Santiago, 21 de febrero. Enviados del gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera llegaron hoy a un acuerdo en materia de salud con dirigentes sociales de la región de Aysén, quienes advirtieron que mantendrán sus protestas hasta que sean atendidas el resto de sus demandas. Para avanzar en las negociaciones exigieron como prioridad una solución al alto costo de los combustibles.
Previamente se habían desatado disturbios en Puerto Aysén, en la Patagonia, con saldo de una gasolinera destruida con bombas molotov, algunos saqueos, la prolongación de bloqueos carreteros y algunos paros. Incluso, hubo agresiones a funcionarios públicos y cadenazos a cables del tendido eléctrico, lo que aún tiene sin energía a la capital provincial Coyhaique.
Hemos cerrado los requerimientos de la ciudadanía en materia de salud
, declaró el ministro del ramo Jaime Máñalich, quien viajó a la región para reunirse con dirigentes de la protesta. Iván Fuentes, uno de los líderes del movimiento, confirmó que ha sido un acuerdo muy relevante
.
Máñalich expuso que el acuerdo prevé la construcción de un centro de diálisis, el envío de especialistas y un nuevo hospital. Sin embargo, dijo que los habitantes le hicieron ver que el tema más relevante para la comunidad local es el costo de los combustibles y su escasez, lo que desató la batalla campal en la gasolinera incendiada.
Desde Santiago, Piñera dijo estar abierto al diálogo con la comunidad, pero pidió que no haya violencia. Le quiero pedir a la gente de Aysén una cosa: que no recurramos a la violencia. Las tomas, las barricadas, los incendios, las bombas molotov no aportan nada, recurramos al diálogo
. Aseguró que su gobierno tiene un plan de desarrollo por regiones.
Los habitantes, movilizados desde hace más de una semana ante la situación de aislamiento en que el gobierno mantiene a Aysén, exigen se atiendan diversos problemas que afrontan en materia de salud, educación, alimentos, pesca, transporte y vialidades, por lo que entregaron a la comitiva un pliego petitorio de 11 puntos que involucra a distintas carteras.
En otro orden, Chile mantenía cerrada su frontera con Perú ante lluvias torrenciales que desenterraron minas personales y antitanques sembradas durante la dictadura pinochetista.