Hambre de pensar

En el consumismo todo se vende, todo se compra, reina la mercancía. La doctrina madrastra (porque madre es otra cosa) es la idealización del Mercado. Casi, casi, como un dios castigadorHay hambre de comida. Crimen de lesa humanidad. Y hay hambre de pensamiento. El pensamiento también se come. Se digiere. Se metaboliza.

Siempre quise saber cómo sería vivir en la Edad Media.  Ahora me estoy enterando. Los dislates de los enemigos son tolerables, pero los derrapes de los amigos, compañeros, compañeras, de cierta cercanía, del arco progresoide, de las izquierdas clasistas y no tanto, de cierto peronismo que cree que combatir al capital es sostener a los capitalistas nacionales y otras rarezas, esos derrapes son para mi gusto, insoportables.

El ponderado ataque de pánico es reemplazado por el ataque al adoctrinamiento. Lo más extraño que escuché, y eso que por mi profesión escucho muchas cosas extrañas, algunas dichas por mí, es que si se hubiera adoctrinado Milei no hubiera ganado. Pero demonios: ¿y por qué entonces no adoctrinaron?

Lo que resulta insoportable es admitir que se adoctrinó y que no alcanzó. Dato mata relato. Lo que el actual mandatario que es mandado por el Gran Otro sirvió en bandeja, es un debate sobre que es hoy una Doctrina.

O sea: lo que está en disputa es el contenido de la Doctrina. ¿O acaso la batalla cultural, que la derecha reivindica, no es adoctrinamiento?

Decir Campaña del Desierto en vez de Masacre de Poblaciones es adoctrinamiento. Decir Descubrimiento de América, Dia de las Raza, es adoctrinamiento.

Entonces lo que habría que discutir para intentar prender un foco de luz en la Edad Media, es el contenido del adoctrinamiento y si hay resto de pensamiento para inventar nuevas Doctrinas.

La doctrina del consumismo (consumir consumo) está averiada, porque el consumo está en retirada. Recordemos que consumir consumo no es lo mismo, casi es lo opuesto, a consumir cosas.

Consumir cosas rescata el valor de uso, consumir consumo aumenta valor de cambio. En el consumismo todo se vende, todo se compra, reina la mercancía. La doctrina madrastra (porque madre es otra cosa) es la idealización del Mercado. Casi, casi, como un dios castigador.

Los mercados reaccionaron bien, los mercados esperan, los mercados están nerviosos. Teme al adoctrinamiento el Gran Adoctrinador. Y como la peor defensa es no atacar, la respuesta es: “si hubiéramos adoctrinado”. Me parece que hay que sentirse orgulloso de adoctrinar.

Freud escribió que ninguna generación puede ocultar sucesos de importancia a las generaciones posteriores. Ayer di una clase para alumnos y alumnas de una Universidad de México. Lamentablemente en el mismo Hotel que se alojó el Gran Adoctrinador. La mayoría ignoraba quién fue Espartaco. Cuando me preguntaron contesté: alguien que no creía en la correlación de fuerzas. Si hubiéramos adoctrinado…

Hasta hace poco se hablaba de la formación de cuadros.  Hoy asistimos a la deformación de los cuadrados. Y cuadradas. Después de la marcha por la universidad, el des-honorable Congreso no dio quorum. Las ratas en el nido fueron alimentadas con bastante queso.

Hay hambre de comida. Crimen de lesa humanidad. Y hay hambre de pensamiento. El pensamiento también se come. Se digiere. Se metaboliza. Ayuda a todo tipo de crecimiento desde el afectivo hasta el intelectual.

Hace poco le regalé a un amigo la novela de Anatole France La Rebelión de los Ángeles. Conviene leerla para saciar el hambre de pensar.

Publicado originalmente en Pelota de Trapo

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