En el marco de la Marcha provincial “por trabajo genuino, contra el hambre y la represión”, impulsada en Buenos Aires por el Movimiento 1° de Octubre y que contó con el acompañamiento de la Corriente Sindical y Social Primero de Mayo y de diversas organizaciones populares a lo largo de 300 kilómetros, dialogamos con Carlos “Perro” Santillán, referente histórico de la resistencia contra el neoliberalismo en Argentina y actual secretario general del SEOM (Sindicato de Empleados y Obreros Municipales de Jujuy) acerca de la coyuntura que se vive en el país y los desafíos de la izquierda anticapitalista hoy.
–¿Cuáles son los motivos de esta movilización?
Esto lo iniciaron los compañeros y compañeras de la 1° de Octubre, en el marco de lo que somos nosotros, que representamos a organizaciones independientes fuera del pacto social y nos nucleamos en lo que es la Corriente Sindical y Social 1° de Mayo, que actualmente está en un proceso de reagrupamiento. Después de la prisión que sufrió Griselda Altamirano del Movimiento 1° de octubre, nos reunimos y acordamos que se iba a hacer esta marcha en contra de la represión, de los planes de ajuste, en contra de la desocupación y de las políticas que viene implementando Macri, que me traen remembranzas de lo que eran los años 90.
–¿Cómo viven la situación en Jujuy teniendo en cuenta que allí el gobierno responde al mismo proyecto que Cambiemos?
Es terrible, allá los planes sociales han crecido, ha crecido la miseria, ha crecido todo lo que tiene que ver con el ajuste en contra de los sectores populares. Ha crecido la desocupación de una forma inusitada, los bajos salarios y por supuestos los despidos. Nosotros estamos luchando en contra de todo eso, y como respuesta se ha ido judicializando a todos los compañeros, se va poniendo en marcha un aparato donde, por ejemplo, en mi sindicato estamos todos judicializados, y también se ha incrementado la represión.
–¿Qué salida ves desde las organizaciones y movimientos populares? ¿Cuáles son los desafíos en lo inmediato a nivel nacional?
Los desafíos son las calles. A este gobierno no le ganamos en las urnas, le ganamos en las calles. Creo que el tema principal es la reorganización que se tiene que dar por fuera de lo que es el pacto social, entre todas las organizaciones independientes que quedan y de todas aquellas que sientan que este gobierno es un gobierno de las corporaciones económicas concentradas, que para nada tiene que ver con los intereses de lo nacional y menos de los sectores populares.
–¿Qué podes decirnos de la importancia de lo autogestivo y de la ética militante en la construcción cotidiana y política de las organizaciones populares?
La ética y la moral del militante de los años 70, de los 30000 compañeros desaparecidos que murieron por solidarios se perdió, hoy los recursos deslumbran a los dirigentes y saben que teniendo un grupo de gente con necesidades de comer o de tener un plan, se aprovechan de eso y hacen recursos, y ahí pierden la moral y la ética militante. Realmente nosotros hemos visto como el extremo de eso ha sido Milagro Sala, que terminó siendo parte de lo que decía combatir. Y ahora vemos a algunos que entran en la corriente electoral y que también se han servido de los compañeros empobrecidos para tener recursos y estar a la misma altura. Nosotros no estamos con eso, luchamos contra el clientelismo y contra las lógicas en las que el gobierno hace depender a organizaciones de la repartija de bolsones. En este sistema las clases dominantes le han encontrado el agujero al mate, porque muchos dirigentes de organizaciones sociales le funcionan como visagra para repartir la acción social abajo, y después ellos vienen y capitalizan. Por eso creemos que hay que revalorizar lo autogestivo. Hoy el sistema de acumulación del capitalismo es la droga, la trata y el extractivismo. Eso estamos combatiendo.
–Vuelven a cobrar fuerza las luchas de la clase trabajadora ocupada, que quizás en otro momento estuvieron opacadas por otro tipo de resistencias. En este marco, hay un reverdecer del clasismo, de un sindicalismo de base y combativo. ¿Qué pensás de eso y cuales serían los retos de este nuevo sindicalismo?
Hace mucho tiempo que venimos combatiendo contra el sindicalismo empresarial, que siempre ha estado al lado de los gobiernos que se han ido sucediendo. Ahora no es distinto, vemos una CGT totalmente vendida, vemos una CTA partida, pero también corrientes sindicales que están dentro del clasismo, empujando para poder sacar algunas auto-convocatorias que permitan salir a interpelar y enfrentar a este gobierno. En ese marco, estamos apostando a que la Corriente Social y Sindical 1° de Mayo sea una manera de reagrupar a los sectores que pensamos que solamente la independencia del gobierno nos va a posibilitar derrotar las políticas que lleva adelante. Estamos tratando de debatir y de organizarnos junto a otros sectores en lucha. Es otro de los esfuerzos que volvemos a hacer para ver si podemos en definitiva plantarnos y decir: esta es la clase trabajadora que se ha puesto de pie y en las calles es la única manera de derrotar a este sistema.