El Movimiento por Justicia del Barrio es, somos, una organización que desde diciembre del 2004 lucha en nuestro barrio por un mejor mundo, por la vida. Luchamos por la liberación de las mujeres, lesbianas, homosexuales y transgéneros, razas de color y pueblos indígenas.
Estamos en contra de las injusticias que día a día vemos que pasan en nuestra y en otras comunidades dignas como nosotros, en la ciudad entera de Nueva York, en el país y en el mundo. Estamos en contra de los malos que se hacen gobierno y los capitalistas, porque ellos usan su dinero para apoderarse de todo lo que nos pertenece como comunidades.
El Movimiento por Justicia del Barrio es, somos, una comunidad del Este de Harlem, Nueva York, conocida como El Barrio. Decidimos organizarnos porque vemos que por más que le hagamos de un modo y de otro para poder vivir dignamente como seres humanos, nomás no nos dejan. Empezamos a luchar por una vivienda digna, o sea porque en nuestros apartamentos tengamos las condiciones de un lugar saludable en donde nuestras familias puedan estar seguras. Pero los caseros y el gobierno municipal de Nueva York quieren desalojarnos por ser familias de bajos recursos económicos. No podemos pagar costosas rentas por un apartamento, y por eso nos quieren sacar de nuestras viviendas de El Barrio.
Nosotros estamos cansados de tanto mal vivir en condiciones de ventanas rotas, techos cayéndose, goteras en la cocina y el baño, sin calefacción ni agua caliente en el invierno. Ellos, los caseros y el gobierno local nos fuerzan a vivir mal hasta que nos desesperamos y decidimos mudarnos a otro lugar. Entonces los caseros renuevan sus edificios y rentan los apartamentos a gente rica. Al mudarnos no termina nuestro padecer de vivienda porque esto pasa en toda la ciudad, en todo el país y en todo el mundo. Los ricos nos despojan de nuestros espacios como comunidad y toman todo lo que como comunidad nos pertenece. De esa manera el sistema capitalista nos despoja de nuestros hogares para hacer sus proyectos de rezonificación o desarrollo comunitario. Es así como los ricos y los políticos llaman a la forma que usan para destruir nuestras comunidades.
Así como nos pasa aquí en El Barrio, así pasa en todo el mundo. Los políticos locales de la ciudad cambian leyes y hacen propaganda para que nuestra comunidad acepte los propósitos de destrucción sin poner resistencia. Los ricos destruyen nuestras culturas con sus intenciones de construir centros comerciales, lujosos hoteles y edificios para oficinas de bancos. Dicen que producirán empleos, pero empleos con salarios mínimos que no dan ni para vivir mal. Todo lo que dicen se oye muy bonito pero no es más que destrucción para nuestra comunidad.
Los ricos y los políticos quieren quitar nuestras pequeñas tienditas o bodegas, pequeños restaurantes, nuestras tiendas de música, y a los vendedores ambulantes de las esquinas. Todo esto es parte de nuestras tradiciones y cultura, de lo nos hace orgullosamente diferentes. Es la forma como algunas familias ganan honradamente la vida. A cambio de esto nos convierten en mano de obra barata para trabajar en sus lugares lujosos, que ocuparán espacios que antes eran nuestros como comunidad. Además, nos obligan a comprar lo que ellos nos quieren vender y al precio que ellos quieran. Así quieren destruir la cultura de los que somos: afro-americanos, latinos o asiáticos. Quieren destruir lo que nos hace ser El Barrio.
Los políticos nos atacan para destruirnos, por ejemplo usan a la policía como si fuera ejército. No nos dejan convivir como comunidad porque la policía patrulla en nuestro barrio, nos hostiga. Nos detienen y nos interrogan sin motivo alguno, tan sólo por nuestro aspecto y apariencia. A los que somos jóvenes nos detienen por nuestro corte de pelo o por nuestra forma de vestir o por la música que nos gusta escuchar. A quienes nos gusta convivir afuera de nuestras viviendas y tocar instrumentos, como maracas o tambores, que son parte de nuestras culturas, la policía nos molesta porque no quiere que seamos comunidad. La policía nos ha hostigado, ha tratado de intimidarnos y ha limitando nuestra libertad de expresión cuando nosotros, el Movimiento por Justicia del Barrio, protestamos organizada y pacíficamente para denunciar el abuso de los caseros y del Departamento de Vivienda del gobierno municipal de Nueva York. La policía en nuestro barrio es igual a inseguridad.
