Santa María Huiramangaro, Michoacan.
En esta tenencia del municipio de Pátzcuaro, durante todo el año tres personas del pueblo de Santa María Huiramangaro y sus familias hacen todos los preparativos para realizar esta fiesta tradicional durante tres días y en la que agradecen al niño Jesús la llegada del año nuevo del calendario Gregoriano y donde también se pide en oraciones los deseos para las próximas fechas.
Los encargados o cargueros se dedican de tiempo completo en estas fechas y muchos otros días previos a alistar todos los detalles para que la fiesta salga bien o mejor que el año pasado. En dichos preparativos hacen comida para todos, pagan orquestas y bandas de viento para amenizar todo el día, ofrecen bebida para todos los invitados y siempre se procura mantener el ambiente de celebración y hacen lo posible para divertir y agasajar a todos los miembros de la comunidad y visitantes, siempre con aportaciones y apoyos de los demás pobladores de Huiramangaro, pues muchos parientes y vecinos aportan cartones de cerveza, tequilas, además las mujeres realizan un trabajo descomunal al ayudar en la cocina durante horas y horas, ayudan a decorar el nacimiento, hombres acondicionan la pista de baile y los comedores, otros pobladores aportan comida y trastes, hacen tortillas, menudo, pozole, churipo, chicharroncitos, buñuelos con atole y kurundas, entre muchas más cosas deliciosas.
Los “norteños” o personas que se han ido a trabajar a Estados Unidos, muchas de las veces aportan también en buena medida apoyos económicos para la realización de la fiesta de su pueblo.
Los cargueros o personas que toman los cargos, son voluntarios que se van rolando y que cada año se responsabilizan para prestar su casa, donde recibirán a todos los invitados, a los músicos, a los comensales y claro, a los pastores, diablitos (chatos) y negritos, personajes esenciales que le dan carácter y significado a esta celebración propia del pueblo P´urhépecha. Después de que el último día del año se ponen de acuerdo y se pide permiso a las autoridades de la jefatura de tenencia, la celebración empieza en grande a partir del primer día de Enero.
Esta celebración en Huiramangaro, toda la alegría de la gente, convivencia, trabajo colectivo, fiesta, baile y catarsis sirven en gran medida para hacer por unos días los problemas cotidianos a un lado y disfrutar de la vida, pero también sirven para fortalecer los lazos comunitarios entre los pobladores del pueblo, esta fiesta ayuda a enriquecer las relaciones, a olvidar rencores y añejos conflictos, pues durante la fiesta todo mundo convive y se divierte con todo mundo.
A pesar de que Huiramangaro tiene grandes problemas como comunidad indígena, la celebración ayuda a recordar que a fin de cuentas todos son hermanos y que los problemas que afectan a uno afectan finalmente a todos.
Actualmente Huiramangaro se ve perjudicado por diversos fenómenos, uno de ellos es que se ha perdido la lengua materna, el P´urhépecha, esto debido a la llegada e influencia de culturas ajenas, donde las modas y el capitalismo, el consumismo y la fascinación por la costumbres de las grandes ciudades se han ido introduciendo y han ido orillando a parte de la población a descuidar sus tradiciones propias, que tienen que ver con la religión, la agricultura, la elaboración de artesanías, los saberes como pueblo originario y la misma lengua materna.
Las tierras de Huiramangaro, el territorio que da sentido a la existencia de sus pobladores hoy mismo se encuentra bajo graves amenazas, pues Aguacateros de distintos municipios han aprovechado la desorganización comunal de huiramangaro para arrebatarles tierras, como es el caso de caciques de Tingambato.
Por otra parte el sector de ejidatarios en Huiramangaro no han dado una postura seria de defensa de la tierra, sino por el contrario, muchos de ellos han empezado a vender las tierras al mejor postor, donde muchas veces los interesados son empresarios de tierra caliente y Uruapan, esto representa un nefasto y preocupante problema, pues después de que por tantos años las tierras han sido comunales y por donde la gente puede transitar libremente, recoger leña, llevar a pastar a sus animales y tomar caminos inmemoriales para visitar a sus parientes de otras comunidades hermanas, hoy mismo estas tierras se están convirtiendo en huertos privados de aguacate, donde hay mallas de alambre, patrones ajenos a las comunidades y sus pistoleros que te apuntan con el arma y te amenazan para que salgas de las tierras privadas.
