El cambio del clima mundial se desborda en todas las direcciones por la falta de una política contundente y unida de las naciones del mundo. Muchos políticos son negacionistas y pasan del tema, mientras que otros son inútiles y no tienen ni idea del puesto en el que están, gobernando sus asesores a golpe de timón. Otros, los muy pocos que quedan, se encuentran arrinconados haciendo lo que pueden en minoría. A todo esto el mundo se desmorona y aquellos que niegan lo evidente, se les caerá la cara de vergüenza si la tienen. Nuestra especie avanza sin control arrasando los ecosistemas que sustentan la vida en nuestro planeta. Miles de especies han desaparecido y ya otras tantas están en vías de hacerlo. Es cierto que los ciudadanos tenemos una responsabilidad que cumplir en este agujero negro en el que nos hemos metido sin control, pero quien tiene que sacarnos de él, y cumplir con sus promesas, son los gobiernos, que hasta el momento, solo se les escucha unirse para mandar armas a otro país con la finalidad de matar o para sacar sus escaños donde les interesa cada cuatro años o cuando a ellos les vaya bien.
Pero el cambio climático ya está produciendo cientos de miles de muertos y millones de desplazados en todo el mundo. ¿Acaso están ciegos de poder quienes lo ostentan? Lo que llaman olas de calor para desviar la verdad, ha quedado para instalarse y este verano del 2022, cuando las temperaturas están batiendo records, será el más fresco de los que vengan a continuación. Naciones Unidas lo ha dicho bien claro: “Las olas de calor continuarán hasta 2060 con independencia de si logramos mitigar el cambio climático”, por lo tanto estamos ante una emergencia climática general en todo el mundo y, sin embargo, jugamos a la guerra en lugar de luchar por la paz.
Y a pesar de todo ello, las decisiones políticas europeas y de muchos países, dan pasos atrás, cometiendo un verdadero crimen de lesa humanidad para los que a partir de ahora caigan por causa del cambio climático. Esto no es un juego de sillones ni de siglas de partidos, están jugando con nuestras vidas y las de las generaciones futuras. Exigen a los ciudadanos que nos apretemos el cinturón, que bajemos las temperaturas de nuestras calefacciones y de nuestros aires acondicionados, prohíben la entrada en las ciudades de vehículos por su matrícula a pesar de pasar la ITV satisfactoriamente en gases y movilidad, los alimentos esenciales suben y dicen que es por la guerra… ¿qué guerra? ¿Las de otros países que en nada tiene que ver con España? ¿La guerra del Yemen, de Siria, la que se ha desatado contra los pueblos indígenas? Esto es un despropósito. No saben gobernar. No saben decir a las empresas contaminantes ¡N0!. No saben evitar y luchar contra la especulación. No saben de diplomacias y permiten que dos países se enfrenten enviando armas pagadas con dinero público para matar. No saben tomar medidas eficaces que lleven a nuestra sociedad a la cumbre de la dignidad. Por no saber, no saben nada que no les interese y beneficie a sí mismos y a su partido. Y en esta guisa nos encontramos abandonados a la deriva hasta que encallemos en las rocas de la incompetencia sin tener ni una balsa para salvar nuestras propias vidas.
En solo siete días, en el periodo que va desde el 10 al 16 de julio de este año, han fallecido en España por altas temperaturas 510 personas… solo en siete días. Se estima que se producen una media de 1.700 fallecimientos al año. Desde el año 2015, se han producido 11.966 muertes por las llamadas olas de calor, que no es otra cosa que los efectos invasivos del cambio climático. ¿Acaso algún Consejero de Sanidad o Ministra se ha preocupado de esta alta mortandad ocasionada por el calor? ¿Por qué no se han puesto medidas sobre todo para los trabajadores que lo hacen al aire libre para evitar todas estas muertes? En siete días 510 personas. ¿Por qué no se toman medidas como se hizo con el Covid? Pero claro, hay estadísticas que no se quieren sacar para no poner en evidencia las responsabilidades de los que gestionan el bien público.
Con los incendios forestales ocurre lo mismo. Se producen no por la ola de calor que también, sino por la falta de previsiones, de personal todo el año cualificado, de la limpieza de nuestros montes que deberían encargarse los ungulados bajo protección estricta y reintroducción del Bisonte europeo, un enorme limpiador de los bosques. o la puesta en práctica de un sistema inventado por el escritor Alberto Vázquez-Figueroa. Pero no, es fácil echar la culpa a la ola de calor y se quedan tan campantes. Hasta el próximo.
