta los movimientos guerrilleros tenían formas de expresión. Pero todos coincidíamos en contra del charrismo sindical de Jonguitud Barrios, quien además era muy violento.
En 1979 hubo una serie de circunstancias de carácter económico: se descubrió petróleo en Chiapas, y todavía no se empezaba a instalar la maquinaria cuando el costo de la vida ya se había destapado un cien por ciento. Entonces, los sueldos de los maestros de un día para otro no alcanzaron. Eso radicalizó a las secciones de Chiapas, que se levantaron porque el golpe económico fue brutal. Se vino el boom y acordamos en diciembre de 1979 convocar a una reunión nacional de corrientes, grupos, tendencias, opositoras al charrismo, y en Tuxtla Gutiérrez fundamos la CNTE. La CNTE, si no me falla la memoria, la fundamos el 18 de diciembre de 1979.
El compromiso que tuvimos todos los que estuvimos ahí fue que las corrientes desaparecían porque ahora era una coordinadora general. Los únicos mensos que lo hicimos fuimos nosotros, todos los demás siguieron funcionando como corrientes al interior.
Ataques históricos contra la educación básica
En la etapa del presidente Luis Echeverría llegó una de las primeras reformas contra las formas de enseñanza. Rosa Luz Alegría, esposa de uno de los hijos de Echeverría, encontró que quienes habían ido a la guerra de Corea, habían recibido una educación conductista y que les había dado buenos resultados: la teoría de Skinner. Pero eso fue en la guerra de Corea, y 15 o veintitantos años después vinieron y la aplicaron masivamente en la educación básica sin tomar en cuenta la cultura general, ni las formas de enseñanzas que venían de antes. Esto creó un caos impresionante en la educación. Fue la etapa de “áreas de enseñanza”: juntaban en la secundaria Historia, Geografía, Civismo, en una sola materia. Ése fue el primer golpe serio, muy grave, que se tuvo que corregir años después porque el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de los años ochenta tuvo que reconocer que del uno al diez, a la UNAM se entraba con tres punto cinco, después de hacer el examen de admisión. Así que se tuvo que regresar a las asignaturas. Con esta etapa del conductismo empezó la verdadera crisis de la educación.
Los diferentes gobiernos priistas, y ahora panistas, han tenido un problema fundamental: hacen las reformas siguiendo la moda internacional y tomando siempre como base modelos que han sido aplicados en países donde ya no se aplican, porque sus resultados han sido negativos. El ejemplo es España. La crisis que tiene ahorita no nada más es económica, es educativa y cultural, por un reforma similar a la que están aplicando en este momento aquí.
En estos últimos 30 años se han hecho varios intentos de reforma educativa: primero el conductismo, después el constructivismo, ahora la educación por competencias, etcétera. Con esto, lo único que ha sucedido es que el nivel general de la enseñanza ha descendido, pero no por culpa de los maestros o los alumnos, sino porque es una verdadera crisis de la enseñanza. Esa crisis la han introducido los diferentes gobiernos que han llevado a cabo reformas educativas sin tener resultados de la anterior reforma.
Las reformas actuales
Muchas de las veces esas reformas son sexenales, el gobierno que entra las hace. Lo más grave es que nunca se había dado el caso de que directamente organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estuvieran dictando los estándares, las formas de aplicación de estas reformas educativas.
Lo que quieren con estos cambios es aún más grave: que el nivel de razonamiento cognoscitivo de los jóvenes sea mucho menor en cuanto a razonamiento social y mucho mayor en cuanto a razonamiento administrativo, matemático, de tal forma que los muchachos sepan resolver rápidamente problemas de destreza y de habilidad, pero no de conocimiento, de razonamiento, de discernimiento. Eso lo dejan a un lado. Esto ha hecho que la educación en los últimos años esté en una verdadera crisis, y si a eso le aumentas que todo el sistema no ha priorizado el empleo, la posibilidad de que los jóvenes que egresan tengan una oportunidad de empleo, se agudiza la crisis, que es internacional. Aquí tiene mayores efectos porque está toda esta tradición de lucha, de resistencia.
Eso por un lado, el otro es que nuestro país es de los pocos que quedan con enseñanza Normal. La Normal surge en la Revolución Francesa y es la base de sustentación ideológica del estado capitalista, dotadora de maestros que van a llevar las ideas y reglamentos de la nueva clase social que está gobernando; pero eso también trae su antítesis. Las normales se van convirtiendo con el tiempo en escuelas críticas que protestan, que tienen unidad social porque la mayoría de los estudiantes son gente económicamente modesta o hijos de campesinos. Es una salida del campesino a la ciudad: puede dejar el campo y convertirse en maestro en una ciudad. Entonces, estas escuelas se convierten también en focos de resistencia y con el tiempo empiezan a salir resistencias armadas de las normales. Son ejemplos Lucio (Cabañas) y Genaro (Vázquez), pero hay muchos más. En ciudad Madera, de los ocho que murieron ahí, tres eran maestros de primaria.
