Ciudad de México | Desinformémonos. El Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) condenaron y exigieron justicia por el asesinato de Rolando Crispín López, integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIITDTT), de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ) y de la Asamblea Popular de Álvaro Obregón en Juchitán, Oaxaca, sucedido el pasado 22 de julio al terminar su servicio como policía comunitario.
“Fue cobardemente asesinado por una persona encapuchada, al parecer policía municipal de Juchitán, quien desde un mototaxi disparó y asesinó al compañero”, expresaron el CNI y el CIG.
Aseguraron que el asesinato del policía comunitario y defensor del territorio forma parte de la ofensiva emprendida por los gobiernos y las empresas transnacionales en contra de la comunidad binnizá de Álvaro Obregón, la cual “con dignidad y determinación defiende su territorio ante la invasión y destrucción por parte de los megaproyectos eólicos”.
De acuerdo con la APIITDTT y la Asamblea Comunitaria de Álvaro Obregón, cuando Crispín terminó su jornada como policía comunitario se acercó a una tienda en la calle Benito Juárez, a donde llegó un mototaxi rojo con un sujeto encapuchado “quien de manera artera y cobarde disparó en repetidas ocasiones”.
“Varios vecinos de la comunidad pudieron identificar al agresor, cuyo apodo es ‘escarda’ y quien responde al nombre de Alejandro Matus Chávez, conocido por ser policía municipal activo, trabajador al servicio del ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza”, agregaron las asambleas.
Las comunidades binnizá, junto con el CNI y el CIG, exigieron justicia y castigo a los autores materiales e intelectuales del asesinato, así como responsabilizaron a los gobiernos estatal y federal “por su incapacidad para dar seguridad a los defensores de derechos humanos”.