Fotos: Amehd Coca / Radio Pozol
Ciudad de México | Desinformémonos. Pueblos, comunidades, barrios y rancherías zoques denunciaron que las principales problemáticas que los afectan son el despojo territorial para la construcción de megaproyectos, la violencia ocasionada por grupos armados, la división y cooptación por los programas asistenciales y el desplazamiento forzado, durante el Segundo Congreso Zoque que se realizó los pasados 2 y 3 de abril en Chiapas.
Con motivo del 40 aniversario de la erupción del volcán Chichonal, las comunidades zoques se reunieron en el municipio de Chapultenango para «construir salidas colectivas ante la crisis civilizatoria que vive la humanidad y que se manifiesta en el caso de los zoques a través de la imposición de proyectos extractivos, el desplazamiento forzado de familias, la agudización de la migración nacional e internacional, así como del interés por privatizar el agua, las tierras y el volcán Chichonal», explicaron colectivos y organizaciones del pueblo en un comunicado.
Alrededor de un centenar de mujeres y hombres de distintas comunidades y organizaciones zoques participaron en el Segundo Congreso para denunciar las afectaciones ocasionadas por la minería, las hidroeléctricas en los municipios de Chicoasen, Copainalá y Francisco León, el acaparamiento de tierras para la extracción de hidrocarburos, la violencia machista y la inacción de las autoridades municipales, estatales y federales para atender sus necesidades.
Acusaron también la presencia del crimen organizado en sus territorios, como sucede en la comunidad de Tectuapan, municipio de Pichucalco, donde «las mafias del transporte público lideradas por la CIOAC (Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos) ejercen un monopolio y son aliadas del crimen organizado y las autoridades de los tres niveles de gobierno, lo que genera un clima de terror y violencia que impacta a la población zoque».
De igual forma, enaltecieron la resistencia de los pueblos en la defensa de su territorio, como sucedió en 2016 con la organización zoque que impidió que sus tierras fueran concesionadas para la explotación de doce pozos petroleros, así como el movimiento emancipatorio de las mujeres del pueblo indígena.
«Hacemos un llamado a seguir organizados para sostener una lucha larga para defender los territorios. Sabemos que el camino no será fácil, pero confiamos en que la dignidad, la memoria y la resistencia sigan siendo alentadas. Hoy, como antes, hemos decidido no vendernos, no traicionarnos y no claudicar», aseguraron las comunidades, organizaciones y colectivos en el comunicado.
A continuación el comunicado completo:
A los zoques del campo y la ciudad en México y Estados Unidos,
A los pueblos originarios del mundo,
A las organizaciones indígenas,
A los medios de comunicación libres e independientes
Hermanos y hermanas de México y el mundo
Les informamos que los pueblos, comunidades, barrios y rancherías zoques, convocados y reunidos en Chapultenango, Chiapas durante los días 2 y 3 de abril de 2022, celebramos nuestro Segundo Congreso Zoque. La iniciativa de reunirnos es una apuesta por construir salidas colectivas ante la crisis civilizatoria que vive la humanidad y que se manifiesta en el caso de los zoques a través de la imposición de proyectos extractivos, el desplazamiento forzado de familias, la agudización de la migración nacional e internacional, así como del interés por privatizar el agua, las tierras y el volcán Chichonal.
Desde las montañas zoques del norte de Chiapas, México, los pueblos que somos,
decidimos construir nuestro propio análisis sobre las distintas amenazas a la vida y el territorio. Ahora, a cuarenta años de la erupción del volcán Chichonal, queremos denunciar las opresiones de hoy.
1. Miramos que desde arriba los distintos gobiernos han convertido la fecha del 28 de marzo en mero espectáculo folclorista que busca legitimar una visión histórica acorde al poder en turno. A cuarenta años, debemos reconocer que el 28 de marzo de 1982 no solo iniciaron las erupciones del volcán, también comenzó un proceso mayor de fragmentación comunitaria y control de la población zoque que marca nuestro presente.
2. El sistema patriarcal capitalista sigue operando tanto en las comunidades como en las ciudades donde habitan zoques, lo cual se cristaliza en la violencia física y verbal cotidiana, así como en impedir la participación plena de las mujeres en los espacios de toma de decisión, prohibiendo con ello el acceso a la tierra e imposibilitando espacios propios para la atención psicológica, de salud y atención jurídica de los derechos de las mujeres y niñas. En el caso de los hombres, el sistema patriarcal ofrece el ejercicio de una masculinidad destructiva, la cual afianza los estereotipos de violencia machista.
3. Desde 2016, los pueblos zoques de Chiapas iniciamos un proceso de organización y lucha por la defensa del territorio lo cual impidió que las tierras fueran concesionadas para la explotación de doce pozos petroleros. También hemos visto cómo las ambiciones e intereses personales se han manifestado a lo largo de este proceso, lo cual significó utilizar el movimiento zoque para fines electorales y partidistas. Desde aquí lo decimos claro: no vamos a permitir que la defensa y la organización zoque se conviertan en una moneda de cambio por puestos políticos en el gobierno o para conseguir recursos económicos a través de proyectos “comunitarios” que solo buscan fortalecer las agendas de los intereses capitalistas.
4. La minería promovida por los consorcios transnacionales y con la complicidad de las instituciones del Estado mexicano siguen generando concesiones que amenazan los territorios de las comunidades de Buenos Aires, Valtierra y Caracol en el municipio de Chapultenango, así como en los territorios de Ixhuatán y Pantepec.
5. Denunciamos que las ambiciones del poder económico mundial no cesan por acaparar las tierras zoques; ahora sabemos que su afán de extraer los hidrocarburos en Francisco León no cesan y lo único que nos ofrecen es una estela de muerte y miseria.