La Alianza por la Calidad Educativa (ACE) es una verdadera vacilada de Elba Esther Gordillo (lideresa vitalicia del SNTE). El magisterio, a través del tiempo, con sus altas, sus bajas y la corrupción que existe, se ha dotado de una cosa que se llama sistema escalafonario, donde concurren tu antigüedad como profesor, tus conocimientos y tus aptitudes. Sin embargo, ella implementa en 1990 –cuando llega por primera vez a ser secretaria general- una especie de escalafón “horizontal”, como ella lo llama, que es la Carrera Magisterial.
Antes, tu actualización eran tus estudios personales, tu carrera de maestro de primaria, de secundaria, tu maestría, tu doctorado, tu especialidad, lo que tú fueras estudiando, ya fuera en universidades o en la Secretaría de Educación Pública. Ahora, con la carrera magisterial, si metes una serie de cursos de fin de semana, o sea que durante todo el año te la pasaste en cursos, te los revalidan. Así, en vez de ganar cien vas a ganar 110, y si al otro año haces lo mismo, a lo mejor ganas 120; pero si al otro años ya no estudias y tus alumnos salen mal en un escalafón escolar interno (en otras palabras, te peleas con el director por charro, etcétera), te baja tu ficha y al final del año, esos 120 pueden volver a cien o hasta 90.
Para entrar a la carrera magisterial, que es el antecedente de la ACE, nos requerían ser maestro de base. En el magisterio existen los maestros interinos y los maestros de base; la inmensa mayoría de los maestros son interinos. En una escuela donde hay 20 profesores, 12 son interinos y ocho de base. Esos ocho ganan mil pesos y tú, que eres interino, ganas 600, y haces el mismo trabajo.
Ya desde ahí mete la división esta señora porque ya no vas a levantar una demanda común de aumento de salario, sino que ya te individualizó para que tú busques -por medio de cursitos, o meterte a tal escuela, o los fines de semana, o ahora por la computadora- tener otro papel y aumentar tu salario. Te importan un cacahuate los otros 19. Ése es el antecedente de la ACE.
Ahora con la prueba universal se pone peor el asunto. A tus alumnos les van a hacer una prueba, pero son tan burdos que a veces son pruebas traducidas mecánicamente de otras que les han aplicado en Finlandia, entonces truenan aquí los pobres muchachos con pruebas de ese tipo. A los maestros -yo soy profesor de Historia-, en lugar de preguntarme de historia me preguntan reglamentos administrativos, cuál es el reglamento que impide que haya deserción escolar, qué artículo, en fin, tonterías de ese tipo. Entonces, van a tomar lo que tú sacaste con tus alumnos y lo que tú sacaste en tu prueba personal y van a hacer su promedio. Eso va a incidir en tu salario y en la seguridad de tu empleo. Si repruebas, te van a dar un año que vas a tener que pasar en cursos y más cursos; te vuelven a hacer el examen y, si lo repruebas, vas a tener problemas porque ya demostraste que para eso no estás hecho.
Alternativas para mejorar la calidad de la educación
La educación está en el mismo nivel que la ha mantenido el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde Miguel Alemán para acá, pero el problemas es que la educación siempre había sido la base fundamental de apoyo del PRI. El sindicato se le salió de control (o por lo menos la mayoría de la dirección, bien sea por esta señora, por la CNTE, que es fuerte y tiene otras perspectivas, o por otras circunstancias) y ya no es aquel todo corporativo donde el día de las elecciones iba el secretario general y se comprometía a 800 mil votos. Eso quedó rebasado. Ahora lo han utilizado como terreno de lucha política entre diversas facciones que antes nada más era del PRI.
Es falso que no seamos los maestros evaluados, siempre hemos sido evaluados. La principal evaluación son los exámenes finales de nuestros alumnos. Se da seguimiento. Por ejemplo, si tuviste 40 alumnos, ¿cuántos de esos alumnos entraron a la secundaria, cuántos de esos alumnos entraron a la preparatoria, cuántos de esos alumnos están en profesional? Eso se ha hecho siempre. Obviamente no es lo mismo la calidad educativa de la Ciudad de México en la colonia Roma, a la de los niños que están sentados en la arena en el Mezquital, donde no hay luz eléctrica ni pizarrón.
