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«Esta lucha sólo vale la pena si no cede nada al poder»: defensores del bosque Weelaunee

Colectivo Autónomo Weelaunee

Compartimos la carta desde el sureste estadunidense, del movimiento en defensa del bosque Weelaunee en la ciudad llamada Atlanta, Georgia, en contra de la construcción de la Ciudad Policial, «para nuestros compañeros y compañeras en el sureste mexicano, adherentes a la sexta declaración de la selva lacandona, zapatistas y otros más». La carta fue entregada directamente a la EZLN en una reunión privada el 4 de enero, 2024:

Compañer@s,

Les escribimos desde una ciudad en el bosque al pie de la cordillera de las montañas más antiguas de la tierra en el sureste de los estados jodidos de america. Esperamos y nos preguntamos si piensan en nosotros y queremos que sepan que nosotros pensamos en ustedes. Nuestra lucha, como la suya, comenzó mucho antes de su comienzo, con raíces invisibles sosteniendo y empujando hacia arriba al brote visible. Primavera de 2021 o 1 de enero de 1994 respectivamente, la suya, por supuesto, arraigado en la organización y la rebelión de hace cientos de años y la nuestra en décadas de movimientos locales, nacionales e internacionales y siguiendo muchos linajes revolucionarios.

Les escribimos para expresarles nuestra gratitud por lo que hemos aprendido de ustedes en nuestro camino de lucha y en nuestro camino transterritorial en contra de las fuerzas de la muerte y la destrucción. Les escribimos para pedirles consejo. Sabemos que su revolución está por cumplir 30 años y la consideramos una hermana mayor de la nuestra. Nos inspira su lucha, que atraviesa fronteras con sus palabras y comunicados, y en nuestra presencia en sus territorios a través de la participación en la escuelita primaria, el festival mundial, el CNI, el encuentro de mujeres, y más.

Al principio del 2021 descubrimos que el mal gobierno de Atlanta estaba planeando destruir 380 acres de bosque sagrado en nuestro vecindario para construir una ciudad falsa de 90 millones de dólares para que la policía practicara el asesinato y el encarcelamiento de nuestros vecinos y seres queridos. Al principio lo llamaron «El Centro de Justicia Social». Nosotros lo llamamos como es: Cop City, «La Ciudad Policial». Luego intentaron llamarlo «El Centro de Capacitación de Seguridad Pública» pero nosotros seguimos llamándolo como es: «La Ciudad Policial». Decidimos que debiamos detener el proyecto de Cop City y defender el bosque que Cop City amenaza y entonces se dio a luz esta lucha que ha tenido que crecer rápidamente durante los últimos dos años y medio. Nuestro movimiento es como un adolescente ahora; cuando comenzamos esta carta, era un niño pequeño que apenas estaba aprendiendo a caminar.

Otra parte del mismo bosque amenazado por la ciudad de Atlanta fue cedida por el condado de Dekalb a un desarrollador de terrenos y promotor en la industria de entretenimiento, Ryan Millsap, para que construyera un estudio de sonido gigante de Hollywood. Esto también lo decidimos identificar por su verdadero nombre: «La distopía de Hollywood». Así nació el movimiento contra la ciudad policial y la distopía de Hollywood, contra el palo y el pan de la sociedad espectacular, signos de las fuerzas del Estado y del capital y su dinámica unida de violencia apocalíptica.

En aquellos primeros días, fuimos movidos por una esfuerza de rechazo multidimensional. Rechazamos que un bosque donde viven miles de hermosas criaturas,incluyendo nosotros mismos, seria arrasado. Rechazamos botar la toalla ante la expansión del Estado policial represivo y asesino,que lame sus heridas despues de los levantamientos del verano de 2020 que lo sacudieron hasta la médula. Rechazamos ceder ante las fuerzas que sacrificarían nuestro aire y nuestra agua, la posibilidad de que nuestra ciudad sea habitable para nuestros hijos y nietos, en aras de la ganancia y del control social. De hecho, rechazamos la ganancia y el control social. Rechazamos la continuación del legado genocida de esa misma tierra. Originalmente territorio de Mvskoke, un pueblo desplazado por el gobierno colonial a lo largo del infame sendero de las lágrimas, el territorio se convirtió en una plantación esclavista en la que trabajaban los africanos secuestrados, y luego en una cárcel agrícola en la que continuaron trabajando los secuestrados, en su mayoría descendientes de africanos secuestrados. Rechazamos ignorar nuestra conexión con aquellos que nos precedieron y rechazamos abandonarlos a ese pasado.