6. Advertimos que el pueblo de Zacalapa, municipio de Copainalá, enfrenta un conflicto grave por la escasez y el monopolio en la gestión y distribución del agua, lo cual ha generado nuevas tensiones que nos advierten que la lucha por el control del agua se agudizará.
7. Observamos que en las comunidades cada día se agravan las violencias con ataques armados, trayendo muerte, inseguridad, alcoholismo y divisiones internas, muchas veces bajo el conocimiento y la tolerancia de las autoridades. Muestra de ello es el desalojo ocurrido en el ejido Esquipulas Guayabal, municipal de Chapultenango, el 21 de noviembre de 2021 por grupos armados, ante lo cual exigimos el desarme y la pacificación de los territorios, con el retorno seguro de las familias desplazadas.
8. Asimismo, denunciamos el peligro del deterioro ambiental generado por la proliferación de basureros públicos como en Rayón y Chapultenango, los cuales son promovidos por las propias autoridades municipales, contaminando manantiales y ríos que en algunos casos eran cuerpos de agua para el abasto de las comunidades.
9. De igual manera, señalamos que los programas institucionales alentados por el gobierno y los partidos políticos solo incentivan la división y la cooptación de las comunidades bajo la promesa de empleo, caminos y proyectos.
10. Denunciamos que en la comunidad de Tectuapan municipio de Pichucalco, las mafias del transporte público lideradas por la CIOAC ejercen un monopolio y son aliadas del crimen organizado y las autoridades de los tres niveles de gobierno, lo que genera un clima de terror y violencia que impacta a la población zoque.
11. Miramos con preocupación la reactivación de proyectos energéticos que buscan la construcción de nuevas presas hidroeléctricas en los municipios de Chicoasen, Copainalá y Francisco León. Hoy como antes, sabemos que esos proyectos de energía eléctrica se hacen a costa del desplazamiento y la precarización de la vida zoque.
12. A dos años del impacto ocasionado por el huracán Eta, los pueblos zoques estamos indignados porque las autoridades municipales, estatales y federales estuvieron ausentes para atender a la población afectada y los pocos programas de apoyo que el gobierno oferto solo dividieron a las poblaciones ya que estaban sustentados en lógicas electorales, donde claramente observamos como el Estado solo busca sacar provecho de las catástrofes ambientales. En Pantepec, Rayón y Tapalapa, fueron afectados los caficultores, lo cual perturbó la economía familiar.
Por todo ello, ante el aumento de la guerra capitalista de arriba, los pueblos zoques hemos decidimos fortalecer nuestros propios procesos de lucha. Tenemos como objetivo el levantar y fortalecer la autonomía como horizonte de vida para las nuevas generaciones de zoques rurales y urbanos que caminamos por los territorios de Chiapas y el mundo.
De esta suerte, miramos con respeto y admiración el proceso de emancipación que las mujeres zoques han comenzado a desarrollar. Se llegó la hora de mirar y escuchar las propuestas de liberación que las mujeres estamos construyendo. Es el tiempo de aprender otra forma de vivir sobre la tierra. En ese sentido, reiteramos nuestra necesidad por levantar y consolidar espacios propios y seguros para las mujeres zoques.
Exigimos que los directores de la película Pobo Tzu, la cual muestra la cosmovisión de los zoques del ejido de Esquipulas Guayabal y que recientemente fue estrenada, inicien una campaña de denuncia en todos los foros donde sea proyectada, para con ello visibilizar el proceso de desplazamiento violento que sufrieron las familias en noviembre de 2021.
Nosotros hemos decido fortalecer nuestros propios conocimientos e instituciones. De este modo, buscamos mirar para adentro y con ello encontrar las claves para imaginar y sostener las nuevas instituciones que aseguren la comunicación y contacto con los zoques residentes en espacios urbanos de México y Estados Unidos. Es hora de juntarnos como pueblo.
Buscamos construir nuestra propia salud, generando huertos medicinales que no solo busquen la producción de plantas, porque ante todo buscamos consolidar el intercambio de conocimientos propios para reforzar nuestro sistema inmunológico.
Nosotros lo tenemos claro y sabemos que nuestro horizonte de lucha es seguir produciendo la vida vinculada con la madre tierra, tanto en el campo como en la ciudad. Es así que hacemos un llamado a descolonizar la geografía y la mirada impuesta por el invasor, la cual nos impide reconocer la larga existencia histórica de nuestro pueblo quien hasta ahora suma 3600 años de existencia como civilización zoque.
Reiteramos nuestro compromiso por seguir hablando la lengua del pueblo que somos y, de igual forma, reconocemos la capacidad que los zoques han tenido para aprender otras lenguas, entre ellas español e inglés, demostrando cómo los zoques tienen una visión intercultural que se afianza en revalorar lo propio y desde ahí planear un diálogo con la humanidad entera.
Refrendamos el compromiso que tenemos como pueblo creyente zoque para defender la casa común que se exige desde la encíclica Laudato Si emitida por el Papa Francisco hace unos años. Por lo tanto las parroquias están comprometidas a sumarse a la defensa del territorio.
Hacemos un llamado a seguir organizados para sostener una lucha larga para defender los territorios. Sabemos que el camino no será fácil, pero confiamos que la dignidad, la memoria y la resistencia sigan siendo alentadas. Hoy como antes, hemos decidido no vendernos, no traicionarnos y no claudicar.
Atentamente
Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, Chapultenango, Chiapas
Mujeres defensoras de Nasakobäjk
Atención Primaria de Salud APS “wabä ijtkuy”
Integrantes de ZODEVITE
Centro de Lengua y Cultura Zoque
Chapultenango, Chiapas, México 3 de abril de 2022