Los aguacateros y terratenientes buscan apoderarse de hectáreas para expandir su imperio contaminante y deforestador del aguacate (oro verde de exportación), monocultivo con agroquímicos que hoy es fuertemente impulsado por gente pudiente ya que es un gran negocio que beneficia más que nada a los inversionistas, no a las comunidades.
Todos estos desastres en el territorio de Huiramangaro se deben fundamentalmente a que la comunidad está de alguna manera dividida y corrompida por los ya conocidos partidos políticos, lastres de descomposición, traición, oportunismo, carencia de ética y verdadero compromiso social.
Los partidos del el PRD y PRI actualmente con mayor presencia en Huiramangaro generan y mantienen divididos a los barrios del pueblo,se pelean por los programas de gobierno, buscan comprar conciencias y acarrear gente para fortalecer su partido, siempre hacen hasta lo imposible para apoderarse de la tenencia, engañan, dividen, condicionan, malforman, deforman, tergiversan, corrompen, desorganizan, pudren, claro, como usted ya lo sabe, como está pasando en la mayoría de las comundiades indígenas y por la misma razón por la que estallaron el pueblo de cherán o Nahuatzen.
A pesar de este panorama tan obscuro que hemos descrito, la bella comunidad escondida de Santa María Huiramangaro y que cuenta con una hermosa capilla, unica en su tipo y del siglo XVII, mantiene un fuego de vida y alegría en la cotidianidad de sus pobladores, sus costumbres, escenarios y ambiente de calidez que siempre está presente en las personas que ocupan y nacieron en este pueblo, además ya sabemos que la calidez y la fraternidad siempre están presentes en nuestras comunidades de la meseta P´urhepecha.
La rica tradición y cultura de estos lugares y su esencia indígena se han convertido en algo simbólico de nuestra identidad como mexicanos, incluso se han convertido en gran atracción turística y son conocidas en el país y fuera de él. La fiesta de año nuevo de Huiramangaro, su carnaval con sus máscaras, su música, sus bailes y sus tradiciones no son la excepción.
Los Pastores
Los pastores son un grupo de adolescentes vestidos de azul cielo que representan a la cofradía de campesinos que hacen peregrinación y van en busca del nacimiento del niño Jesús, para darle la bienvenida, hacer oración y pedirle bendiciones. Este grupo de jóvenes son orientados por un mayor de la comunidad para aprender las oraciones, las coreografías, el significado de todos los elementos y el sentido de esta costumbre.
Llevan listones de colores y estandartes que representan la fe y la fertilidad. Los pastores se presentan en las 3 distintas casas de los cargueros, los cuales albergan imágenes de pequeñas esculturas del tiempo de la colonia que conforman el nacimiento del niño Jesús, estos nacimientos son puestos en altares en tres diferentes casas y la gente y los pastores hacen las visitas y ofrecen rezos para agradecer y pedir por el año nuevo.
Una vez terminadas estas celebraciones las reliquias de los nacimientos (las imágenes) son devueltas al templo, donde se resguardan por un año más, esperando ser adoptadas por un nuevo carguero y esperando recibir las oraciones de una nueva generación de pastorcitos del pueblo.
Los diablitos o chatos
Recordemos que toda esta celebración ha sido construida y adaptada a través de siglos, por pensamientos paganos y cristianos, puesto que una parte fueron las enseñanzas y doctrinas de los evangelizadores que llegaron a las comunidades indígenas desde hace muchísimos años, pero otra gran parte que da vida a estas tradiciones son el bagaje y cultura de los pueblos p´urhépecha con su adoración a los elementos naturales y sus propios modos de celebrar la vida, pongamos como ejemplo las fiestas del Corpus para poder ver esa mezcla de culturas y adopción del cristianismo, adaptado en la vida de las comunidades de nuestros pueblos originarios.
Los Diablitos, estos singulares personajes, picarescos y alocados son la antítesis de los pastorcitos, son los engendros que buscan contagiar el pecado, el desorden, los vicios, la embriaguez, el carácter perverso, pero al mismo tiempo cómico y de una teatralidad que roba la atención a todos los propios y extraños.
