Unión Hidalgo, Oaxaca. Pobladores de la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, Oaxaca, a través de las redes sociales denunciaron el derribo del tradicional árbol de tamarindo ubicado en la terminal de autobuses, y que tiene un centenario de vida, por lo que exigieron a la autoridad local no otorgar permiso para talarlo.

Inés Zárate Morales, mujer zapoteca, fue quien denunció a través de su cuenta de Facebook el ecocidio que pretendían consumar los integrantes de la Unión de Transportistas de la línea Ranchu Gubiña.

En la terminal de autobuses, los transportistas realizan una obra de techado y para ello decidieron derribar este centenario árbol, sin embargo, los pobladores lo impidieron tras la denuncia de Zárate Morales, nieta del cantautor binnizá Cándido Zárate “Che Dro’”.

A través de fotografías y videos Inés denunció la tala del tamarindo. “Lo que más diferencia al hombre de los pájaros es que éstos dejan intacto el paisaje cuando construyen. Es triste ver que en todos lados están tirando los árboles de la población”, agregó.

Urge un reglamento municipal

Al llamado de Inés se unieron comuneros y activistas de Unión Hidalgo, quienes se organizaron para detener el ecocidio y descubrieron que los transportistas no contaban con permiso de la autoridad local.

Y es que en la población no existe un reglamento de construcción local y un bando municipal de protección de árboles, por lo que Edgar Martín Regalado, defensor comunitario, señaló en entrevista que es urgente crearlo y aplicarlo.

“Todos conocemos el centenario y frondoso árbol de tamarindo de la Terminal Ranchu Gubiña. Es parte de nuestra identidad. Hay que evitar que lo derriben y talen, estamos a tiempo de salvarlo, hacemos un llamado a la autoridad local a que aplique cuanto antes un reglamento”, dijo.

El activista resumió que no es válido talar o trasmochar un árbol centenario sólo “porque tira hojas, cagan los zanates, se va a construir, tiene hormigas o es propiedad privada”.

Los comuneros acudieron a las autoridades municipales y lograron detener el derribo total del árbol. En Unión Hidalgo, no es la primera vez que ocurre este tipo de acciones que afectan a la naturaleza, y sin embargo autoridades “van y vienen y desafortunadamente no hay reglamento que lo impida”.