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Ciudad de México | Desinformémonos. Más de un centenar de damnificados en Juchitán, Oaxaca, se quejaron de que integrantes del ejército desmantelaron el albergue instalado en el campo municipal de beisbol sin ofrecerles una alternativa de reubicación, a pesar de que muchas de las viviendas siguen colapsadas por los daños que sufrieron durante el sismo del 7 de septiembre.

El ejército explicó que por “indicaciones superiores” dieron por concluido el servicio del albergue para dar inicio a la entrega de 14 mil 900 tarjetas de apoyo del Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), sin embargo los damnificados aseguraron que el desmantelamiento se llevó a cabo sin previo aviso.

«Es insensible lo que vivimos, qué tristeza la falta de atención, mi casa colapsó, tenemos miedo de entrar, aquí hemos sobrevivido ante las lluvias y los fuertes vientos, a diario llego con mi familia, somos cinco integrantes, nos asignaron una casa de campaña y ahora sin avisarnos nos la quitaron, es preocupante la falta de sensibilidad de las autoridades», denunció Alfredo Ruiz López, uno de los damnificados.

Tras haber dialogado, el personal del ejército se comprometió a reubicar a las alrededor de 60 familias que se encontraban en el albergue, pero al cierre de la edición los damnificados aún no sabían a dónde los canalizarían. Por ello, manifestaron su rechazo a la falta de coordinación de los tres niveles de gobierno frente a la situación.

El albergue operó más de un mes y fue organizado por el ejército la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación ante el colapso de miles de viviendas y la inseguridad dentro de los inmuebles.

El jueves 7 de septiembre un sismo de magnitud 8.2 sacudió el sur y centro del país y devastó los estados de Oaxaca y Chiapas, donde las autoridades han sido señaladas de lucrar con la tragedia y apropiarse de los recursos para la reconstrucción y los damnificados.

Con información de La Jornada