El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) ha emitido hoy 26 de enero, viernes, su dictamen las medidas cautelares sobre la denuncia de genocidio promulgada por Sudáfrica contra Israel en el caso relativo a la Aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción de la Crimen de genocidio en la Franja de Gaza. El equipo legal sudafricano esperaba que el TIJ lanzase un mensaje exigiendo el alto el fuego y situase a Israel en una posición comprometida como consecuencia de los crímenes de guerra perpetrados desde el pasado 7 de octubre. 

El tribunal ha obligado a Israel a tomar más medidas para proteger a los palestinos, pero no le ha ordenado poner fin a las operaciones militares en la Franja de Gaza. El TIJ ha recordado que todas las partes obligadas por el derecho internacional humanitario. Le exige, eso sí que permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Israel tendrá que dar respuesta en el plazo de un mes. El Tribunal ha exigido también la liberación de los prisioneros que Hamás mantiene en cautividad.

Aunque no ha habido orden del alto el fuego, el dictamen es una derrota para Israel y sus principales defensores, Estados Unidos y Alemania. Pese a que el mensaje es claro, quedan dudas sobre su aplicación y si Israel aceptará las medidas provisionales o violentará también al Tribunal Internacional de Justicia. Los autos de este alto tribunal son vinculantes e Israel se ha metido de lleno en un caso que evaluará si ha roto la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio (1948), de la que tanto el Estado sionista como el demandante, Sudáfrica, son miembros. Antes de conocer el fallo, Benjamin Netanyahu ya había avisado de que nada le va a parar, en referencia al Tribunal de La Haya.

Acepta el caso

La juez Donoghue, presidenta del TIJ ha recordado que cualquier Estado Parte puede señalar las responsabilidades de otros Estados Partes de respetar las disposiciones de la Convención sobre Genocidio. Con esa primera declaración, quedaba claro que no habría un problema “técnico” para asumir el caso, de manera que el Estado de Israel afrontará un largo proceso por genocidio. 

Juez Donoghue: Sudáfrica ha presentado informes sobre la violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención del Genocidio en Gaza. Sudáfrica tiene derecho a presentar la demanda y la solicitud de Israel de desestimarla no puede ser aceptada. 

Juez Donoghue: La campaña israelí ha provocado la muerte de unas 25.000 personas, heridas a unas 60.000 y el desplazamiento de un gran número de ciudadanos.

El Tribunal Penal Internacional de La Haya afirma que Sudáfrica ha mostrado pruebas suficientes de que el caso contra Israel es válido, que posiblemente se esté cometiendo genocidio y que se tomarán medidas provisionales: “Las acciones de Israel en Gaza pueden constituir genocidio, con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo étnico particular, los palestinos”.

El TIJ ha tenido en cuenta los comentarios del ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ministro de Defensa israelí, cuando dijo: “Estamos luchando contra animales humanos y actuaremos de la misma manera”. Donoghue ha señalado también que Netanyahu ha asegurado que la guerra de Israel continuará durante muchos meses. El tribunal considera que existe un riesgo grave de que las condiciones de los civiles empeoren aún más antes de que pueda emitir un fallo final en este caso.

El tribunal cree que los civiles en la Franja de Gaza enfrentan una situación muy difícil: La situación humanitaria en la Franja de Gaza supone un gran peligro y puede volverse más trágica antes de que el tribunal pueda tomar una decisión» (respecto al caso). La Corte Internacional de Justicia falla a favor de la solicitud de Sudáfrica de medidas provisionales contra Israel por la guerra de Gaza.

La lectura por parte de Donoghue ha leído las obligaciones de Israel, que han sido tomadas por una mayoría de jueces (15 contra dos y 16 contra una en las distintas recomendaciones). Por 15 votos a favor y 2 en contra, el tribunal ordena a Israel que tome todas las medidas que estén a su alcance para impedir todos los actos que violen la convención sobre genocidio en Gaza. 16-1: el tribunal dictamina que Israel debe cesar y castigar las declaraciones de incitación.

Pese a que no ha habido un requerimiento de alto el fuego inmediato, la reacción del Gobierno israelí ha sido contraria al dictamen del TIJ. El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, ha calificando al organismo internacional de “antisemita”. El ministro, representante del partido ultra Sionismo Religioso, ha instado a ignorar las decisiones del tribunal, afirmando: “No se deben escuchar las decisiones que ponen en peligro la existencia continuada del Estado de Israel”.

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