En nuestro país, únicamente 3 de cada 10 personas profesionistas dedicadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas -conocidas también como STEM por sus siglas en inglés- son mujeres. De mantenerse esta tendencia, México tardaría 37 años en incorporar a medio millón de mujeres para cerrar la brecha de género.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora el 11 de febrero, recordamos que aún existe una brecha de género que impide a las mujeres insertarse en profesiones STEM.
Esta problemática se extiende en el mundo, pues de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 29.3 por ciento de mujeres son investigadoras a nivel mundial. Además, únicamente tres por ciento de Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) destacó que la baja presencia de mujeres en STEM tiene implicaciones económicas importantes para su futuro profesional. Ya que su presencia es menor aún cuando carreras de este grupo han cobrado relevancia como consecuencia de los cambios tecnológicos y la automatización que incrementará a mediano plazo en el mercado laboral.
Urgentes estrategias integrales en los estados para sumar a más mujeres a carreras STEM
Para alcanzar un nivel similar de hombres en carreras STEM, en todos los estados del país la matrícula de mujeres debe aumentar al menos 71 por ciento, destaca el IMCO. Sin embargo, este tema continúa siendo un reto.
En el informe ¿Dónde están las científicas? realizado en 2022, el Instituto Mexicano para la Competitividad detalló que se registraron 494 mil 753 mujeres y 996 mil 519 hombres que estudian algún programa STEM a nivel nacional.
Y aunque en los últimos 10 años la cifra aumentó en cuatro puntos porcentuales, “el ritmo de crecimiento en la matrícula ha sido insuficiente (4.4 por ciento anual). De continuar esta tendencia, México tardaría 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy”.
“Una mayor participación de las mujeres en el sector STEM no solo tendría beneficios para ellas, sino que también elevaría la competitividad de las industrias y de los estados al incorporar una mayor diversidad de perspectivas para el desarrollo de la innovación”, expresó el IMCO en un comunicado.
#Entérate📢 Las habilidades relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (#STEM) son cada vez más valoradas. En todos los estados del país hay menos mujeres👩🏻🔬 que hombres estudiando estas carreras. La matrícula femenina no está creciendo a un ritmo suficiente👇🏻. pic.twitter.com/9rQDlFqWjp— IMCO (@imcomx) February 9, 2023
Para lograr lo anterior, los estados deberán: Definir en el plan estatal de desarrollo objetivos, indicadores y metas para impulsar que más mujeres elijan carreras STEM. Aprovechar acciones del sector privado o de la sociedad civil para atender las principales áreas de oportunidad del estado. Además, el Instituto destaca la necesidad de consolidar comités multisectoriales en donde participen autoridades del gobierno del estado, sociedad civil, universidades, docentes, y el sector productivo para alinear necesidades y revisar avances en las acciones que se implementen.
Aptitudes y capacidades no tienen género
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca que los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace décadas continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia.
“Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro”.
IMCO señala que las causas de la falta de representación femenina en STEM comienzan desde la niñez. Y es que los estereotipos, normas de género, el ambiente en las clases, la poca visibilidad de modelos femeninos a seguir y la deficiencia de orientación vocacional, son algunos de los elementos que provocan en las niñas poco interés y falta de confianza propia en sus habilidades en matemáticas y ciencias.
Entonces, cuando ellas llegan a la universidad, no habrán desarrollado las mismas habilidades ni intereses en asignaturas STEM que los hombres. Esto influye en la selección de carreras, provocando que sea distinta entre sexos.
Por ello es importante, además de una estrategia educativa -como se mencionó con anterioridad- incrementar los rostros de mujeres que científicas, ingenieras o matemáticas en entornos infantiles. Esto las convencerá de que ellas también pueden serlo y les mostrará que sus capacidades y aptitudes no tienen género.
Este material se comparte con autorización de CIMAC Noticias