El presente número de EL TOPIL tiene un hilo conductor que entreteje las historias, reflexiones y análisis que aquí se plantean: el horizonte emancipatorio de las nuevas luchas sociales. Nuevos rostros emergen con mucha fuerza. No es que sean “nuevos” en el sentido literal de la palabra, siempre han estado ahí, sólo que ahora emergen con demandas y discursos propios.
Los feminismos comunitarios, las causas de las niñeces y los jóvenes, la diversidad sexual, la espiritualidad en defensa de la tierra y el medio ambiente. Todas estas son expresiones que están marcando una nueva etapa de la lucha social a nivel global. Es por ello que hemos denominado a esta entrega, “Disidencias y Rupturas: Nuevos rostros, discursos y agendas sociales”.
En este número convocamos a activistas y personas defensoras de los derechos humanos para analizar como diversas experiencias comunitarias están confrontando al sistema dominante, que tiene múltiples manifestaciones: patriarcado, adultocentrismo, racismo, exclusión, transfobia, extractivismo; estas son algunas de las máscaras de la opresión y la violencia que enfrentan comunidades enteras.
Ana María García y Doris Carmona de EDUCA, reflexionan sobre la participación política de las mujeres indígenas y la lucha por la paridad: “Un importante desafío para las mujeres es construir narrativas y formas de hacer gobierno, con voz, estrategias, liderazgos y miradas desde las mujeres”.
Diana Pérez y Felipe Sánchez de Calpulli, analizan el adultocentrismo y sus efectos en las infancias: “Cuando las niñas y niños se interesan en algo, se informan respecto al tema, involucran a las personas adultas y logran que sus ideas modifiquen su entorno… las niñeces y adolescencias habrán entendido que su voz tiene el mismo peso y valor que de cualquier otra persona adulta y que no existen los privilegios por edad”.
Rebeca Garza de Queertrans, explica por qué son importantes las memorias trans: “Al recuperar las voces y las imágenes de las personas trans, se puede dar cuenta de su aporte a la cultura, al arte, al activismo, a la ciencia y a la sociedad en general. Las memorias trans también permiten reconocer el valor y el legado de las personas trans que han muerto víctimas de crímenes de odio, violencia institucional o falta de acceso a la salud”.
El colectivo Crianza Mutua México, nos llama a identificar los hilos que tejen el cuidado de la vida: “Cuando un lugar sagrado se prende, el mundo florece. Al igual, cuando mucha gente buena se reúne, la sabiduría aumenta y así es como albergamos en el alma la esperanza de un mundo mejor en el que todxs seamos uno defendiendo la vida y el derecho de vivir.”
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