Pero no solamente rechazamos. También afirmamos. Afirmamos una visión diferente del bosque, un lugar que a través de la violencia de los últimos 250 años también ha sido una cuna de amor, de creatividad, de conexión; de expresiones clandestinas de alegría, libertad, aventura, refugio y secreto. Elegimos un camino de restauración, de reparación, de refugio. El refugio incluye el descanso: descanso para los que no queremos trabajar por el capital, el descanso para los que tenemos que trabajar para sobrevivir, entonces salimos del trabajo y venimos a descansar en el bosque. Definitivamente elegimos el bosque. Elegimos el mundo real. Nos elegimos el uno al otro.

Las primeras acciones que se tomaron  fueron animadas por esta tormenta de rechazo y afirmación, fueron acciones de guerrilla. En este caso decimos «nosotros», pero nadie sabe exactamente quién es ese «nosotros». Simplemente sabemos que estamos de nuestro lado. Como ustedes, los encapuchados, nos escondimos para que nos vieran. Estaba claro: para destruir el bosque y construir su paisaje infernal, necesitaban equipos que funcionaran, y entonces algunas bandas de ninfas del bosque y hadas invisibles se pusieron a destruir las herramientas y los juguetes el estado. ¿Excavadora? Quemada. ¿Cámara de vigilancia? Destrozada. ¿Cerca? Desmantelada. Y entonces siguio por casi tres años, ellos traían las maquinas y nosotros las destruíamos. Con fuego y herramientas, con corazones llenos de amor y rabia. 

Pero sabíamos que el movimiento tenía que crecer. Aprendimos de ustedes, nuestros hermanos mayores, a rechazar las falsas barreras que contendrían nuestra iniciativa a una «lucha local». Reconocimos las necesidades del camino que habíamos elegido y las implicaciones si nuestros enemigos salieran victoriosos. Al principio, llamamos a nuestro movimiento «defender el bosque de Atlanta», porque entendíamos que toda la ciudad estaba dentro de un gran bosque. Pero cuando su alcance pronto superó su nombre, el movimiento se rebautizó de manera simple y amplia: defender el bosque. Decidimos sentar un precedente: donde intenten destruir la tierra y expandir las fuerzas de la muerte, los detendremos; Si no pueden hacerlo aquí, no lo intentarán en otro lugar.

Y entonces sabíamos que el movimiento tenía que ser un movimiento de masas, un movimiento del pueblo, no sólo de un grupo pequeño. Convocamos la primera, de lo que ya han sido seis «semanas de acción»; convergencias en las que se invita a personas de todo el mundo a venir a Atlanta, a venir al bosque, a hacerle suya la lucha y luchar juntos contra nuestros enemigos. Nos dimos cuenta de que para restaurar el bosque, tendríamos que reparar las relaciones que habían sido corrompidas por las fuerzas de la muerte durante los últimos 250 años. Y para reparar esas relaciones, el bosque tendría que ser un lugar de refugio.

