Ciudad de México I Desinformémonos I “Ya no nos dejan entrar a rescatar personas que quizá están vivas” señalan jóvenes voluntarios que han trabajado como rescatistas desde el primer momento después del sismo. Y esa se vuelve una queja que empieza a recorrer las calles de la Ciudad de México en las que la solidaridad de la gente ha brotado de forma espontánea por dondequiera. De manera coincidente, los edificios en los que han establecido el control son los que han tenido mayor difusión en las redes sociales.
Los voluntarios que se organizaron y estuvieron trabajando desde el momento del derrumbe para rescatar a sobrevivientes del edificio que colapsó en la calle Escocia, de apenas una cuadra cerca de Gabriel Mancera y Eugenia en la colonia Del Valle, delegación Benito Juárez, denunciaron al periódico Excélsior que Protección Civil y el Ejército la mañana del miércoles 20 hora los desalojó de la zona y ya no les permiten rescatar a sobrevivientes.
Gabriela y Octavio, parte del grupo de rescatistas voluntarios, afirmaron que puede haber aún tres jóvenes dentro del edificio, Juan Pablo de 19 años, cuya madre ha estado en guardia permanente con la esperanza de que lo saquen con vida, pero protección civil ya les dio la orden de desalojar.
A las 7:57 de la mañana del miércoles, la autoridad desalojó a los periodistas y a los rescatistas, y entró una excavadora.
En este edificio van a meter maquinarias especiales para ir demoliendo» dijo un militar, pero una de las rescatistas les gritó «van a demoler ya, no sabemos si puede haber gente adentro”.
En la Roma les impiden continuar con el rescate de personas
En la avenida Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma a partir de un día después del sismo hay confusión. La Marina y el Ejército tomaron el predio con el edificio colapsado donde todavía puede haber personas con vida e impidieron el paso de cualquier persona que hace labores de rescate voluntariamente. No hay más información reporta la revista Proceso: “La zona fue acordonada y son pocos los voluntarios que pueden traspasar un cerco que se ha establecido a por lo menos cien metros a la redonda. Casi nadie entra y la información no sale. Los elementos de Protección Civil, designados para comunicar a los medios de comunicación y a los familiares de las decenas de víctimas del temblor del día 19 en ese edificio, se ausentan por largar horas”.
En las inmediaciones de la colonia, cientos de personas no paran en la solidaridad y se coordinan para ayudar con lo que se les permite: acopiar de todo y más. Abundan manos intentando ayudar y gente dispuesta a llevar o comprar, en supermercados aledaños que hacen su agosto, lo que va haciendo falta. Son muchas las voces de ánimo y las ganas por ver salir a las personas que aún se puedan rescatar.
En este edificio, la sociedad civil, a pocos minutos del colapso y durante toda la tarde y noche lograron rescatar a 25 personas con vida, cuya lista, colgada en un árbol en el exterior, iba en aumento cada vez que alguien más aparecía bajo los escombros.
Sin embargo, hay 13 personas “por rescatar” se lee en la lista y que podrían estar aún con vida.
Olinca y Gabriela, hijas de Leonor Santiago, de 45 años, tienen más de 25 horas a un costado del edificio colapsado, esperando que su madre sea rescatada con vida señala Proceso.
Compañeros de trabajo de su madre, sobrevivientes del temblor que como ella se encontraban en el segundo de seis pisos del 286, les han dicho a sus hijas que a la hora de evacuar el lugar vieron a Leonor en la puerta principal. “Nos dicen que la vieron ahí pero no sabemos por qué no salió y no sabemos nada de ella”, agregó Olinca antes de quebrarse.
Gabriela, su hermana añade; “es triste y desesperantes. No hay comunicación aquí. Las autoridades no te dicen que está pasando. Sólo hay rumores entre los que esperamos, queremos ayudar pero no nos dejan”.
A minutos de las 15 horas entraron rescatistas con una camilla y acercaron una ambulancia de la cruz Roja. La esperanza se mantiene viva.
foto: Ricardo Ruiz Cruz