El Parlamento Europeo acaba de decidir que miles de millones de euros acaben en las arcas de las empresas más contaminantes de Europa, aprobando que el gas natural y la energía nuclear, sean energías verdes. Es decir, antes no lo eran, ahora porque les interesa a ellos debido a la crisis con Rusia, resulta que sí son verdes. Cambian las decisiones por intereses políticos no por los intereses globales de la Tierra. Esta es la clase de dirigentes que tenemos en el mundo y la forma en cómo las empresas se han salido con la suya echando atrás muchas de las medidas que se habían puesto en marcha, si es que lo hicieron alguna vez, para paliar el cambio climático. Bien, aquí lo tenemos, más claro imposible. Ellos manipulan la verdad, nuestras vidas y la de nuestro planeta, con sus decisiones nefastas. ¿Y qué hacemos la sociedad? Callar y mirar hacia abajo, ya que nos han aleccionado muy bien con los dos años de pandemia y las restricciones ilegales que se ejecutaron contra los ciudadanos. Da igual lo que digan los expertos mundiales del clima, da igual el aumento de temperatura, los fallecimientos, las consecuencias graves que todos los años asolan con inundaciones y sequía a muchos países. Dicen ellos que está en juego la economía energética y por ello toman estas decisiones, por no decir que está en juego sus abultados sueldos y sus puertas giratorias a las grandes multinacionales.
Pero hay más, ahora la Centrales Térmicas de carbón en Alemania y Austria se van a abrir de nuevo y eso puede pasar en todos los países por causa de las restricciones del gas por parte de Rusia. Esto parece un chiste de mal gusto y una burla criminal a todos los ciudadanos, ya que las consecuencias serán nefastas a corto y largo plazo
El Acuerdo de París ya ha quedado reducido a cenizas y, de ellas, los bancos salen beneficiados, ya que las inversiones en petróleo y gas siguen como nunca al alza mientras la crisis climática como estamos viendo amenaza al mundo. Esta es la verdadera realidad, la que quieren que no sepamos, la que se encuentra escondida tras las grandes declaraciones de nuestros gobernantes. Se prevé una grave crisis económica después del verano. ¿Y saben quién lo sufrirá? Usted y yo, porque ellos están bien protegidos y para nada les afectará lo que nos tocará a vivir a los demás. Pero sus decisiones son las responsables de todo lo que nos ocurre y mientras no exista una Ley de políticos en la que se les pueda denunciar por incumplimientos, acciones, etc., seguirán lo mismo y como para que esa Ley se haga la tienen que votar los mismos, pues los mismos no la presentarán. Lo tienen todo bien atado a sus sillones de plata o de oro.
Y por si fuera poco, el Presidente Marcelo Augusto de la FUNAI (Fundación Nacional del Indio) que ha visitado recientemente España para entrevistarse con el Ministro de Exteriores, tuvo que abandonar una conferencia al ser abucheado por ser anti indigenista, ir contra las poblaciones indígenas de Brasil y seguir las políticas de genocidio que el Presidente de Brasil, Balsonaro, está llevando a cabo en su país, cuando las poblaciones indígenas son los verdaderos guardianes y protectores de los bosques tropicales. ¿Por qué se reunió con el Ministro de Exteriores? ¿Qué se dijeron? ¿Qué buscó en España un hombre responsable del ataque a los pueblos no contactados del Amazonas y de permitir el robo de sus tierras y los asesinatos que se están cometiendo contra sus líderes? ¿Estaría bien visto que el Jefe de las tropas rusas en Ucrania se reuniera con el Ministro de Asuntos Exteriores? ¿Acaso las víctimas de los indígenas y lideres en Brasil son menos importantes que las de Ucrania?
Mientras los glaciares se derriten como el ocurrido recientemente con el llamado Mermolada en Italia, el pasado 3 de julio, cuando numerosas personas realizaban senderismo junto al mismo y fueron sorprendidos por la avalancha de deshielo del propio glaciar, ocasionando 11 muertos y una cantidad indeterminada de heridos. Pero no, claro, eso es solo un accidente sin importancia, dirán los políticos negacionistas. El mar se calienta con las consecuencias que más tarde se producirán en Danas, en depresiones atmosférica que causarán estragos e inundaciones en muchos lugares.
De esta forma podríamos continuar con numerosas informaciones que están disponibles en las redes para quien quiera escuchar y ser parte de la solución.
Ya solo nos queda adaptarnos en la medida de nuestras posibilidades. Los políticos siguen ignorándolo y además aumentan con sus decisiones el proceso del cambio climático. Que no nos engañen, que no nos echen la culpa a los ciudadanos. Son ellos los únicos responsables de esta hecatombe que ya se encuentra en proceso imparable. Son ellos los que están acelerando nuestro suicidio. ¿Es que nadie les va a juzgar por sus hechos? Me olvidaba, los consejos judiciales están nombrados por ellos mismos.
Los refugios climáticos, que ahora lo desempeñan los grandes comercios, tendrán que implantarse en todas las ciudades. No es para alarmar, pero lo que nos espera sale de toda previsión o posible escenario calculado. ¿Se acuerdan cuando los ecologistas hace treinta años anunciábamos lo que iba a ocurrir sobre el cambio del clima y muchos políticos, medios de comunicación y científicos nos acusaban de alarmistas, de querer volver al hombre de las cavernas, de hiper irresponsables? Pues bien, aquí lo tienen. Nuestras protestas y denuncias estaban basadas en la realidad, mientras las otras, las que nos difamaban, estaban y están envueltas en la mentira y la falsedad. Las pruebas son evidentes. Los responsables también.
Publicado originalmente en Pressenza