El nuestro es un movimiento decolonial pero de una manera muy diferente. La mayoría de nosotres en el movimiento no somos indígenas de aquel bosque, de aquellos arroyos, o de aquella tierra en la misma manera que ustedes son de sus territorios. Esto se debe a historias complejas de desplazamiento, esclavitud y migración. El pueblo Mvskoke, originario del bosque de weelaunee, fue desplazado casi en su totalidad a las reservaciones en Oklahoma. Pero a través de la lucha, el pueblo Mvskoke ha regresado a su tierra ancestral y ha rechazado la falsa soberanía del mal gobierno. El bosque recuperó su nombre original «Weelaunee», que significa agua amarilla/marrón en el idioma mvskoke, en referencia al arroyo que lo atraviesa y lo sostiene. En Noviembre del 2021, una delegacion de Mvskoke regreso a Weelaunee, hablando con la tierra una vez mas en su lengua nativa y ofreciendo una danza de stomp al lado de la tierra ancestral en cuales fueron removidos en los años 1820. La lucha de los Mvkoke por la vida, la autodeterminación y la dignidad ha sido una fuerza animadora en el corazón de nuestro movimiento.

Nuestras Semanas de Acción nos han enseñado las differentes etapas del movimiento, volviendo a lo mismo y lo diferente, siempre avanzando. Nos han recordado a la escuelita: llegan personas de todo el mundo para aprender junto a nosotros el camino de nuestra lucha. Las semanas de acción nos han recordado a los diversos encuentros internacionales a los que algunos de nosotros hemos asistido. Compas dando vueltas en el calor o el frío, comiendo comida gratis, bebiendo café gratis, fumando cigarrillos, sentándonos para discutir en grupos, retozando entre los árboles, charlando, debatiendo, coqueteando, escuchando y bailando a la música de la revolución, permaneciendo despierto en medio de la niebla o el frío de la noche.

Así hemos seguido su guerra recientemente revitalizada contra los megaproyectos, específicamente los odiosos y ofensivos planes para el Tren Maya. Resuena con ciertos lemas de nuestro movimiento: NO A LA DISTOPÍA DE HOLLYWOOD, A LA MIERDA EL METAVERSO, SALVAR EL MUNDO REAL. El suyo es el «mundo real» de la vida maya. La «distopía de Hollywood» y el «Metaverso» son la realidad virtual comercializada del pasado maya, la selva, las ruinas, la historia romántica empaquetada y comercializada para los turistas, para los mirones que quieren disfrutarla, para esos hijos enajenados del capitalismo que prefieren mirar un bosque o un templo a través de una pantalla o una gruesa ventana de cristal a prueba de balas que estar allí en el calor con el olor de los árboles, los insectos zumbando alrededor de sus cabezas y el barro bajo sus pies. Esto también es lo que quieren hacerle a Weelaunee, convertir el bosque REAL que vive AHORA en un enorme estudio de cine para jugar a dios y crear bosques virtuales del «pasado», pero la ironía es que este motivo es precisamente lo que amenaza el bosque actualmente EXISTENTE. Están engañando al tiempo al querer construir la falsa realidad del futuro en el ahora, decidiendo así un futuro determinado y literalmente cortando todo el potencial alternativo de curación y supervivencia que Weelaunee ya contiene.

En cambio, por medio del movimiento, hemos creado nuestra propia temporalidad, contra el calendario de los contratistas, de los opresores, del mal gobierno de la ciudad, de la policía, etc. No hablamos de nuestro movimiento en estrictas fases (como nuestros enemigos lo hacen de su construcción) sino en flujos y reflujos, entre la segunda y la tercera, o entre la quinta y la sexta, en esa primavera o aquel verano o invierno u otoño, en esta meta o en aquella.

Y, de hecho, nosotros marcamos la pauta. Seguimos el dinero, por así decirlo, para cortarlo de la raíz. Reconocemos que, por mucho que el refugio implique descanso, también requiere riesgo, porque las fuerzas que desgastan nuestras relaciones y amenazan nuestras vidas son formidables, pero no invulnerables. Así como necesitan excavadoras y cercas, también necesitan contratistas de construcción y financistas. Lanzamos una campaña de presión pública y clandestina contra estos agentes. Nos presentamos en sus oficinas y casas, los llamamos sin cesar, saboteamos sus cosas y su trabajo. El mensaje era claro: mientras estuvieran involucrados en la construcción de la ciudad policial y la destrucción del bosque, les haríamos la vida insoportable y sus negocios imposibles. Y hemos tenido gran éxito. Varios contratistas se han echado atrás, rogándonos que los dejemos en paz. Aún no se ha realizado ninguna construcción, cuando se suponía que todo el proyecto ya estaría terminado hace meses. Creen que tienen el control porque tienen armas, pero a nosotros nos importa una mierda su control. Nos movemos según el ritmo, no la rigidez. Somos una orquesta, no un horario. En realidad, es sólo la diferencia entre la vida y su evisceración.

