El Segundo Acto contra el aumento de la tarifa de autobuses y metro a 3,80 reales que rige desde el viernes 8 de enero en Brasil, fue salvajemente reprimido. Durante horas, la Policía Militar de Sao Paulo y la Fuerza de Choque atacaron a los manifestantes que no llegaron si quiera a comenzar la marcha. Las similitudes con la estrategia utilizada por la policía militar el año pasado para reprimir las manifestaciones en contra de la Copa del Mundo es evidente. Una vez más, el Movimiento Passe Livre está en las calles y por el nivel de respuesta demostrado este martes, los de arriba les tienen miedo.
Las redes están inundadas de relatos de lo vivido en las horas tétricas de la represión. Algunas de ellas se reproducen a continuación.
Profesor Pablo Ortellado: “Fue una emboscada cobarde. El abordaje policial consistió en suspender el derecho de libre manifestación y forzar a los manifestantes hasta emboscarlos en la calle Consolação. Desde las 4 de la tarde no se podía llegar al punto de la concentración, la Praça do Ciclista, en la esquina de la Avenida Paulista con Consolação. Había sido cercado por todos lados, impidiendo cualquier movimiento que no fuese a esa calle.” Los encerraron. Todas las calles transversales fueron cerradas por la Fuerza de Choque, que esta apostada para emboscar a quien intentase pasar por ahí.
“El Movimiento Passe Livre había resuelto mantener la decisión de ir hasta Largo da Batata a pesar del bloqueo, para no llevar a los manifestantes hacia Consolação, donde obviamente serían masacrados. El movimiento permaneció frente al cordón policial cuando la policía comenzó a bombardear a los manifestantes, gratuitamente”
Quienes se encontraban trabajando para distintos medios también fueron atacados, como lo muestra el relato de la reportera Camila Salmazio, que cubría la marcha para Rádio Brasil Atual: “La policía estaba fuertemente armada y en un número desproporcionado con la cantidad de manifestantes que se habían convocado. El MPL pretendía seguir por la Avenida Rebouças, hacia el oeste de la ciudad hasta Largo da Batata. La policía quería que los manifestantes fueran por Consolação hasta la Praça da República. No hubo diálogo. La represión se dio desde el punto de partida, sin que la manifestación hubiese salido, en la Praça do Ciclista con bombas, balas de goma y gas pimienta”.
No había para dónde correr de las bombas. La tropa cerró todas las salidas posibles.
“Los manifestantes consiguieron reorganizarse y bajaron por Consolação con el intento de continuar con el acto. Cuando el grupo alcanzó la calle Sergipe, que era la única abierta que permitía el acceso a Rebouças, la policía volvió a atacar a los manifestantes. Como estaba atrás, yo fui de las primeras en ser alcanzada por las bombas. En el medio de la humareda levanté los brazos, aseguré mi identificación e intenté salir del cerco. Uno de los policías me apuntó con su arma para que me devolviera. Las bombas detonaban, tan cerca que podía sentir sus metrallas. Cuando logré salir, ya sin aire, caí en el calle. Me ayudó una señora de un bar, que me dio vinagre y leche de magnesio para amortiguar el dolor en los ojos. Los manifestantes estaban simplemente caminando y yo trabajando, cuando fuimos duramente reprimidos de forma cobarde y desproporcional . Saquen sus propias conclusiones de quien es la policía y quien a comanda”.
La violencia desatada fue condenada por Amnistía Internacional. En este video, se puede ver el relato de Rebeca activista de esta organización que participó de la manifestación:
“Ante la pasividad de los manifestantes, la policía reaccionó con bombas de dispersión, hubo corridas, pánico. Había mujeres, niños. Muchas personas que no estaban participando de la manifestación, como vendedores ambulantes o simples transeúntes que pasaban por esa zona céntrica de la ciudad, fueron heridos al quedar atrapados dentro del cordón policial, o en la “caza” de gente a la que se dedicó posteriormente la fuerza”.
“Desde la Avenida Paulista, la marcha (o fragmentos de ella, gente que corría e intentaba refugiarse) llegó hasta el Teatro Municipal, que está a dos kilómetros de distancia del punto central de reunión, kilómetro cero de la represión. Esta mañana recibimos la información de que hay al menos 30 personas detenidas”.
“Lo que vivimos fue un impedimento del derecho a la protesta, nadie estaba cometiendo ningún crimen, era una marcha legítima, en torno a un tema socialmente importante que es la cuestión del transporte público. Lo que vimos ayer fue al Estado reprimiendo violentamente el derecho de las personas a reunirse y manifestarse legítimamente”.
La violencia desatada por la Policía Militar fue celebrada por el Secretario de Seguridad Pública de Sao Paulo, Alexandre de Moraes, sostuvo en conferencia de prensa que la acción de la Policía Militar fue “adecuada” y que como el Movimiento Passe Livre no había comunicado el trayecto de la manifestación, la policía se arrojó el derecho de definirlo. Que van a actuar de la misma forma en la próxima manifestación. Está convocada para este jueves 14 de Enero.
Foto: Helios Carlos Mello, para Jornalistas Livres
Estas personas no son manifestantes, son pagados por el gobierno federal para que el terror en los estados, sé que desde hace muchos años
Esses manifestantes são agitadores, estão alienados pelo PT. Não protestam pelos trilhoes que esse governo desviou e vão pras ruas protestar por causa de centavos. A policia é vitima nas mãos deles. https://www.facebook.com/photo.php?fbid=930808400340698&set=gm.1005601232834574&type=3&theater
[…] http://desinformemonos.org.mx/?p=86239 […]
No es esa la información que circula en muchos medios en Brasil, incluso, no es la información que tengo yo de lo que pasó. En otras ocasiones, se ha mentido sobre la verdadera forma como se dá la represión a manifestantes en Brasil. Es óbvio que las manifestaciones en contra de la Copa estaban infiltradas por gente utilizando máscaras, muchos de ellos recibiendo dinero por causar tumultos y romper millones en instalaciones públicas que sirven a toda la población. Otra vez, este año, el Movimiento Passe Livre aceptó que los Mascarados hicieran parte de las manifestaciones y en algun momento rompieron la estacion de subterraneo Anhangabau. Ellos llegan a las manifestaciones armados, inclusive, como muchos que fueron hallanados por la policia estaban portando cadenas y otros instrumentos de agresión. En Belo Horizonte, un año antes de la Copa, yo fui testiguo de que el mismo gobierno de derecha estaba ayudando a movilizar las manifestaciones y que murió un estudiante en circunstancias bastante sospechosas. Yo creo que hay una intención de causas un clima de tensión en Brasil que desde que empezaron las manifestaciones contra la Copa nos están llevando cada vez más a la derecha. Muchas manifestaciones fueron promovidas por los canales de televisión de derecha. Y la Amnistia Internacional hace mucho ha dejado de ser una organización confiable, o sea que lo que diga esa chica puede ser algo totalmente parcial. No creo. No creo en esa interpretación o testigo de lo que pasó. No es la información que consta para la mayor parte de la gente, incluso gente que tiene posiciones mucho más revolucionarias que la de esos manifestantes.