los voluntarios que trabajaban en ese albergue se vieron obligados a cerrar a causa de la violencia y las amenazas recibidas. Las vidas de los migrantes y de los defensores de derechos humanos que trabajan con ellos en el estado de México corren peligro, señala. Relata AI que el 7 de julio pasado ocurrió un enfrentamiento entre migrantes del albergue de San Juan Diego y residentes locales de Lechería, provocado por personas ajenas al refugio. No había ninguna patrulla presente, lo que supone incumplimiento de la obligación contraída por autoridades estatales de dar seguridad al alojamiento.
Después del enfrentamiento, los residentes locales bloquearon las carreteras y amenazaron a las personas a cargo del albergue. Ante la ausencia de protección efectiva por parte de las autoridades, y ante la hostilidad y violencia de los residentes locales, los voluntarios que trabajaban en el refugio se vieron obligados a cerrar. En su lugar abrieron dos comedores temporales, uno en Huehuetoca y otro en Lechería para continuar proporcionando ayuda humanitaria a los migrantes, pero siguen las amenazas.
AI solicita que la ciudadanía y las organizaciones civiles exijan a las autoridades protección efectiva al personal, voluntarios y migrantes del comedor San José en Huehuetoca y Lechería; que se lleve a cabo una investigación sobre el cierre y el ataque al albergue de San Juan Diego y se vigile el albergue y los comedores.