Chilpancingo, Guerrero, 08 de octubre. Al unísono y cantando la consigna: Vivos se los llevaron, vivos los queremos, Chilpancingo fue testigo de una de las marchas más nutridas de su historia, que demandó presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos y justicia para los tres ejecutados. Los profesores de la entidad declararon un paro indefinido en apoyo a los estudiantes de Ayotzinapa.
Una manta con la leyenda Ni perdón, Ni olvido encabezó los diversos contingentes de la manifestación, en la que participaron cerca de 30 mil personas y que midió cerca de cinco kilómetros.
Familiares de los normalistas desaparecidos, estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, egresados de la misma, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la educación (CETEG) de diferentes regiones del estado, estudiantes de normales públicas y privadas de Guerrero, la sección 18 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero, organizaciones sociales, colectivos, representantes de comunidades, estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero y otras instituciones educativas, así como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria de Tixtla y simpatizantes marcharon con una sola demanda: justicia para los tres normalistas asesinados y la presentación con vida de los otros 43 que, desde el pasado 26 de septiembre, se encuentran desaparecidos.
La manifestación, que partió alrededor del medio día de la estatua a Nicolás Bravo -al norte de la ciudad-, tomó rumbo al sur, marchando por el carril de alta velocidad de la Autopista del Sol, que conecta a la Ciudad de México con el puerto de Acapulco. Los contingentes se dividieron a la altura del congreso del estado. Algunos se quedaron bloqueando las vialidades por algunos minutos y otros continuaron el recorrido, adentrándose a las principales avenidas de la capital.
Alrededor de las 16:00 horas, la marcha arribó al zócalo de Chilpancingo, en donde se realizó un mitin. La CETEG anunció un plantón indefinido en ese mismo lugar en solidaridad con la Normal de Ayotzinapa y para exigir la derogación de la reforma educativa presentada por el presidente de la república, Enrique Peña, y aprobada por la cámara de diputados y el senado de la república.
A través de un comunicado de prensa, la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos repudió la masacre del pasado 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, en donde asesinaron a tres normalistas, dos quedaron lesionados de suma gravedad y 43 continúan desaparecidos. Aseguraron que no confían en las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia del Estado porque no tiene ni la capacidad ni legitimidad para asumir esta responsabilidad. Por eso reivindicamos la necesidad de que el equipo argentino de antropología forense sea quien realice, de manera independiente, las investigaciones para determinar la identidad de los cuerpos que fueron encontrados en cinco fosas clandestinas en la periferia de Iguala.
Con respecto a la salida de las instalaciones de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa de visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, los normalistas aseguraron no confiar en ellos por que en el año 2011 -cuando fueron asesinados dos estudiantes en el curso de un bloqueo carretero, Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús-, este organismo no presentó resultados que ayudaran a dar con los responsables y a que se hiciera justicia. Denunciaron además que las familias de los estudiantes asesinados el pasado 26 de septiembre no han recibido algún tipo de apoyo por parte del gobierno estatal ni federal.
Trece días han pasado de la desaparición de los normalistas y aun no se sabe nada de su paradero. A pesar de que el gobierno del estado, encabezado por Ángel Heladio Aguirre Rivero, lanzó una campaña para tratar de limpiar su imagen y comenzar a cerrar el caso, Chilpancingo sólo fue una de las muchas ciudades de México y del mundo en donde ayer se levantó la voz para exigir justicia por los normalistas asesinados y desparecidos por fuerzas de seguridad.