El problemas de los jóvenes en la parte sur del Distrito federal de las colonias de San Bernabé y San Nicolás Totoloapan, es que existen muy pocas probabilidades de estudiar en la vida, las condiciones económicas son muy bajas, tenemos que estar trabajando desde muy pequeños. Por desgracia las escuelas son inalcanzables debido a que es difícil el acceso, abunda el alcoholismo, la drogadicción, problemas psicológicos en los jóvenes de la montaña.
Los jóvenes de la montaña nos divertimos en las tardeadas, que son fiestas donde bailamos, los viernes, sábados y domingos, el alcohol es parte de la fiesta.
En algunas zonas no puedes viajar en la noche. Por la falta de escuelas los jóvenes rayan las paredes con cosas que nos se entiende. Somos agredidos por la policía y por las bandas de traficantes.
Nos cambiaron los ideales. Abunda la ignorancia, el analfabetismo, el machismo, no hay libertad de libre pensamiento, los centros deportivos son escasos y no existen bibliotecas. Los jóvenes somos vistos como vándalos por la gente de la ciudad.
No existen las mismas posibilidades de los jóvenes de la ciudad con de la montaña. Las posibilidades de trabajo son menores, y somos discriminados. Para entrar en la universidad nos cuesta mucho, de cada 10 sólo 4 entran. Es algo triste ver que somos muchos, somos miles los que no tenemos probabilidades para estudiar. Si no puedes estudiar el bachillerato en escuelas de gobierno mucho menos la universidad, porque tienes que aprobar un examen que no te está asegurando tu interés de seguir estudiando.
Yo he realizado tres veces el examen para poder entrar, otros hasta seis veces. Por cada examen te cobran 350 pesos. Los que logran entrar tienen un lugar pero los mandan a la carrera que jamás pidieron. El examen dice lo que tienes que ser. Como ciudadanos tenemos derecho a estudiar lo que queramos y si no quieres estudiar, te quedas de nuevo sin educación. Otros aceptan esas opciones y terminan siendo nada y haciendo nada.
Yo a estas alturas y conociendo la situación en el país, y sobre todo la de muchos jóvenes que vienen de la sierra de Oaxaca, de Guerrero, de Michoacán, lugares muy pobres y aún así vienen a la ciudad de México para encontrar un lugar y no encuentran; estaría dispuesta al igual que ellos a hacer huelgas, renunciar a otras cosas para obtener lo que quiero, por mí y por mi país.
Publicado el 4 de junio 2012
Quien escribió eso tiene razón. Por mi parte, creo que la educación es, cada vez más, cosa de ricos y que para los pobres el lado de su «Y» le apunta hacia un vacío infinito