El Vergel, municipio de Mazapil, Zacatecas, 19 de junio. Hay desesperación y desesperanza en el campo del semidesierto zacatecano luego de dos años de sequía, que han significado la muerte de al menos 80 mil cabezas de ganado, pérdida de cosechas y aumento de la migración, dejando pueblos fantasmas habitados sólo por ancianos y algunos niños. Frente a la debacle que representa la muerte masiva de bovinos y caprinos, que va dejando olor a muerte en el aire acompañado del revuelo de zopilotes en su labor de limpieza de la carroña, el reclamo de los hombres y mujeres del campo es que el gobierno no ha respondido a su pedido de apoyar con forraje mientras llueve
–algo que, recuerdan, no ha ocurrido en 20 meses– para salvar a los pocos animales que les quedan. En recorridos por las comunidades de Cañas. Tenango, Pabellón de Dolores, La Mancha y la hacienda Vista Hermosa, del municipio Villa de Cos, con Rubén Hernández, dirigente estatal de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), además de visitar San Tiburcio, La Pardita, Peñasquito y El Vergel, del municipio de Mazapil, con Felipe Pinedo, dirigente estatal del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPL) e integrante de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), las quejas se centraron en que los apoyos recibidos han sido asistenciales, una despensa por semana, entregada mensualmente, pero no a todos
, algunas faenas en empleo temporal, la construcción de algún bordo, así como pagos para el despoblamiento –venta anticipada– de ganado flaco. El titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario del gobierno estatal (Sedagro), Enrique Flores, entrevistado mientras inspeccionaba las obras para la construcción de una presa en el municipio de Guadalupe, conurbado a la capital zacatecana, cuestionó la falta de respuesta del gobierno federal a las solicitudes de apoyo con recursos extraordinarios para enfrentar la sequía, incluyendo el doble veto que el presidente Felipe Calderón ha impuesto a los recursos aprobados por la Cámara de Diputados. El funcionario apuntó que el gobierno federal anunció la asignación de 34 mil millones de pesos para atender la contingencia climatológica, pero eso fue, dijo, sólo el adelanto de progamas institucionales que ya estaban autorizados en el presupuesto de la Federacion. Citó como ejemplo que del Procampo, que destina más de mil 100 millones de pesos a Zacatecas y normalmente se paga en agosto, a junio se ha pagado 80 por ciento, más de 800 millones de pesos. Sin embargo, no ha habido respuesta positiva a la petición de Zacatecas de asignar 660 millones de pesos que permitirían generar 5.6 millones de jornales para apoyar a 75 mil productores, sobre todo de autoconsumo, con mayor afectacion por la sequía. Al estado han llegado poco menos de 100 millones de pesos para crear empleo temporal, que es a todas luces insuficente
, subrayó.
Hasta el de arriba (Dios) nos ha abandonado, lamenta don Armando González Alvarado, campesino del ejido El Vergel, privilegiado por poseer grandes mantos freáticos subterráneos, cuya agua, sin embargo, no pueden aprovechar para riego porque sus dos pozos se
enzolvarony el agua que extraen otros 22 pozos –36 mil litros por minuto– los utiliza la trasnacional canadiense Goldcorp para la explotación de la mina El Peñasquito, que produce concentrados de plata, oro, plomo y zinc, que exporta a su país. Al mismo tiempo, El Vergel es un erial azotado por tolvaneras que asemejan tormentas de arena. En sus inmediaciones pueden verse, en tierras del ejido El Cedral, enormes presas de jales, o sea, sitios como pirámides donde van concentrándose los desechos de minerales y las aguas contaminadas por cianuro y otras sustancias tóxicas que utiliza la mina. Goldcorp hizo un convenio en 2007 con El Vergel para rentar 960 hectáreas por 30 años. En ellas, explicó don Armando, iba a perforar no más de 10 pozos de seis pulgadas cada uno, pero
perforaron 25 o 30, de los que extraen 27 litros por segundo. El ejido trató de anular el convenio por la vía jurídica, pero el abogado no ha logrado ningún avance en cuatro años. Mientras tanto, Goldcorp se lleva el agua con más de 15 kilómetros de tuberías del ancho de tambos de 200 litros, como se pudo comprobar durante un recorrido en el que fuimos interceptados por personal de seguridad de la minera, el cual nos señaló que son tierras de propiedad privada. Gold Corp, con sede en Vancouver, cuenta entre sus propiedades en México, según el sitio web de Business News Americas, la mina de oro-plata-plomo-zinc Peñasquito; la mina de oro-plata Los Filos, y la mina de oro El Sauzal, Noche Buena y Camino Rojo en México. Este último proyecto también se ubica en el municipio de Mazapil, en San Tiburcio.