Ilustración: Gibrán Aquino
Ciudad de México | Desinformémonos. Más de 35 organizaciones de derechos humanos exigieron a Amazon Web Services que termine su acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional para albergar la base de datos biométricos HART, la cual es impulsada por tecnología militar y recopila e intercambia la información de los migrantes entre Estados Unidos y países como México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
«Al albergar HART, Amazon Web Services es cómplice consciente de violaciones de derechos humanos al facilitar una base de datos biométricos que será utilizada para vigilar y deportar de manera masiva a personas migrantes», señalaron en un comunicado.
A través de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, recordaron que el intercambio de datos biométricos entre Estados «ocurre con muy poca transparencia, lo que complica la denuncia de abusos y rención de cuentas», y que la recopilación de la información atenta contra la privacidad de los migrantes y facilita el perfilamiento.
Explicaron que desde mayo solicitaron a Amazon la anulación del contrato, pero aún no reciben respuesta. Sin embargo, indicaron que la empresa «aún está a tiempo de decidir si está a favor de la protección de los derechos de las personas migrantes o si será cómplice de prácticas autoritarias de vigilancia masiva».
A continuación el comunicado completo:
En mayo de este año, más de 35 organizaciones de derechos humanos enviamos una carta a Amazon Web Services (AWS) para pedirle que termine su acuerdo para albergar la base de datos de tecnología de reconocimiento avanzado nacional (Homeland Advanced Recognition Technology o HART) del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés). Aún no recibimos respuesta.
HART es una base de datos biométricos impulsada por tecnología militar, la cual será utilizada para recopilar grandes cantidades de datos de personas migrantes, e intercambiar dicha información entre Estados Unidos y países como México, Guatemala, Honduras y El Salvador, entre otros. HART promete albergar información sensible de millones de personas incluyendo el reconocimiento facial, escaneos de iris, huellas dactilares y registros de voz, y más.
El intercambio de datos biométricos entre estados ocurre con muy poca transparencia, lo que complica la denuncia de abusos y rención de cuentas. La recopilación masiva de datos biométricos y su uso en el ejercicio de vigilancia es una invasión al derecho a la privacidad de las personas migrantes, su integridad y dignidad. Algunas de las maneras en las que HART atenta contra los derechos de las personas migrantes incluyen:
- Atenta contra el consentimiento informado: La recopilación de datos biométricos de personas migrantes en las fronteras raramente es informada con claridad y consentida libremente, lo que deja a las personas migrantes en una condición especial de vulnerabilidad.
- Atenta contra la privacidad y el principio de inocencia: Cuando los datos biométricos se comparten con múltiples autoridades, se puede vigilar a la población migrante registrada incluso antes de que lleguen a las fronteras. Es un trato discriminatorio y criminalizante.
- Facilita el perfilamiento: Los datos biométricos y otros datos recopilados pueden ser usados para crear perfiles digitales. Estos perfiles pueden influir en las decisiones migratorias que las autoridades tomen, como separaciones familiares, detenciones y deportaciones.
- Les expone a errores en el sistema y sus consecuencias: Los sistemas de reconocimiento facial, por ejemplo, pueden equivocarse según el género, raza o edad de una persona, y las condiciones en que se fotografió. Las consecuencias de un error pueden poner en peligro la vida de las personas migrantes.
- En caso de filtración, el resultado sería catastrófico: Al ser una base de datos centralizada que recopila datos que revelan rasgos sensibles, una filtración de datos HART brindaría un perfil completo de las personas migrantes registradas.
Como ha sido declarado en los Principios Rectores sobre las Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, las compañías privadas están obligadas a respetar y defender los derechos humanos. AWS aún está a tiempo de decidir si está a favor de la protección de los derechos de las personasmigrantes o si será cómplice de prácticas autoritarias de vigilancia masiva.
Las amenazas hacia los derechos de las personas migrantes durante su travesía también pasan por los espacios digitales. ¡Exigimos que las personas puedan #MigrarSinVigilancia!