México. Músicos, cantantes y compositores p’urhépecha del canto tradicional pirékwa exigen a los gobiernos estatal y federal que respeten su derecho a la consulta y a la información, ante la declaratoria de esta música como  Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ya que, denuncian, quienes más se beneficiarán serán hoteleros, restaurantes, comerciantes e instituciones gubernamentales.

El 16 de noviembre del 2010 fue declarada la pirékwa –canto tradicional del pueblo p’urhépecha- Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El nombramiento fue resultado de la iniciativa del anterior gobierno de Michoacán, encabezado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Tanto la Secretaría de Turismo como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través de su Dirección de Patrimonio Mundial, jugaron un papel protagónico.

La UNESCO reconoce que las comunidades, en especial las indígenas, los grupos y en algunos casos los individuos, desempeñan un importante papel en la producción, la salvaguarda, el mantenimiento y la recreación del patrimonio cultural inmaterial, con lo que contribuyen a enriquecer la diversidad cultural y la creatividad humana. A pesar de esto, tanto el gobierno estatal como el federal no consultaron al pueblo p’urhépecha ni a los músicos, compositores y pirericha (cantores)  para presentar la propuesta de patrimonialización a la UNESCO.

La falta de esta consulta llevó a músicos, pireris y compositores a emitir su rechazo a los procedimientos seguidos para llevar la pirékwa a la lista del patrimonio. Al respecto, el Consejo de Kurhikuaeri K’uinchekua  manifestó que: “el Estado Parte (Secretaría de Turismo-Gobierno del Estado), al no consultar a la comunidad p’urhépecha para hacer uso del patrimonio cultural p’urhépecha, violó instrumentos jurídicos internacionales y de la Constitución Mexicana”. Y agregan: “por la forma de actuar del Estado Parte, se evidenció el intento de despojarnos del último sustento que nos queda, el patrimonio cultural”.

Ahora se sabe que en el documento entregado por el gobierno mexicano, representado por la Secretaría de Turismo de Michoacán de la anterior administración, a la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO y al Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Intangible, se afirma que “desde el principio,  la comunidad p’urhépecha fue partícipe en la conformación del expediente para la inscripción de la pirekua como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En cada momento participaron en el proceso que debe seguirse, así como sobre los derechos y las obligaciones que se adquieren con una inscripción final en la Lista Representativa”.

Los músicos, compositores y pireris resaltaron que sólo se hizo partícipe de la propuesta a algunos organizadores de eventos y grupos de música muy cercanos al gobierno. Por ello, en el texto del Consejo de Kurhikuaeri K’uinchekua se especifica que “el testimonio del Comité Organizador del Festival de Zacán y la declaración de algunos pirericha (cantadores) no representan al pueblo p’urhépecha en su conjunto. El grupo Erandi, el grupo Purembe y el grupo Tumbiecha son agrupaciones de interpretación de música p’urhépecha, no pirericha; el Dueto Zacán y los Hermanos Dimas (firmantes de la supuesta carta-autorización de la comunidad p’urhépecha) sólo son intérpretes, ninguno es compositor de pirekuas, ni son dirigentes de pueblo p’urhépecha”.

Si bien la declaratoria por la UNESCO fue considerada un gran logro por autoridades, funcionarios gubernamentales y académicos, cuando se les pregunta a los músicos o pireris de la región del Lago o de la Meseta p’urhépecha sobre esta declaratoria, algunos mencionan que se enteraron por medio de la televisión o la radio. “Simplemente nos enteramos que ya se estaba promoviendo que la pirékwa fuera declarada patrimonio de la humanidad, no supimos más. Únicamente nos enteramos por la televisión cuando ya estaba declarada”, acusa un músico. Otros ni siquiera saben de la declaratoria, pero el mayor problema es que la gran mayoría desconoce las intenciones políticas y económicas con las que fue propuesta su patrimonialización, así como  las implicaciones que tiene esta acción institucional.

Si bien los que se han enterado consideran que los principales beneficiarios deberían ser músicos y pireris, la mayoría es escéptica y considera que sólo algunos grupos de músicos vinculados con la Secretaría de Cultura de Michoacán y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indios (CDI) o que radican en la ciudad de Morelia serán los beneficiados, pues algunos organizadores en la CDI o en algunas casas culturales de Morelia son los que llevan unas representaciones de lo que tiene esta zona de Michoacán, y hacen toda la promoción con cierta orquesta de música solamente.

