El análisis de contexto como herramienta de búsqueda

Zoraida García Castillo

Ante el aumento  de desaparición de personas que vivimos actualmente en México, muchos de nosotros –estoy segura de que debemos ser bastantes– nos vamos a dormir todos los días deseando que ninguno de nuestros seres queridos sea víctima de desaparición. Se ha vuelto una de nuestras peores pesadillas y amenazas.

El fenómeno se encuentra tan extendido que se ha dejado de hablar de desaparición forzada como la única causa, sino que se refiere a la desaparición en general porque las razones de que tal tragedia suceda, son innumerables. Puede ser que se ejecute la desaparición cometida por autoridades mediante detenciones arbitrarias, pero también por particulares, y las personas más vulnerables que podrían desaparecer son las migrantes, las víctimas de trata, las mujeres jóvenes, los defensores de derechos humanos y del ambiente, los periodistas, las víctimas de la delincuencia organizada, etc.

Entender esto es complicado porque se trata de violencias graves, sistemáticas y estructurales que en sí mismas son complejas. Sin embargo, explicarlo es fundamental para dos importantes propósitos: primero, entender el fenómeno y sobre ello realizar planes de  búsqueda efectivos, acordes con  la diversidad de las causas que lo generan, y  segundo, perseguir el delito y eventualmente elevarlo ante la autoridad judicial. 

Una de las herramientas que para lograr dichos objetivos están empleando las comisiones de búsqueda en nuestro país es el Análisis de Contexto. Lo están haciendo precisamente porque permite comprender el complejo entorno social en que se han suscitado y se siguen suscitando las desapariciones. ¿Por qué y cómo es que desaparecen las personas en el estado de Guerrero? ¿en Tamaulipas? ¿en Jalisco? ¿en Nayarit? ¿quiénes están desapareciendo? ¿qué tienen en común? ¿a qué se dedicaban? ¿qué hacían en el momento de su desaparición? ¿son hombres, mujeres, niños o niñas? ¿de qué nacionalidad? ¿en qué época o periodo han desaparecido? ¿cómo suceden en contextos rurales y urbanos?

El análisis de estos datos, su sistematización y comprensión es precisamente la metodología que ayuda a conformar un análisis de contexto, que permite a su vez realizar búsquedas no solo individuales sino masivas. Esto es posible porque se entiende  que las desapariciones no son eventos aislados, ya que se propone asociar casos para que la búsqueda sea estratégica[1]. 

La búsqueda no es una tarea sencilla y requiere de un plan. Rita Canto lo describe así: “…acompañar las búsquedas constituye un reto humano e intelectual, ya que cuando buscamos tenemos que descifrar los signos económicos, políticos, sociales y culturales de la extrema violencia” [2]. Esos signos son precisamente los modos y patrones de desaparición, las dinámicas criminales, los tipos de violencias específicas, las condiciones de vulnerabilidad diferenciadas, los perfiles de víctimas y victimarios, la temporalidad y circunstancias, entre otros. Su análisis e integración constituye precisamente la elaboración de un análisis de contexto, que permite comprender al complejo fenómeno de la desaparición para enfrentarlo. El análisis de estos aspectos es útil no solo para develar una serie de violaciones a derechos humanos, estandarizadas y sistemáticas; si no para proponer y ejecutar planes de búsqueda eficientes. 

Si bien el Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (PH) deja claro que este instrumento es aplicable para la búsqueda por patrones, en los demás tipos de búsqueda (inmediata, individualizada y generalizada) puede también ser muy útil, pues por lo general las desapariciones acontecen en contextos específicos y, como se ha señalado, no son aisladas. Además, el análisis de contexto es un eje transversal en cualquier tipo de búsqueda de personas, como bien lo define el propio PH.

