El viernes 18 los vecinos de Coyoacán habían conseguido que el delegado de su zona, Valentín Maldonado, los recibiera a las seis de la tarde. En la mañana les avisaron que no los atendería “debido a su apretada agenda”.
Los vecinos sostienen que esta cancelación muestra más de lo que esconde: “vemos en estas actitudes que para el delgado es más importante mejorar su imagen con la elaboración de posadas, el regalo de piñatas y fortalecer estructuras clientelares que garantizar nuestro derecho a un ambiente sano, a una vivienda digna y al acceso al agua potable contemplado en el artículo 4° Constitucional”.
Sus reclamos son claros. Por un lado exigen a Maldonado y a Mauricio Toledo (anterior jefe de la delegación, quien tampoco goza de la estima de los locales) que presenten las evidencias de que han solicitado la cancelación del proyecto Zodes.
Fue la resistencia contra la Zona de Desarrollo Económico y Social (ZODES) Ciudad del Futuro que pretendía construirse en el terreno que hasta hace unos años, fue la sede de la Planta de Asfalto del gobierno del Distrito Federal, y que los vecinos preferían que fuese conservarse como bien público. Lo que quieren entonces, es evidencia fehaciente de que la Zodes no va más en Coyoacán.
También demandan que “la Delegación elimine las estructuras clientelares para dotar de agua a sus habitantes”, – que se hicieron particularmente fuertes durante la gestión de Toledo – , amparándose en el derecho humano al agua.
También exigen un cobro equitativo del impuesto predial. Los vecinos organizados sostienen que es necesario que ese impuesto sea revisado, ya que “nuestras colonias populares pagan lo mismo que las residenciales”. A la vez que reclaman que los jerarcas y los diputados asambleístas de Coyoacán tomen cartas en el asunto y revisen la forma en que se cobra el mencionado impuesto y “que aboguen por una estructura de recaudación de impuestos que no ponga en riesgo nuestra economía”.
A la vez que demandan que los jerarcas, particularmente Maldonado, contenga los hostigamientos que las empresas inmobiliarias hacen a los ciudadanos “y que se respete el uso del suelo en la delegación.”
“Nuestra exigencia no es otra que el cumplimiento de nuestros derechos: al agua, al ambiente sano, a la información y a la vivienda digna. Conquistas sociales que creemos no deben ser negadas a nadie.”
Foto: Somos el medio