Gracias a nuestros esfuerzos, miles de personas han actuado juntas y audaces y han formado nuevos vínculos mediante una resistencia gozosa. Las personas han aprendido habilidades que siempre quisieron o que nunca supieron que podían aprender. Hemos plantado árboles, hecho el amor, golpeado a nuestros enemigos donde más les duele. Hemos llorado la muerte de nuestro gran compa, Tortuguita, quien fue asesinade durante su tiempo viviendo y defendiendo el bosque por la Patrulla Estatal de Georgia en enero. Hemos aprendido los costos de la lucha y nos hemos comprometido a llevarla a cabo. El antagonismo con nuestros agresores ha roto el techo de cristal de las tácticas organizadas en la Isla Tortuga, la más explosiva de las cuales fue el 5 de marzo, cuando un grupo de casi 300 personas irrumpió en el sitio de construcción, repelió a decenas de policías estacionados para defenderlo y destruyó todo el equipo necesario para continuar el trabajo.

Aún después de los éxitos que hemos tenido, ha sido muy difícil desarrollar un carácter verdaderamente de masas que pueda animar el movimiento y el mal gobierno sigue cometido al proyecto. Nuestra lucha sigue siendo una gran medida subcultural, con muchos seguidores en las redes sociales, pero sólo en muy pocas ocasiones más de un par de cientos de personas en el bosque. Si bien en realidad no es una lucha local y miles de personas de todo el país están íntimamente involucradas, todavía se siente que somos sólo un grupo pequeño. Atlanta tiene una población de casi 500.000 personas, y quizás sólo haya unos cientos de personas seriamente comprometidas con nuestro movimiento, si eso. El verano pasado, hubo un aumento en la participación debido a una votación del concejo municipal sobre el presupuesto propuesto para el proyecto, y muchas personas que al menos inconscientemente permanecen ligadas a los sistemas de democracia representativa se inspiraron para dar su comentario. Por supuesto, nadie quiere que se construya una ciudad policial, pero sabemos por experiencia que el ayuntamiento no escucha.

Hubo unos cuantos miles de personas que se inscribieron para ayudar a recolectar firmas para incluir a Cop City en una boleta electoral, un referéndum para que la gente de Atlanta pueda votar si lo quieren o no. Sabemos que no lo queremos. El alcalde dijo a principios del proceso que el gobierno ignorará los resultados de cualquier manera. Y ahora es confirmado que despues de recolectar 116,00 firmas, no consideran la cuestión de Cop City en ninguna boleta. O sea, el alcalde dijo la verdad.

Así que ésta es nuestra situación: queremos que este movimiento crezca, que se convierta en un movimiento de masas, pero no a expensas de sus principios fundamentales y necesidades estratégicas, que incluyen la autonomía y el antagonismo con el mal gobierno, con el Estado y el capital. En última instancia, esta lucha sólo vale la pena si no cede nada al poder y si siembra la proliferación de nuestra propia fuerza y ​​capacidad para dictar nuestras vidas y los medios de su reproducción. Queremos que este movimiento sea un prisma a través del cual la gente pueda involucrarse en una lucha con un horizonte más amplio, hacia un mundo más allá de la policía, las prisiones, las ganancias y la propiedad. No sacrificaremos esta determinación simplemente para «involucrar a más personas». Entonces les hacemos a ustedes, nuestres hermanes mayores, una pregunta simple: ¿cómo hacemos crecer el movimiento? ¿Cómo utilizamos la fuerza que hemos generado para ampliar la autonomía y seguir debilitando al Estado? ¿Cómo apoyamos a las personas para que reconozcan que esta lucha es su lucha, la lucha de todos, y para que tomen la iniciativa con ese conocimiento? ¿Cómo evitamos que la masificación del movimiento conduzca al reformismo?