Participar como chato enmascarado no es simplemente ponerte una máscara y salir a bailar a la calle, el juego de las máscaras consiste en que todo aquel que se decida a salir a bailar enmascarado nunca deberá de hablar para no ser reconocido por sus parientes ni amigos, siempre expresarse por señas o movimientos, el chiste es poder andar en toda la fiesta creando un nuevo personaje sin que nadie descubra quién eres, lo que te obliga a actuar, caminar, bailar, moverte y comportarte muy diferente, pues desde el momento en que alguien descubra quién eres a pesar de tu mascara, todo pierde sentido y se acaba el encanto, la magia pues es poder hacer todas las travesuras y relajo como diablo sin que nunca nadie sepa quién estaba detrás de la máscara, por lo cual ya existen algunas técnicas de seguridad, donde por ejemplo los chatos usan doble mascara, por encima la que ellos elijan para mostrar y abajo una máscara de luchador que se agarra mejor a la cabeza por si llega a caerse la original.
Los Diablitos mejor conocidos como “Los Chatos” estos personajes vienen siendo los pervertidores de los pastorcitos, pues ellos por el contrario no quieren recibir ni agradecer al niño Jesús. Son también estos enmascarados la parte más interesante de la fiesta, pues con el correr de los años, al ser representados por los jóvenes que cuentan con inagotables energías y de tanto peso en la comunidad, han ido construyendo a través del tiempo toda una cultura de Los Chatos que va robando el escenario de los 3 días de celebración, tan atractivo y de tanta popularidad es el baile de los chatos (cero coreografía) que desde hace algunos años, durante el día 4 de Enero las mujeres se han organizado y se han vuelto desobedientes para ellas también salir a bailar enmascaradas, danzando también anárquicamente, embriagándose y festejando igual que lo hacen los varones, pues anteriormente este baile estaba prohibido para las mujeres.
Habrá que observar que en la personificación de estos Diablitos se puede ver como esa influencia externa de la que hablábamos ha ido cambiando la costumbre de la comunidad, pues originalmente las máscaras que se usan y que tradicionalmente ofrecen un significado muy específico son las de diablos y de madera policromada, como las que se elaboran en la comunidad hermanada de Tócuaro, pero debido a que son artesanías caras y de que requieren de gran destreza para su elaboración, muchos jóvenes han optado por disfrazarse de personajes de la televisión, personajes comerciales, usando máscaras de plástico que están más cerca de la cultura del llamado Halloween y que se han ido introduciendo poco a poco, robando mucho espacio a las máscaras de madera de los originales diablitos.
Los Negritos
La teatralización y danza de los negritos es acompañada por una orquesta de cuerdas. Los personajes esencialmente son un sacerdote, sus sacristanes, un matrimonio joven y la feligresía.
El acto consiste que a partir de que salen del domicilio de uno de los organizadores de los negritos, comienza el padre a repartir bendiciones y promesas religiosas de dudosa confianza.
En realidad se mofan de la religión católica de alguna manera, pues el padrecito se sube a algo parecido a un pulpito y da un sermón chusco y sin sentido.
Además se la pasa dando consejos y recetas infalibles para la vida de los pobladores, van de casa en casa llevando música y baile, pero al mismo tiempo el chascarrillo y las bromas de un clérigo que se aprovecha de la fe y de su autoridad religiosa para manipular a la gente.
Durante la teatralización el padrecito también bendice a un matrimonio de jóvenes inexpertos, inmaduros que buscan el consejo del santo padre, el cual los pone a prueba, sometiéndolos de una forma cómica a trabajar, a la mujer en el metate y al hombre cargándole la yunta.
En esta última ocasión se pudo observar también la celebración chusca de una quinceañera y la aparición de diablos trajeados que representaban a la clase política, acompañando al padrecito, repartiendo bendiciones y falsas promesas por todo el pueblo, sin faltar la música, el festejo y el baile.
Toda la información escrita de esta publicación es producto de multiples entrevistas hechas a pobladores de la comunidad de Huiramangaro. Ademas de acontecimientos presenciados por los creadores de esta publicación.
Fotos de Agus Ruiz