Es importante saber que la adopción de esta herramienta para la búsqueda es una buena herencia de las prácticas de litigio estratégico a nivel internacional, pues en este ámbito ha servido para explicar a los tribunales internacionales de derechos humanos el contexto de violencia denunciado en casos específicos. En los primeros asuntos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conoció sobre desaparición forzada, específicamente sucedidos en Honduras, se usó la inferencia de las circunstancias en las que la persona fue desaparecida como una prueba contextual.[3]

El juez de la CIDH, el Doctor Eduardo Ferrer, se refiere a la prueba contextual que ha sido utilizada por ese tribunal, a partir de tres ópticas o niveles: 1) cuando el contexto se ha sustentado en organismos estatales que han documentado las graves violaciones de derechos humanos, como las Comisiones de la Verdad; 2) casos en que la CIDH ha construido un ámbito temporal que enmarca las violaciones de derechos humanos, y 3) casos en que no hay referencia especial a un contexto. [4]

Los análisis de contexto son herramientas que realizan las Comisiones de Búsqueda o las Fiscalías en cumplimiento de su obligación. El PH menciona la incorporación de elementos históricos, políticos, sociológicos, antropológicos y victimológicos, a los que se podrían adicionar disciplinas forenses si fuera necesario. Así, el PH asume que la elaboración de un análisis de contexto debe ser multidisciplinario y enuncia estas áreas del conocimiento, sin ser limitativo, pues podrían concurrir otras áreas de experticia que fuesen necesarias.

La Comisión Nacional de Búsqueda ha publicado dos documentos de análisis de contexto que ha realizado y que muestran los alcances que pueden lograrse en búsquedas por patrones e individualizadas. El primero, sobre el Contexto de Nayarit 2011-2021 [5] y el segundo, sobre el caso Claudia Uruchurtu, activista defensora de la tierra, cuya desaparición ocurrió el 26 de marzo de 2021 en Nochixtlán, Oaxaca.[6]

Si bien no existen cifras públicas que nos informen si la elaboración de análisis de contexto es suficiente y útil en la ardua tarea de buscar en México, se puede plantear la hipótesis de su efectividad sobre los logros de localización que reportan las instancias oficiales. Habría que preguntarnos qué tan útiles son a las familias, si ellas los usan en sus tareas de búsqueda o cómo podemos lograr que herramientas de tal complejidad puedan ser acercadas y aprovechadas por todas las instancias de búsqueda. 

También es importante preguntarnos si los análisis de contexto, además de ser útiles para la búsqueda, sirven para el fincamiento de responsabilidades penales. Es decir, para judicializar los casos y lograr sentencias condenatorias. Es verdad que una cosa es realizar un análisis de contexto para la búsqueda y enfocarlo en ello, y otra cosa es realizar un análisis de contexto que permita delimitar responsabilidades penales, pero lo ideal sería que tuviesen puntos de encuentro naturales. Su uso como prueba podría ser muy útil e implicaría que al análisis de contexto no solo sea concebido como una herramienta de búsqueda, sino como un medio de prueba ante las instancias judiciales, como ha sucedido en instancias internacionales, que si bien no persiguen la responsabilidad penal, sí se hacen de elementos de convicción sobre los hechos.

***

* Zoraida García Castillo es Doctora en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Es Directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses de la UNAM, en donde también es Profesora Titular de carrera definitiva; además, es integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II.

El Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF) es un equipo interdisciplinario comprometido con la producción de conocimiento social y políticamente relevante en torno a la desaparición forzada de personas en México. En esta columna, Con-ciencia, participan miembros del Comité Investigador, estudiantes asociados a los proyectos del Grupo y personas columnistas invitadas (Ver más: http://www.giasf.org)

La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición de adondevanlosdesaparecidos.org o de las personas que integran el GIASF.

Referencias:

[1] Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y no Localizadas. 

[2]  Canto Vergara, Rita. “El análisis de contexto. Una herramienta de uso estratégico para la búsqueda de personas desaparecidas”. Alteridades, 2022, 32(64), p. 51

[3] Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de junio de 1988. https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_04_esp.pdf

[4] Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Juan Jesús Góngora Maas. Desaparición forzada de personas y derecho a la verdad en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Colección Estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, IIJ-CNDH, 2019, p. 32

[5] https://comisionacionaldebusqueda.gob.mx/wp-content/uploads/2023/03/VERSION-PUBLICA-ANALISIS-DE-CONTEXTO-CASO-NAYARIT-3.pdf

[6] https://comisionacionaldebusqueda.gob.mx/wp-content/uploads/2022/03/VERSION-PUBLICA-ANALISIS-DE-CONTEXTO-CLAUDIA-URUCHURTU-1_compressed.pd

*Foto de portada: Familiares aguardan durante la búsqueda en el Ajusco, en la CDMX, último punto donde se tuvo conocimiento del paradero de Pamela Gallardo. Alexa Herrera/ObturadorMX

Publicado originalmente en A dónde van los desaparecidos

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