Y hay más retos aún. Debido a nuestras grandes victorias tácticas y estratégicas, la represión ha sido extrema. Tortuguita fue asesinada. Cuarenta y dos personas se enfrentan a décadas de prisión acusadas de «terrorismo doméstico». 61 han sido acusados ​​de extorsión y conspiración. Nuestros enemigos están librando una guerra de miedo. A veces parece que están ganando esta guerra, pero esperamos que sólo nos haga más inteligentes. Nos hemos dado cuenta de que debemos ser flexibles. Este movimiento comenzó, como el suyo, esencialmente como un movimiento guerrillero que buscaba un carácter de masas. Esto último para nosotros no ha logrado desarrollarse. El Estado ha respondido para eliminar la posibilidad de la expansión de acción militante masiva. Debemos transformarnos para responder adecuadamente al terreno cambiante de la lucha. Debemos ser maleables para seguir creciendo y luchando y no quedar completamente aplastados. Pero tampoco podemos permitir que nos limitemos sólo a las formas de acción y organización que nos ayuden a evitar la represión, es decir, las formas de acción que el mal gobierno tolera, porque esto ya es un compromiso al fracaso.

Una de las mayores enseñanzas de la insurgencia zapatista, desde nuestro punto de vista, ha sido su flexibilidad y elasticidad. A lo largo de los años, se ha producido una transformación total desde los guerrilleros que asaltaron las cabeceras municipales en 1994, hasta la vida y vitalidad de los territorios liberados 30 años después. ¿Cómo cultivaron la flexibilidad para seguir creciendo y fortaleciendo su lucha, resistiendo y superando la represión sin plegarse a un «proyecto» reformista o no antagónico? ¿Cómo podemos seguir siendo adaptables, cambiando de forma en respuesta a las fuerzas desplegadas contra nosotros y a nuestras propias exigencias estratégicas, ganándoles a nuestros enemigos en lugar de reaccionar ante ellos? Creemos que ustedes lo han hecho de manera efectiva y parece que nos encontramos en un momento de gran transición donde deben surgir nuevas estrategias y formas de lucha: ¿cuál es su consejo en cuanto a cómo lo podríamos hacer?

Les hacemos estas preguntas con pleno conocimiento de que cualquier camino que forjemos debe ser el nuestro. Reconocemos la inevitabilidad de la confusión, porque estamos intentando algo completamente único, que nunca se ha hecho antes. Como dice Carl Jung: «Si el camino que tienes ante ti es evidente, probablemente estés en el de otra persona». Entonces, sí, seguimos los pasos de nuestres antepasados, padres, hermanas, camaradas, tías revolucionaries; sí, aprendemos de las estrategias, tácticas, ideas y entendimientos que nos precedieron, lo que funcionó y lo que no funcionó, qué condujo a qué, etc., pero sólo para ayudarnos a guiarnos en nuestro propio camino. Nada se puede copiar y una revolución no es un asunto de moldes. Una revolución no puede repetirse, no debe repetirse, y no se repetirá. Es con este conocimiento que humildemente buscamos su consejo.

Amor y solidaridad,

Desde Weelaunee y la ciudad alrededor, el bosque al pie de la cordillera del sureste

De todes les que luchan con nosotres en todo el mundo para defender el bosque y derrotar la ciudad policial en Atlanta y en todas partes.

Si gusten ponerse en contacto con nosotros, este nosotros no bien definido, nos pueden escribir aquí:   

weelauneesolidaridad@proton.me 

Esperamos su palabra.  

¡¡QUE VIVA TORTUGUITA!! 

¡¡QUE VIVA WEELAUNEE!!

LIBERACIÓN TOTAL

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