González Casanova y la idea de “aprender a aprender”

Patricia López Suárez

Más que un experto teórico sobre la inter, trans y multidisciplina, Pablo González Casanova ha sido un interdisciplinario en los hechos, que pone este ejercicio académico en acción y ha hecho dialogar a las ciencias y las humanidades, afirmó Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades.

“Para él, la interdisciplina es una convicción conjunta que convierte en artilugios teórico-metodológicos y formas de proceder, en las que la sociología es una ciencia relacional”, señaló.

En el marco de los festejos por el centenario de vida del ilustre sociólogo, exrector y fundador de instituciones, el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), del que es investigador emérito y exdirector, organizó la mesa redonda virtual Aportaciones de Pablo González Casanova a las Ciencias Sociales, moderada por su titular, Miguel Armando López Leyva.

Al referirse en la primera ponencia a la interdisciplina del autor, Valencia García aseguró que el homenajeado logra en su obra vincular de forma rigurosa y creativa dos mundos (el científico y el humanístico) que se nos ofrecían como separados, para intentar un diálogo y un acercamiento.

“Más que un afán agregativo de dimensiones, niveles y conceptos, lo que tenemos con González Casanova es un afán articulado, con el que se habla de acción histórica, política, cívica, humana y ecológica.”

Valencia subrayó que en el pensamiento del sociólogo hay también una dimensión pedagógica que se expresa en lo que él siempre trae a colación, que es la idea de “aprender a aprender”.

Jorge Cadena Roa, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), abordó la figura de González Casanova como promotor de las ciencias sociales en México mediante la creación de instituciones como el propio CEIICH, del que fue fundador y primer director; del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (Comecso), que también fundó y dirigió; y de notables colecciones editoriales de formato colectivo.

Al referirse al CEIICH, recordó que es una entidad académica adscrita a la Coordinación de Humanidades de la UNAM, cuyos objetivos generales son integrar, coordinar, promover y realizar proyectos académicos interdisciplinarios en los campos de las ciencias y las humanidades.

Fue creado el 20 de enero de 1986 como Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades, y el 28 de abril de 1995 se le asignó la tarea de ampliar sus funciones para incorporar de manera institucional las disciplinas científicas.

Cadena Roa dijo que don Pablo es muy sobresaliente. “Tiene una obra personal de alto nivel académico, con contribuciones innegables y una gran influencia, pero es también reconocido como fundador e impulsor de instituciones de las ciencias sociales, como el Colegio de Ciencias y Humanidades, el apoyo a la universidad abierta, el CEIICH y otras innovaciones como la creación de programas de estudio y formación de profesores e investigadores, además de su carrera institucional como director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), del IIS y rector de la UNAM”.

Destacó su papel como formador de especialistas en sociología y en ciencias sociales con pensamiento crítico, pues ha sido profesor en cursos y seminarios, además de formar a muchas generaciones de profesionales.

Asimismo, ha sido defensor de diferentes causas, y es un ejemplo de liderazgo académico y moral. “Siempre ha sido un hombre de convicciones, entre las que resaltan la generación de conocimientos científicos que ayudaron a la profesionalización de las ciencias sociales, el respeto a la pluralidad, la promoción de la democracia, la igualdad y justicia, los derechos de los individuos y de los colectivos”.

Recordó también sus aportes para la constitución del Comecso en 1977, que comenzó con 12 instituciones académicas y hoy agrupa 90, además de que tiene estudios de posgrado.

Dijo que este organismo tiene entre sus funciones la profesionalización de especialistas en ciencias sociales, la publicación de antologías en sociología, promover la descentralización de esa disciplina, vincular la docencia y la investigación y desarrollar investigación empírica.

A la mitad de una década convulsa

Ricardo Pozas Horcasitas, investigador emérito y exdirector del IIS, abordó la trascendencia del libro La democracia en México, que Pablo González Casanova escribió en 1965, a la mitad de una década convulsa, marcada por la profundidad e intensidad de los cambios sociales y políticos del país.

“En el tiempo en que escribió el texto, el autor fue director de la hoy FCPyS. La democracia en México es considerada la tradición crítica de las ciencias sociales, la primera versión sociológica contemporánea sobre el sistema político mexicano.”

Aseguró que la obra, escrita en el contexto de un gobierno autoritario, abre un nuevo estado cognitivo de la realidad social y política mexicana.

Publicado originalmente en Gaceta UNAM

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