Las Damnificadas y Damnificados Unidos de la Ciudad de México lamentamos profundamente la emergencia que sufren nuestras hermanas y hermanos de Veracruz, Puebla, Hidalgo y otras entidades tras el paso del huracán Grace. Exigimos, para ellas y ellos, atención justa que garantice el pleno resarcimiento ante las violaciones a sus derechos humanos.
Los huracanes son fenómenos naturales inevitables y recurrentes, juegan un papel importante en los procesos ecológicos de este planeta. Las emergencias se construyen socialmente y son completamente evitables. El Estado está obligado a prevenir estos eventos y garantizar condiciones para que ninguna persona pierda la vida o su patrimonio como resultado de ellos. En ese sentido, es el responsable de toda emergencia por dejar de hacer su trabajo manteniendo expuestos a miles (o millones, porque expuestos estamos casi todos) de habitantes.
Nuestro colectivo nació de otra emergencia, la del sismo del 19 de septiembre de 2017. Y de ella nacieron, poco a poco, nuestras posiciones. Hoy estamos ciertas y ciertos en que el Estado es responsable de las muertes y de que miles de familias nos convirtiésemos en damnificadas. Sus omisiones irresponsables y hasta criminales implican graves violaciones a nuestros derechos humanos. Por lo tanto, el Estado tiene la obligación de resarcir, con cargo a los recursos públicos, la totalidad de las viviendas y patrimonio afectado o perdido tras el paso de Grace; además de ser culpable de las 13 muertes y de cualquier otra que se documente en los próximos días, por lo que debe generar política que garantice la no repetición y la indemnización a sus familias.
Gracias a la lucha de nuestro colectivo y a la solidaridad del pueblo de México, las damnificadas y damnificados unidos de la Ciudad de México logramos el reconocimiento de esa obligación por parte del Gobierno de la CDMX, que ha tenido que destinar recursos públicos por ya 4 ejercicios fiscales para la recuperación de nuestras viviendas. Hoy tenemos la obligación moral de defender ese precedente para que cualquier damnificado de ahora, ya sea por el sismo o el huracán, o de mañana por cualquier razón, sea atendido de la misma forma o mejor.
Tenemos también la obligación de señalarle a todas las familias que hoy sufren una tragedia como la que padecimos que, en este país los derechos se alcanzan organizándose y luchando. Ustedes encontrarán su propio discurso y sus propios mecanismos de organización, pero siempre que lo necesiten contarán con Damnificados Unidos de la Ciudad de México.
Ustedes definirán las demandas, su discurso y sus acciones, aunque nos parece que, de manera inmediata, la Comisión Nacional de Derechos Humanos debe iniciar un expediente e investigación por estas graves violaciones a los derechos humanos de las víctimas de Grace. Es imprescindible conocer qué funcionarios e instituciones de los tres niveles de gobierno incumplieron con las obligaciones que establece la Ley General de Protección Civil y demás normatividad aplicable y, por lo tanto, son responsables del fallecimiento de las 13 personas y de la violación de derechos como a la vivienda, a la conservación del patrimonio y otros para miles de familias. Asimismo, el Estado debe asegurar los fondos necesarios y suficientes para garantizar la plena recuperación de las viviendas, el patrimonio y las condiciones de vida de las familias afectadas, al menos con las mismas características que tenían antes del paso del Huracán y con plena seguridad.
¡Damnificados Unidos serán reconstruidos!