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Ciudad de México, 6 de febrero de 2015. A más de cuatro meses de que 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa sacaran a las calles a millones de personas en todo el mundo, para Omar García, vocero de los normalistas de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, “la experiencia más grande que nos podemos llevar de este lamentable hecho, es que despertó la consciencia de hombres y mujeres en muchos países”.

El estudiante que sobrevivió a los ataques de la policía municipal en Iguala el 26 de septiembre, cuando desaparecieron 43 de sus compañeros de escuela, esa noche no sólo le cambió la vida a ellos sino también a millones de personas, porque ese día se inauguró una inmensa lucha, sentenció Omar García durante una entrevista con el Centro Nacional de Comunicación Social A.C  (CENCOS).

Los 43 no son mártires

Para el joven estudiante normalista ni ellos, ni los padres de familia van a aceptar que el Estado, convierta a sus compañeros en mártires. “No vamos a permitir que esos cabrones a costa de los estudiantes desaparecidos se beneficien políticamente”, y añade que tampoco van a aceptar que ningún movimiento social, ni si quiera el de ellos, conviertan a los jóvenes normalistas en víctimas para abanderar otro movimiento más grande.

“La etapa que sigue en esta lucha es la siempre demanda de la presentación con vida de nuestros compañeros, pero hay que hacerla hermanados, y necesariamente tiene que estar abanderada por una verdadera transformación del país, sino no sirve”, refiere Omar García

“El gobierno mexicano anunció una nueva etapa en su represión”

Durante la rueda de prensa en donde el procurador Jesús Murillo Karam, emitió la versión sobre los hechos del pasado 26 de septiembre en Iguala, que según las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), corroboraba la versión de la incineración en el basurero de Cocula de los estudiantes. Omar García señaló que en ese momento también ordenó a las fuerzas públicas que se trasladaran a Guerrero  para contener la posible respuesta, que ya él avecinaba, del pueblo que no aceptaría su versión de los hechos.

“Con este anuncio también el Estado mexicano abre una nueva etapa contra este movimiento. Ellos manifestaron que ya no van a permitir una sólo movilización en el estado y refirieron que no van a tolerar acciones vandálicas y de violencia, pero nosotros como movimiento no vamos a caer en eso y no vamos a ser parte de su juego”, puntualizó el vocero de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa.

“No tenemos miedo”

Con un Guerrero militarizado y un movimiento social activo, García declaró que el Estado le apuesta a la confrontación y ellos simplemente la evaden, no por cobardes, porque de eso no tienen nada. El vocero puntualizó en la acción del pasado 18 de diciembre en el 27 batallón de Infantería de Iguala, cuando padres de familia y estudiantes de la normal de Ayotzinapa, protestaron en el cuartel donde decenas de militares nerviosos ante una multitud armada de la indignación, corrían de un lugar a otro.

Ante la rabia de los padres de familia que le exigieron a los militares que les permitieran entrar a los cuarteles para buscar a sus hijos, cientos de militares se apostaban en las entradas de las instalaciones de la infantería y sin estar armados los padres y madres derrumbaron la puerta del lugar con un camión, alcanzando a pisar cinco metros de aquel lugar.

Omar García recuerda aquel día donde quedó demostrado que ya no le temen a nada. “Seguramente ese día los militares y el gobierno se preguntaron: ¿si desarmados fueron capaces de hacer eso, imagínense lo que pudieran hacer si lo estuvieran? – Pero a esa posible pregunta nosotros respondemos- no lo vamos a hacer, porque no somos tontos”, expresó el estudiante normalista.