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“El gobierno nos prefiere ver muertos o en la cárcel, vivir en la miseria y marginación, con tal de quitarnos nuestra tierra para dárselas a las empresas y a los políticos corruptos”: San Sebastián Bachajon, Chiapas.

Sexta Internacional en Apoyo a San Sebastián Bachajón

Ejidatarios de San Sebastián Bachajón en Chiapas, mantienen la postura de continuar con sus acciones, después de que el pasado nueve de enero al menos 900 elementos de la policía federal y estatal los desalojaran de las tierras recuperadas desde el pasado 21 de diciembre. “Ellos no van a desistir hasta que se retire la fuerza pública de sus tierras, no quieren un diálogo con el gobierno porque es juez y parte en el conflicto y lo ven como el principal elemento de tensión en la zona”, explica el abogado Ricardo Lagunes representante legal de los tzeltales y agrega que para ellos el trabajo ahora es la organización interna, que se ha visto alterada por la violencia infundada por parte del gobierno. “Para ellos es difícil la organización pues se tienen que defender de las agresiones con armamentos de alto calibre usados por la Policía Estatal”.

La «Caravana Sexta Internacional en Apoyo a San Sebastián Bachajón», hace un recuento cronológico de los hechos ocurridos en el ejido desde que los tseltales decidieron recuperar sus tierras el pasado 21 de diciembre.

Chiapas. El 21 de diciembre de 2014, durante la inauguración del Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías Contra el Capitalismo, en Chiapas, México, indígenas tseltales del ejido San Sebastián Bachajón en el norte de Chiapas, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, anunciaron que en la madrugada del mismo día habían recuperado las tierras despojadas desde el pasado dos de febrero del 2011 por el gobierno de Juan Sabines Guerrero y Noé Castañón León en complicidad con el comisariado ejidal oficialista Francisco Guzmán Jiménez.

Aproximadamente 400 indígenas se tomaron pacíficamente las tierras de uso común del área de dotación del ejido, ubicadas en los límites del municipio de Tumbalá y en las cercanías del acceso al Centro Ecoturístico “Cascadas de Agua Azul”, lugar donde el gobierno del estado y federal construyeron una caseta de cobro administrada por la Comisión Nacional de Aéreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Secretaría de Hacienda de Chiapas, así como un Centro de Atención a Emergencias de Protección Civil y un supuesto consultorio médico abandonado.

Los ejidatarios han resistido a la represión policiaca y paramilitar en más de seis años. Durante esta etapa se han cometido asesinatos extrajudiciales, tal es el caso de Juan Vázquez Guzmán y Juan Carlos Gómez Silvano; además del encarcelamiento de 120 indígenas de esa comunidad. Tres de ellos, Juan Antonio Gómez Silvano, Mario Aguilar Silvano y Roberto Gómez Hernández, aun permanecen en la cárcel, en donde han sido torturados por el estado. Estos actos de represión por parte del gobierno no han disminuido su convicción por recuperar sus tierras, al contrario, se ha fortalecido por el dolor sufrido a causa de sus compañeros caídos:

“Por todas estas injusticias del mal gobierno que nos prefiere ver muertos o en la cárcel, vivir en la miseria y marginación porque nos quita nuestra tierra para darlas a grandes empresas y políticos corruptos para que se hagan más ricos, mientras nuestras comunidades se mueren de hambre… por eso en asamblea decidimos recuperar las tierras que fueron despojadas por el mal gobierno”, informa la comunidad de San Sebastián Bachajón en un comunicado el 21 de diciembre.

Los días siguientes de la toma, recibieron varias amenazas de desalojo y represión por parte de la fuerza pública y grupos paramilitares que se organizaron en cooperación con el comisariado ejidal Alejandro Moreno Gómez, y su consejo de vigilancia, Samuel Díaz Guzmán. El día 30 de diciembre, representantes del gobierno de Chiapas le exigieron a las y los ejidatarios de la Sexta retirarse de las tierras recuperadas para así poder entablar un diálogo con los ejidatarios oficialistas. Esta exigencia fue acompañada por amenazas de desalojo y aprehensión en caso no abandonar las tierras recuperadas.