Los medios de comunicación como la televisión, el periódico y la radio son usados para mentir a la comunidad y engañarla. La concejal municipal de El Barrio, Melissa Mark-Viverito, hace propaganda de estar luchando para que la comunidad no sea desalojada. En la televisión y el periódico sale información de reuniones sobre esto. Sin embargo, en el Consejo Municipal de Nueva York, en donde se aprueban los proyectos de rezonificación o desarrollo comunitario, Melissa Mark-Viverito y el Alcalde Bloomberg votan a favor de la destrucción de nuestras comunidades. Eso no sale en la televisión, el periódico o la radio porque no les conviene. Los ricos controlan a los medios de comunicación.
En el Movimiento por justicia del Barrio nos organizamos de manera autónoma, es decir que los miembros decidimos todo lo que hacemos como organización. Como nosotros somos los afectados por los problemas, somos quienes sabemos cuál es la solución, lo que necesitamos. Así debe ser en todo el mundo, que la comunidad tome el poder de decidir qué y cómo deben trabajar las organizaciones. Nosotros, el Movimiento por justicia del Barrio, hacemos las reuniones en los edificios en donde vivimos, ahí analizamos nuestros problemas de vivienda. De esta forma, en colectivo los vecinos decidimos autónomamente qué soluciones necesitamos.
De forma colectiva y autónoma decidimos que la misión de Movimiento por justicia del Barrio sea luchar por la liberación de las mujeres, ya basta de tanto machismo. Luchamos por la liberación de las lesbianas, homosexuales, y transgénero. Ya basta de tanta discriminación por ser diferentes, somos seres humanos con dignidad. Luchamos por la liberación de las razas y de los pueblos indígenas. Tenemos que luchar por el respeto a nuestras diferencias y crear espacios para todos; que estemos orgullosos de nuestras culturas, de nuestras comunidades. Luchar contra lo que se repite en los medios de comunicación sobre la igualdad que ellos quieren, o sea que todos compitan por ser iguales sin respetar nuestras diferencias como la de ser mujer.
En nuestras reuniones buscamos la forma de destruir la mentira de que no vale la pena organizarse porque los ricos y el gobierno son intocables. Nosotros nos hemos organizado en contra de nuestros caseros y del gobierno municipal de Nueva York y no hemos perdido un solo caso. También organizamos el Encuentro de Nueva York por la dignidad y contra el desplazamiento, al que invitamos grupos y personas organizadas contra el desplazamiento de las comunidades en Nueva York. En el Encuentro nos reunimos más de 38 grupos. Nos reunimos para saber quiénes somos, en dónde estamos y cómo nos organizamos para vivir con dignidad. Así nos dimos cuenta que en todas las comunidades de la ciudad pasa lo mismo. Sin embargo, no sólo nosotros nos organizamos y luchamos, hay otros que también dicen “ya basta”.
Desde el Movimiento por Justicia del Barrio decidimos lanzar la Campaña internacional en defensa del Barrio. La compañía multinacional Dawnay Day Group de Londres compró 47 edificios en El Barrio y anunció que subiría 10 veces más la renta de nuestros apartamentos, ¡imagínense cuánto es 10 veces más! Entonces nos dimos cuenta que el enemigo era muy grande y teníamos que hacer nuestra lucha tan grade como él. Nos organizamos y enviamos una delegación a cinco países de Europa porque allá hay grupos y personas que conocen y apoyan nuestra lucha por vivienda digna. La delegación se reunió con más de treinta grupos. A través de videos explicábamos nuestros pensamientos, nuestra situación, cómo luchamos y el problema con la multinacional Dawnay Day Group. Como resultado de nuestra Campaña internacional en defensa del Barrio logramos vencer a la multinacional. Ahora enfrenta un proceso de embargo por no poder pagar la hipoteca de sus propiedades. Las familias que habitamos en estas propiedades estamos listas para seguir luchando por nuestros sueños.
En el 2005, el Movimiento por Justicia del Barrio se adhirió a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Después de entenderla nos vimos en ella. Entendimos que la Sexta es una opción para hacer un mundo nuevo para todos, es el medio para que entre todos los de abajo hagamos una lucha tan fuerte como lo es la dignidad en nuestras comunidades. Vemos cómo corazones de todas partes del mundo hacen suya la Sexta Declaración como nosotros lo hicimos. Nos damos cuenta que no sólo en México o Nueva York si no que en muchos rincones del mundo hay corazones dignos que resisten y luchan por construir un mundo nuevo para todos.
Como migrantes mexicanos somos parte de la Otra Campaña. En el Movimiento por Justicia del Barrio decidimos formar parte de la Otra Campaña para poder poner nuestro esfuerzo junto con todos y todas para que no más mexicanos se vean forzados a tener que dejar a su país buscando una forma de vida para sus familias. Que sea posible que quienes queremos regresar podamos hacerlo, y quedarnos en nuestro lugar de origen con los nuestros.
Publicado el 01 de Diciembre de 2009