El 70 por ciento de personas de entre 25 y 34 años de la comunidad gitana no tienen el nivel de educación secundaria, mientras que el 94 por ciento de la población de Eslovaquia de la misma edad tiene al menos ese nivel terminado, indicaron cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Lo mismo sucede con las tasas de abandono escolar, en la que el país se mantiene como uno de los más bajos en la Unión Europea, pero que se dispara en la comunidad gitana con un 83 por ciento.
Diversas organizaciones denunciaron la discriminación contra los gitanos en Eslovaquia, donde los alumnos de la comunidad llenan las escuelas “especiales” para niños con discapacidades mentales en un 60 por ciento, a pesar de ser una minoría en el país. Tan sólo en 2013, un 88 por ciento de los niños que asistieron a este tipo de escuela eran gitanos.
«Las escuelas especiales tienen estándares de educación más bajos, con currículos reducidos, y están destinados para niños con discapacidades mentales leves. Atender a las escuelas especiales reduce las oportunidades de los niños gitanos para completar la secundaria y pone obstáculos a sus oportunidades en el mercado laboral», señaló una portavoz de la Comisión Europea en Educación, Cultura, Juventud y Deportes.
El gobierno defiende que la alta concentración de gitanos en “escuelas y clases especiales” se debe al supuesto incesto que practica la comunidad y que genera defectos genéticos en los niños.
«El gobierno ha usado el argumento del incesto en la comunicación con la Comisión Europea antes de que la carta oficial de requerimiento fuese enviada, es decir, durante la fase piloto en diciembre de 2014. Estas comunicaciones son confidenciales por lo que la UE no informará sobre ellas, pero el hecho de que la Comisión haya abierto el proceso por infracción después de eso debería responder a la pregunta sobre si la Comisión consideró esa respuesta satisfactoria», Barbora Cernusakova, investigadora de Amnistía Internacional en el país, donde en el 2015 se abrió un proceso por infracción de ley sobre discriminación.
Pero además de las escuelas, otra forma de exclusión son los “barracones escuela”, los cuales fueron adoptados por el gobierno en el 2013 por Eslovaquia como solución temporal a la falta de plazas, indicó AI. Pero estos barracones están específicamente colocados en asentamientos gitanos, denuncia la ONG Open Society Foundations, lo que propicia la segregación y el aislamiento de la comunidad del resto de la población eslovaca.
Eslovaquia ha sido objetivo de críticas por sus ideas discriminatorias, donde la última fue por su postura ante la acogida de refugiados y migrantes provenientes del medio oriente y algunos países africanos, argumentando que únicamente aceptaría refugiados cristianos.
Con información de eldiario.es