Foto: Fernando Carranza / Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. “Estuvimos a un paso de que nos desaparecieran, pero afortunadamente hoy estamos aquí para recordar y exigir que nadie repita esto”, dice una integrante del grupo #5deJunioMemoria, conformado por sobrevivientes de desaparición forzada cometida por elementos de la Fiscalía de Jalisco hace un año.
En entrevista por videollamada con Desinformémonos, dos integrantes del grupo #5deJunioMemoria, que por cuestiones de seguridad omiten sus nombres, dicen que esperan que su caso sirva para identificar una “posible ruta de la desaparición forzada”, así como para recordar que hubo personas que fueron víctimas y que regresaron. “Creemos que podemos descifrar qué pasa cuando alguien desaparece e insistir en que lo que nos pasó, le ha pasado a miles”.
“No hay que olvidar que fueron desapariciones forzadas», dice una de las sobrevivientes, pues los secuestraron elementos de la policía, quienes negaron cualquier información sobre su paradero al exterior. “Una desaparición forzada puede durar 15 min o 15 años y sigue siendo un delito de lesa humanidad”, denuncia.
Para los sobrevivientes es importante recordar lo que ocurrió hace un año, pues, señalan, “actualmente hay un contexto de desapariciones generalizadas en Jalisco”, ya que la entidad ocupa el primer lugar a nivel nacional, con más de 12 mil personas desaparecidas.
Policías de la Fiscalía del estado de Jalisco cometieron desapariciones forzadas el cinco de junio de 2020, cuando detuvieron a decenas de jóvenes que exigían la libertad de manifestantes detenidos el día anterior. Los asistentes protestaban por la ejecución extrajudicial de Giovanni López, un joven albañil que fue asesinado por la policía de Ixtlahuacán de los Membrillos, un mes antes, recuerdan los jóvenes.
Después de meses, continuaron las amenazas, la intimidación y el “clima de terror”. Integrantes de la Fiscalía confiscaron los celulares de las personas detenidas y accedieron a su información y contactos, fue así que comenzaron a llamar a las casas de quienes fueron detenidos. “Hubo quienes se hicieron pasar por manifestantes para entregar teléfonos”, afirman, y recuerdan que muchas personas prefirieron mantenerse al margen de las denuncias por temor a represalias.
“Lo que nos hicieron deja sensaciones de miedo e inseguridad, pues te aíslas y empiezas a desconfiar de la gente”, dice uno de los sobrevivientes y asegura que tras la tortura, permanecen las secuelas psicológicas, “a veces pareciera como si nada hubiera pasado, ya no sabes si estás minimizando o exagerando lo ocurrido”, explica.
El joven considera que con sus desapariciones, las autoridades tenían la intención de sembrar el miedo entre los manifestantes y desmovilizar a quienes se indignaron por el asesinato de Giovanni López, también recuerda que en ese momento se realizaron distintas protestas en Estados Unidos y otros países por el asesinato del afroamericano George Floyd, quien también fue asesinado por uniformados. “Querían disminuir las críticas y reclamos a la policía y callar a la gente en ese contexto”, dice.
La reacción de la sociedad civil en redes sociales fue clave para que aparecieran todas las personas, señala la joven integrante del grupo. La red YoVoy8M, Detenidos por Giovanni, así como el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), difundieron nombres de los detenidos en sus cuentas de Twitter y Facebook, y además apoyaron con asesoría jurídica. “Eso demostró que somos capaces de responder y organizarnos ante situaciones inesperadas”, dice, y considera que esa reacción desconcertó a las autoridades.
La integrante del grupo narra que mientras decenas de personas se encontraban encerradas en las jaulas de la Fiscalía, sus teléfonos no dejaban de sonar. “El gobierno no creyó que habría tal indignación por nosotros». Recuerda que a las mujeres las trasladaron en camionetas de panaderías y a los hombres en vehículos blindados, para posteriormente dejarlos «a su suerte» en colonias alejadas.
El proceso jurídico de los policías implicados ha sido muy opaco e incierto, considera uno de los jóvenes. “Parece que a pesar de todas las evidencias no tienen argumentos para reconocer a los culpables”. Las autoridades hablan de cuatro a seis personas vinculadas, cuando, al menos, hubo 50 involucrados en las desapariciones, dice.
Los sobrevivientes consideran necesario accionar ante el miedo al que “nos han llevado estos gobiernos”, además de imaginar horizontes posibles que se construyan con empatía y organización, así como poder aprender de los errores.
Un integrante del grupo realizará una caminata y un performance desde la Plaza de Armas hasta la Glorieta de los desaparecidos este 5 de junio a las 17 horas, para exigir justicia por las más de 12 mil personas desaparecidas en la entidad.
El grupo realizará una instalación por la memoria este sábado a las 19 horas en la Glorieta de los Desaparecidos en Guadalajara, “un espacio emblemático que fue intervenido por familias de personas desaparecidas”. Con esta acción, pretenden abonar a la memoria colectiva, y dicen, “si el gobierno siembra muerte, nosotros sembraremos vida”.