Ellos lo hacen con toda la mala intención del mundo porque lo que quieren es constreñir el mundo educativo. Si yo tengo grupos de 20, quieren meter grupos de 50 niños; si tengo grupos de 50, quieren que no los atienda nada más de ocho a 12 y media, sino que me quede hasta las cuatro de la tarde. Lo que quieren es una mentalidad estajanovista de lo que debe ser la educación en el salón de clases: tiempo, tiempo, tiempo. Incluso se plantea que debes de ver en una sesión de labores 26 aspectos, desde el pase de lista hasta la evaluación final, en 50 minutos de clase. En Finlandia son tres horas.
Traen burdamente el concepto de explotación de la fábrica al trabajo del maestro. Incluso ya no se quiere que se le llame profesor o maestro, sino que se le llame facilitador. Tú ya no vas a enseñar, a discutir, a hacer que razone, sino nada más le vas a facilitar al muchacho las posibilidades para que aprenda a ser hábil y diestro. Ahí es donde está el problema, porque existe toda una gama de profesores que ven afectada su materia de trabajo con esto de la ACE. Muchos lo aceptan porque no les queda de otra, pero no crean que están muy conformes.
A los muchachos les perjudica fundamentalmente en cuestiones de autoestima. Los meten en una competencia absurda, tonta, de tipo éxito, en dos etapas. Primero al interior del grupo: el exitoso, el dirigente, el líder -ésta era la führer education que se daba en las escuelas de Adolfo Hitler, que se tenía que enseñar a que fuera el líder, que destacara al interior. Luego los llevan a toda la escuela, luego los llevan con ese espíritu de competitividad con otras escuelas, hasta que llegan a topar con las otras escuelas que tienen un mayor nivel y ahí empiezan las frustraciones. Lo más fuerte es que les quitan su espíritu de colectividad y les introducen un pensamiento de individuo.
Ese es el origen de todo el problema, que no quieren que haya alumnos, grupos, escuelas, regiones, que tengan un pensamiento colectivo. Por ejemplo, en Chiapas los muchachos querían saber lo que era un examen porque nunca habían hecho uno; estuvieron diciéndole al maestro que les hiciera uno. El maestro dijo: “bueno, les voy a hacer un examen, saquen su cuaderno y contesten tres preguntas”. Las terminaron de escribir y automáticamente se juntaron todos a discutirlas. Ellos tienen el concepto de discusión para hacer ese examen, no sabían, el maestro no les explicó y no era la idea, de que era individual, porque ese es el concepto acá, y los muchachos lo tienen colectivo. Acá, no digo que sea colectivo pero se trata de crear dentro de tus alumnos un concepto de colectividad, no de individualidad. Y eso con las reformas, desde hace 30 años, es lo que ha estado siendo golpeado sustantivamente.
Protesta contra la evaluación universal
Oaxaca es un triunfo. No sólo se detuvo, sino que se echó para atrás y puede haber otras alternativas que ya están trabajando. Oaxaca es de los pocos estados de la república donde la mentalidad colectiva está mucho más presente que la mentalidad individual. Lo mismo puede pasar en Michoacán. Tenemos en contra a la opinión pública manipulada brutalmente por las televisoras, todo lo que hagas inmediatamente te lo reviran. Con estas movilizaciones se ha logrado detener el avance de estas reformas, que son planes que vienen directamente de la OCDE, que lo que plantea es hacer más con menos maestros, sueldo, gasto.
Los padres deberían estar conscientes de que esta lucha no es para tal o cual cosa, sino que es una lucha en general que va a elevar. Imagínate un niño que sea individualista; ahora imagínate a un niño que tenga una mente colectiva, que resuelva los problemas en común. Cuando se logre desarrollar esa mentalidad van a desaparecer muchos problemas como el bullying y ese tipo de tonterías que existen en la actualidad; hasta podría ser una buena defensa en contra del narcotráfico, de las tienditas y de todo lo que está alrededor de los jóvenes, que no es cualquier cosa.
Publicado el 18 de junio 2012
Estimados: soy estudiante del posgrado en Historia de la UNAM y, junto a otros compañeros, estoy organizando un coloquio sobre la historia del magisterio para el mes de diciembre, por lo cual me gustaría ponerme en contacto con el profesor Ávila. ¿Ustedes podrían pasarme algún dato para contactarlo? Gracias.
Aquí les dejo el link de la convocatoria para que vean que lo que les digo es cierto: http://coloquiomovimientomagisterial.blogspot.mx/