Frente a estas amenazas, los ejidatarios tseltales, seguían controlando las tierras recuperadas mientras el tránsito de los turistas fluía con normalidad. Cientos de indígenas con pasamontañas vigilaban el ingreso a las cascadas, lo que a los turistas no parecía causarles molestia. Nunca se dieron cuenta sobre las guardias de 24 horas escondidas en los árboles en ambos lados de la carretera, vigilando para ver quién entraba. A cada joven, anciano, mujer y hombre le tocó hacer guardia por tres días consecutivos y sin dormir, en turnos de quince días en total. En los 18 días de recuperación, el número de personas que vinieron desde diferentes pueblos del ejido aumentó a más de 500.

El 30 de diciembre, entre 40 y 50 personas pagadas y organizadas por el comisariado ejidal, Alejandro Moreno Gómez, bloquearon las carreteras San Cristóbal-Palenque y San Cristóbal-Chilón en los poblados Temó y Pamalá no solamente para exigir la intervención de las fuerzas públicas, sino que un conflicto de tierras se redujera a uno intracomunitario que solo involucraba la política interna de la comunidad de Bachajón y no los intereses del gobierno y las empresas turísticas.

El 9 de enero, a las 6:30 de la mañana, más de 900 elementos de fuerzas estatales y federales desalojaron de manera violenta a indígenas del ejido San Sebastián Bachajón. Durante el ataque, ocho personas fueron desaparecidos y tres de ellos secuestrados, pero todos lograron liberarse.

“El mal gobierno a través del secretario de gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar, se burla de que ya recuperaron la caseta de cobro como si fuera su propiedad o territorio, su verdadero interés es despojar nuestras tierras, son unos verdaderos sinvergüenzas traidores de la patria corruptos, pero su mala política no acaba nuestra lucha, porque no vamos a permitir que nos sigan despojando a su gusto. Vamos a continuar nuestras acciones en defensa de la madre tierra”, denunciaron los ejidatarios en un comunicado.

Al día siguiente los medios libres confirmaron la ocupación de las tierras por parte de la fuerza pública y documentaron la presencia de diez camiones de la policía, muchos camiones blancos llenos de policías en la área de los territorios recuperados y dos camiones policiacos estacionados en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado de Chiapas.

Los indígenas denunciaron que personas cómplices de la policía estatal habían amenazado a los compañeros Jeremías Cruz Hernández y Francisco Jiménez Hernández, de la comunidad de Xanil, parte del ejido. Estos ahora temen por sus vidas.

En un comunicado difundido el diez de enero, ejidatarios expresaron que el desalojo “no pone triste nuestro corazón sino que lo llena de mayor valor para hacer más fuerte el movimiento y la defensa por la tierra y el territorio”. También solicitaron que las organizaciones se mantuvieran alerta ante cualquier intimidación, pues en la zona hay fuertes rumores, de que la policía estaba señalando sus casas para detenerlos y que estaban organizándose para desalojarlos de la sede de su organización en Nah Choj.

El 11 de enero los indígenas volvieron a intentar retomar sus tierras. A las 6:30 de la mañana bloquearon el crucero de Agua Azul. Como respuesta la policía estatal, a una distancia de quinientos metros, bloqueó con arboles la carretera y desde la barricada dispararon a los ejidatarios durante más de veinte minutos. Hubo dos heridos con balas de goma. Uno de los ejidatarios, quien responde al nombre de Juan Pérez Moreno, fue herido en el brazo izquierdo con una bala de grueso calibre. Los indígenas se mantuvieron firmes ante el ataque y a las 7:30 de la mañana hicieron retroceder a la policía.

El siguiente día, 12 de enero, un helicóptero policiaco sobrevoló la comunidad de Xanil, sacando fotos de las casas de los coordinadores del bloqueo. Al mismo tiempo, grupos de paramilitares de la comunidad Pamala encabezados por Manuel Jiménez Moreno, de la comunidad de Xanil encabezados por Juan Álvaro Moreno, Jeremías Cruz Hernández y Francisco Jiménez Hernández se movieron hacia los territorios despojados para presentar un posible fortalecimiento de las agresiones policiacas contra los adherentes a la Sexta. El mismo día llego le «Caravana Sexta Internacional en Apoyo a San Sebastián Bachajón» para brindarles apoyo y así evitar más agresiones. La Caravana incluye integrantes de distintos países como Colombia, Francia, Estados Unidos y México.

Actualmente se mantienen el bloqueo pero de manera intermitente.

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