Para 2013, músicos y pireris no ven ningún beneficio para su quehacer musical. “El beneficio es solamente afectivo o da gusto, pero de ningún otro se sabe”, señala un músico.

En el documento “La pirekua. Canto de los P’urhépecha de Michoacán, México. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, publicado en español e inglés por el INAH y la Secretaría de Turismo de Michoacán, se exponen las medidas para la salvaguarda de la pirékwa. Estas medidas fueron elaboradas también sin ningún consenso ni amplia participación de los p’urhépechas. En este plan se enuncian una serie de objetivos para la salvaguarda de la pirékwa, entre los que se encuentra: “Dar a conocer a los visitantes el gran legado musical p’urhépecha, expresado en las fiestas, concursos y festivales de las comunidades, como parte de la oferta turística”.  Este objetivo implica elaborar “un programa de turismo cultural sustentable, a través del cual se conozca y se promueva la música p’urhépecha entre los visitantes”, y para ello se cuenta con el Programa Turístico “Ruta de Don Vasco”.

Ante esta iniciativa gubernamental de convertir a la pirékwa en objeto turístico –como lo hicieron con la fiesta de muertos y la cocina p’urhépecha, también declarados patrimonio de la humanidad- los músicos y pireris expresan que: “nosotros queremos dejar en claro que el patrimonio cultural p’urhépecha no es para promover el turismo, ya que esta actividad, vista así, no beneficia a nuestra población. Las empresas turísticas están en manos de mestizos poderosos económicamente, que explotan a sus trabajadores y pagan miserables salarios”.

Desde hace más de dos años, músicos, pireris y compositores p’urhépecha realizan asambleas, encuentros y declaraciones para exigir a los gobiernos estatal y federal que respeten la autonomía y libertad del pueblo p’urhépecha, que se consulte a las comunidades y que se esclarezcan los procedimientos y acciones que se pretenden para la salvaguarda de la pirékwa, ya que se prevé que quiénes más se beneficiarán serán hoteleros, restaurantes, comerciantes e instituciones gubernamentales.

Entre otras acciones en defensa de su patrimonio musical, los p’urhépechas organizados presentaron en septiembre del 2011 una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Michoacán, en contra del gobierno federal y del estado de Michoacán, por la inobservancia de los derechos de propiedad cultural e intelectual, de consulta y de otorgamiento del consentimiento libre, previo e informado por parte del pueblo p’urhépecha para llevar a cabo la declaratoria de la pirékwa como patrimonio de la humanidad.

Músicos y pireris han intentado dialogar con autoridades y funcionarios del gobierno –específicamente, de la Secretaría de Turismo y del INAH de Michoacán- pero sólo reciben malos tratos, ofensas verbales e inclusive frases intimidatorias por manifestar su discrepancia con el procedimiento que se siguió y por expresar su rechazo a que la pirékwa sea tratada como objeto turístico.

En este contexto de represión, Ignacio Márquez Joaquín – reconocido pireri y compositor p’urhépecha, además de locutor durante 17 años en la radio XEPUR de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI)- fue recientemente destituido de su puesto laboral por el director de la radio, Romualdo Escamilla. Ignacio Márquez, “Nacho”, quien ha sido un pilar en la preservación y dignificación no sólo de la pirékwa sino de la música p’urhépecha en general (y sobre todo de sus hacedores), se manifestó abiertamente contra los procedimientos que llevaron a la pirékwa a formar parte de la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y se organizó junto con otros músicos y pireris para evitar el lucro y el uso turístico de la pirékwa.

El injusto despido de Nacho Márquez -que ni siquiera fue notificado institucionalmente mediante oficio alguno- se puede ubicar en el contexto de autoritarismo institucional gubernamental.

La nominación de la pirékwa por parte de la UNESCO, lejos de ser una propuesta a favor de los compositores, pirericha y músicos, representa una nueva forma de dominación por parte de los grupos que buscan la acumulación de capital económico por desposesión, lo que mantiene las relaciones de desigualdad de los pueblos indígenas frente al Estado en el ámbito de la cultura.

Otras nominaciones de la música tradicional -como la que se otorgó al mariachi, o las que vienen en camino, como la del son jarocho- forman parte de esta la política neoliberal turística –una política de desposesión- que sólo beneficia a un grupo de empresarios y funcionarios gubernamentales, y poco atiende las profundas necesidades de músicos, compositores y sus comunidades en el ámbito rural y urbano.

Los testimonios se obtuvieron de un estudio en curso en el que los encuestados participan en forma anónima. 

Publicado el 12 de agosto de 2013