El fósforo también canta

Gloria Muñoz Ramírez

–        La televisión es un medio fabuloso, tan envenenado y corrupto por el sistema que lo usan para enjaularnos, pero resulta que como medio es excelente.

–        Cada vez que el hombre ha olvidado revisarse a sí mismo ha terminado en dogmas y en cosas sectarias.

–        Es necesario desalambrar, no solamente la realidad, repartir la tierra, todos esos sueños, sino también desalambrarse uno mismo, los patios interiores, los límites, las contradicciones, siempre hay que revisarse porque la lucha es todo.

El tiempo

No sé…yo sigo haciendo lo que siempre he hecho. Afino la guitarra, miro la realidad, soy un ciudadano, leo el correo, y también, cuando tengo tiempo, algún libro. Cada vez tengo menos tiempo. Escucho música cuando puedo, también en eso incide la falta de tiempo, a veces escucho un programa de radio afeitándome, o voy de tanto en tanto al cine, o veo alguna película en casa. A veces con los amigos de mi generación decimos: “el drama de nuestro tiempo es nuestro tiempo”. No tenemos tiempo. Entonces, muchas cosas ya no puedo hacer.

El cine, el radio, la televisión, la canción y los proyectos

Me hubiera gustado hacer cine pero ya he renunciado a eso, los plazos no dan. Entonces trato de insistir con la canción, que es lo esencial mío. De cuando en cuando me nace una, a veces de golpe, como es el caso de la canción de amparo, con minúscula. Hago también mucho trabajo de exploración de los demás, de saber qué cantan, lo que poetizan, lo que luchan, y tengo un archivo con cantidad de testimonios que vengo recogiendo desde mediados de los 60, con esto de explorar lo que hacen culturalmente otros. Todo eso es parte de mi programa de radio Tímpano, que sale en varios países y ahora estoy intentando retomarlo en México, ojalá se pueda. Aquí los he hecho en diferentes ciclos, y también un programa de televisión que también estoy intentando que salga en México. Porque la televisión es un medio fabuloso, tan envenenado y corrupto por el sistema que lo usan para enjaularnos, pero resulta que como medio es excelente, entonces yo trato de hacer cosas de otro signo y de hecho llevo ya varios ciclos con esto.

Falta mucho por hacer

Soy un trabajador cultural, ciudadano como cualquiera, con confianza en el ser humano y en la posibilidad de que a pesar de tantas pérdidas y sangrías que ha sufrido América Latina, se logre salir adelante. Hay algunos atisbos, algunos cambios regionales, en algunos gobiernos que ya no son esas dictaduras fascistas y asesinas, y que como democraduras empiezan a dar paso a demoprogresos. Falta mucho por hacer. La condición de la gente de izquierda debe ser siempre pedir más, buscar más, reclamar más, no sentarse en ningún sillón de la conformidad, que es un riesgo.

Que la izquierda no se mude al centro como cambiarse de barrio

Me impresiona mucho lo que está pasando en Bolivia con Evo, creo que Chávez también está aportando lo suyo, cosas interesantes como lo que está pasando en otros lados, en Ecuador y en El Salvador, que es un país con mucho dolor encima, con mucha pesadumbre. Vamos a ver qué pasa, qué cambios hay ahí. Lo que hay que tratar siempre es que la izquierda no se mude al centro como cambiarse de barrio. No es fácil. Pero en todo caso las expectativas yo las cifro no tanto en los gobiernos sino en la gente, en la base. Hay muestras aquí y allá de posibilidades de cambio y hay que aprovechar los espacios. Y bueno, yo sigo con mi idea de que es necesario desalambrar, no solamente la realidad, repartir la tierra, todos esos sueños, sino también desalambrarse uno mismo, los patios interiores, los límites, las contradicciones, siempre hay que revisarse porque la lucha es todo, es entera. Cada vez que el hombre ha olvidado revisarse a sí mismo ha terminado en dogmas y en cosas sectarias. Y bueno, como alguna vez lo dijo el Che, no olvidarse nunca de la ternura junto con el coraje de la lucha.

Los zapatistas

Yo creo que la lucha zapatista bebe de fuentes seculares, y por lo tanto tiene un conocimiento cultural de la paciencia, que viene de los pueblos indígenas, y que ha sido, yo supongo, todo un aprendizaje para los compañeros que vinieron de otros orígenes y se transformaron un poco en traductores de esa fuente. En ese sentido creo que hay que tener una profunda paciencia en estos procesos. Estamos enfrentando un problema muy grave que es, como de costumbre, el del bloqueo de los medios de comunicación. Entonces poco y nada se sabe en el exterior sobre lo que está pasando en Chiapas. Hay que acercarse a ciertas fuentes de información, tener una cierta proximidad para saber algo. Eso es una lucha muy desigual. Yo confío en esos seres frágil-fuertes de esa lucha, sin descartar otras luchas que hay en América Latina. Hay muchos caminos y esperemos que todos vayan conduciendo de alguna manera a la justicia, a la verdad.

Nada ha sido en vano

Les voy a hablar de Víctor Jara. Víctor es un nombre. Yo lo conocí, un músico muy valioso, fuimos amigos. Quizá no pensábamos exactamente lo mismo, pero éramos hermanos de camino. Y ahora estoy estremecido de emoción por el hecho de que tardó la justicia pero parece ir llegando hasta ubicar a los asesinos. Y cuando digo que Víctor Jara es un nombre lo digo porque a él le gustaría que dijera eso, que dijera que es un nombre simbólico de miles y miles que sufrieron eso. Todos esos sacrificios, de Víctor, del anónimo, de la luchadora, de la militante, del que resistió, del que no pudo resistir, del que desaparecieron, todas esas enormes listas de nombres, de sacrificios, de coraje, de fuerzas, de energía, no fueron en vano. Nada de eso fue en vano. Y lo que está ocurriendo, lo que se está dando de progresismo en algunas áreas de América Latina, viene también de toda esa experiencia. No son líneas directas que podamos diseñar en un pizarrón como un esquema, pero todo esto se nutre del sacrificio. Por ejemplo, el gobierno de Paraguay que busca un giro en un país que ha estado sometido secularmente a dictaduras tremendas, es un cambio que el pueblo eligió… ahora vamos a ver cómo transcurre, pero ya es histórico y se nutre del sacrificio de una Soledad Barret, del pensamiento de un Rafael Barret, de hace mucho tiempo. Esto es un trabajo de continuidad, es un trabajo en que el fosforito se va pasando. No hablemos de llamas olímpicas. Hablemos de fosforitos que logran iluminar la caverna del silencio, del atraso, del oscurantismo. El fosforito va pasando de mano, y bueno, el fosforito también canta.

Publicado el 01 de Octubre  de 2009

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