En su participación en el último seminario de Otros Mundos A.C. en Kinoki, Rafael Mayoral, miembro de la coordinación de la organización Pobladores Oaxaca, expuso su punto de vista sobre la renovación y reactivación del tren de carga transístmiso. Se trata de uno de los 10 «proyectos prioritarios» de la administración entrante, que l@s Mexicanos están invitad@s a aprobar o rechazar en la Consulta Ciudadana Nacional de los 24 y 25 de noviembre.
«Oaxaca es una de las zonas donde más megaproyectos se han venido a aplicar, pero aquí están los resultados: estamos muy lejos del progreso prometido, del empleo, del llamado desarrollo.
Si uno le preguntara a las personas en el istmo de Tehuantepec qué es lo que creen que es prioritario en la región, no creo que aparecerá en los primeros 20 ni 30 puntos las dobles vías del ferrocarril transístmico, ni la promoción del comercio del golfo de México al Pacífico a través de contenedores y ferrocarriles. La gente está esperando servicios de salud y de educación y resolver sus problemas después del sismo. Está esperando una manera de potenciar sus formas de vida.
Por ejemplo, si pensáramos en un proyecto de ferrocarril que abaratara el transporte de las personas y sirviera como un mecanismo para fomentar el mercado local, podría tener un impacto económico positivo. Pero eso no está contemplado. No está planteado con detalles si está para esto. De lo poco que se ha hablado, no lo está. Lo vislumbran como un mecanismo nada más para fomentar el comercio entre el Pacífico y el Atlántico, entre Europa o los estados del oeste norteamericano, y Asia. En este modelo, los habitantes locales no entran y al contrario, son más marginados.
No hay ninguna ganancia para todas las comunidades que van a ver nada más pasar los ferrocarriles. El movimiento se va a hacer en un puerto donde no tiene acceso el público, donde solo un personal muy específico va a subir y bajar contenedores y los va a trepar a un ferrocarril que no se va a parar hasta llegar al otro lado.
La gente solo estará viendo, y estará siendo afectada por todos los problemas que le va a generar una vía de alta velocidad con los riesgos que hay, con la interrupción del tránsito de las personas y de los animales, de su ganado, de sus animales de crianza. Las vías van a bloquear caminos naturales. Toda la infraestructura que necesita construirse alrededor de un ferrocarril va a apropiarse de la tierra de las personas, va a estropear su vida natural y los va a empobrecer más, porque si de esto vivían y sacaban poquito, pues ahora van a sacar menos. Va a profundizar la desigualdad económica en la zona. Unos cuantos, muy pocos, serán beneficiados, y la gran mayoría, otra vez, verá abatido el valor de su actividad y el valor de su tierra, que nada más servirá como plataforma para que pasen otros.
Entonces, ¿es prioritario para quién? Por lo menos para los habitantes de la región del istmo no lo es. Ya varias organizaciones, comunidades, comisariatos de bienes comunales, autoridades de algunos municipios, particularmente de origen campesino e indígena, ya se han manifestado en contra porque ya una experiencia de anteriores proyectos donde las personas de la zona no han sido atendidas ni escuchadas y siempre se postergan los compromisos para con ellos y siempre se prioriza los intereses de otros, de personas que no pertenecen a la región, que no la viven y la ven simplemente como un territorio para lucrar.
Las eólicas hacen holdings con capitales japoneses, coreanos, alemanes, holandeses, norteamericanos, etc y vienen a hacer negocio y han hecho mucho negocio, pero han rentado hectáreas de tierra a campesinos donde les pagan solo 5000 pesos anuales. No hay derrama económica. Las comunidades que aceptaron las eólicas no están mejor que antes, están peor, en lo mejor de los casos seguirán igual, pero no tienen ningún beneficio los comuneros y los campesinos. Entonces es un abuso este uso de la tierra de los istmeños para negocios de emporios internacionales a quienes lo que menos les importa es la vida de los istmeños.
Aquí es una zona donde la gente vive, siguen creciendo las comunidades y tienen su modo de vida. Tienen un modo de sostenerse, de vincularse con su medio ambiente y este modo ha permitido que se sostengan y sobrevivan. Este justamente tendría que ser el punto de arranque de cualquier proyecto: ver cómo vive la gente el istmo hoy, no inventar que ahora van a mover porta containers. Nadie en el istmo está sentado esperando mandar un contenedor de mangos a China. Lo que está esperando es que al productor de mangos del istmo le paguen el valor de su mango. Eso es lo que hay que potenciar y sobre eso hay que trabajar y para eso no se puede priorizar a los capitales extranjeros y a los grandes capitales del país.
AMLO tendrá que decidir de qué lado se va a poner los lentes, si los proyectos los va a construir desde y para el beneficio de la población, o si los va a estar administrando de acuerdo a su consejero de cabecera o de acuerdo con lo que le dicte el capital norteamericano.»
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Este material se comparte con autorización de Otros Mundos Chiapas
Parrafada patrocinada por los inversionistas del canal de panamá. (Pseudojudíos gringos seguramente…)