La desinformadora Gloria Muñoz Ramírez
Su portal periodístico ha sido desconfigurado por manos ajenas expertas, sus oficinas han sido violentadas y su domicilio, allanado; pero nadie detiene su manera de hacer periodismo…
Está claro. Gloria Muñoz Ramírez, directora de la publicación electrónica Desinformémonos, es contundente: “Nadie nos va a decir cómo hacer nuestro trabajo, ni nos va a imponer otra forma de vida. No le vamos a bajar ni una rayita”. Sin aspavientos hace el balance de lo sucedido el pasado 20 de noviembre, cuando su casa fue allanada.
Una semana antes del allanamiento de morada, la redacción de Desinformémonos sufrió un “ataque cibernético”: se cayó la página, se desconfiguraron computadoras y celulares. Apenas en septiembre, también fue allanado el hogar de la reportera Flor Goche. Sin embargo, todo el equipo se mantiene firme, clara su voluntad de seguir haciendo periodismo desde abajo y bien a la izquierda.
Año 2007, en una comunidad de Chiapas estaban reunidas una griega, una brasileña y una mexicana. Gloria ríe al recordarlo, dice que parece un chiste. Pero muy en serio, junto con otras muchas voluntades de diferentes partes del mundo y de los múltiples Méxicos, soñaron un proyecto informativo que tuviera muchas miradas, pero muy definida la perspectiva.
—¿Esto qué quiere decir? Que tenemos la mirada en los movimientos sociales y en las luchas que se dan sobre todo en la calle. La mirada en los barrios, la mirada en el campo, la mirada en las fábricas y la mirada con los protagonistas de esos espacios; es decir, con los indígenas, con los obreros, con las trabajadoras sexuales, con los migrantes, con los trabajadores del campo, con los estudiantes. Pensamos en la herramienta del periodismo, de la comunicación, en momentos en que hay una revolución tecnológica que nos da las armas para difundir lo que nos está ocurriendo, nuestras reflexiones, nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestros dolores, por supuesto. Nuestro horizonte son las luchas de resistencia.
“Tenemos la mirada en los movimientos sociales y en las luchas que se dan sobre todo en la calle”
Desinformémonos nace oficialmente el 15 de octubre de 2009. Un click y ya estábamos en línea con un proyecto muy modesto, en cuanto a la tecnología que lo sustentaba pero muy grande en cuanto a los recursos humanos. No nada más eran sueños y esperanzas: había un montón de gente involucrada. Surgió pobre económicamente, pero con una férrea disciplina para mantener la periodicidad. Empezó siendo una revisa digital mensual con 16 materiales por número. Cuando rebasaron los más de 50 decidieron volverse semanario.
Desinformémonos agradece su nombre a un poema de Mario Benedetti. Lejos de las alfombras rojas de la política, hace “otro periodismo”, como lo define Gloria Muñoz. La autora del libro sobre el EZLN: 20 y 10: el fuego y la palabra, lleva casi 30 años haciendo periodismo, tiene la columna semanal “Los de abajo” enLa Jornada donde también es coeditora del suplemento “Ojarasca”. Le gusta compartir anécdotas:
—Dos años antes del Mundial de Futbol en Brasil cubríamos las movilizaciones juveniles en contra de las alzas a las tarifas del transporte. En Francia se daba algo muy parecido contra los torniquetes del Metro parisino. Desinformémonos fue el puente que unió las dos orillas. Sin embargo, “anécdotas” como ésta incomodan a “los poderosos”. Nuestra intención nunca ha sido nada más informar o “desinformar”, como nosotros lo decimos. Nosotros somos una herramienta política. Tenemos toda una intención. No somos inocentes, nunca lo fuimos; y, sí, somos parte de una tendencia política que cree básicamente en la organización de los pueblos y en la organización de la gente, en que las respuestas no vienen de allá arriba, que las tenemos que construir todo el tiempo. Lo importante está en qué hacemos aquí y ahora y no en qué haremos pasado mañana, cuando se tomen los palacios de invierno. No nos detenemos mucho en el cuestionamiento permanente a los que ejercen el poder, porque nos ocupamos y preocupa más por lo que está ocurriendo en los pueblos y también en ponerle el ojo a estas formas de organización que tienen los pueblos y que nos demuestran que no todo está perdido.
Via: http://www.ladignametafora.com.mx/red-papel-y-tijeras/el-puente-que-une-las-orillas/